En los juegos anteriores, la ambientación oscura y lúgubre servía de marco para la acción y denotaba el estado mental del protagonista; las sucias calles del bajo mundo de Nueva York se convirtieron en el perfecto escenario para la búsqueda de venganza del detective. En la tercera entrega, Payne ha dejado atrás –aunque de forma un tanto forzada y violenta- su vida en Estados Unidos y ha cambiado los callejones por hoteles de lujo, yates y discotecas. Este detalle fue uno de los puntos más criticados por los fanáticos de la serie, ya que aparentemente dañaría el ritmo y el tenor del juego. Sao Paulo es un lugar soleado, lleno de dinero –aunque la pobreza extrema se asoma en la periferia-, pero ese cambio de escenario no provocó que la historia no sufriera y los fans se sentirán como en casa al comenzar a disparar y a utilizar las clásicas habilidades de Payne; además, la pobreza de las favelas rivalizará con el peor escenario de los juegos pasados.

Además del modo de historia el juego ofrece otras dos maneras de jugar, ambas estilo Arcade. Así que si lo tuyo es vencer retos y mejorar tu desempeño Score Attack y el tradicional New York Minute, presente en los dos títulos anteriores, estos podrían ser justo lo que estabas esperando. Score Attack se trata básicamente de ganar puntos y crear un gran marcador de la muerte, para lo cual solamente deberás acabar con tus enemigos, pero recuerda que entre más violenta y espectacular sea la muerte, mejor será tu marcador. En New York Minute, Max operará contra reloj; al iniciar cada nivel, el detective tendrá un cronómetro con un minuto de tiempo y si este llega a cero la misión terminará. Para evitar esto, simplemente deberás seguir matando a tus contrincantes, ya que cada una de sus muertes le añadirá tres segundos al reloj (cinco si mueren por un disparo en la cabeza).

Otro de los grandes cambios en la serie es la presencia de multiplayer adversarial. Esta modalidad permitirá a los jugadores enfrascarse, hasta con otras 15 personas, en sangrientas batallas a lo largo de algunos de los niveles más icónicos de la historia principal (como las oficinas de Rodrigo Branco). Ahora, esta modalidad, que muchos fanáticos criticaron tanto, ofrece justo lo que esperábamos: multiplayer en tercera persona fluido y frenético, algo que hemos visto infinidad de veces en los últimos años; sin embargo, la implementación de las características únicas de la saga es lo que lo hará destacar. El uso del Bullet Time es una de los componentes que más nos intrigaba, especialmente porque no sabíamos cómo funcionaría con los demás jugadores presentes. Lo interesante de esta característica es que el mundo se ralentiza para todos los jugadores que se encuentren en el campo de visión del jugador que lo activó, por lo que el juego seguirá a su ritmo normal en las demás áreas del mapa. Sólo hay que recordar que para hacer uso del BT, los jugadores deberán llenar su barra de adrenalina, justo como sucede en la campaña.

Max Payne 3 es un juego completo, lleno de acción, con una trama excelente, que logra resucitar magistralmente una de las franquicias de videojuegos más icónicas en la historia. Pero lo más sorprendente es que Rockstar logró hacer esto sin dañar o minar el carácter único del título y su protagonista, brindando novedosos elementos que atraigan a las nuevas generaciones de gamers, pero respetando todo eso que logró engancharnos años atrás, cuando el concepto del Bullet Time era tan revolucionario como la vibración en el control de una consola. Seguramente se han estado preguntando si realmente vale la pena adquirir otro juego de disparos en tercera persona. La respuesta, a mi parecer es sencilla, sin embargo dejaré que el propio Max la conteste con una de las mejores citas de esta tercera entrega: “…eso fue por lo que pagaron, así que al final eso fue lo que obtuvieron. Digan lo que quieran de los americanos, pero entendemos el capitalismo. Compras un producto y obtienes lo que adquiriste.”