El combate en Game of Thrones funciona mediante turnos, de modo que los jugadores deberán abrir un menú radial desde el que podrán seleccionar acciones a realizar. Estas acciones se acomodarán en tres espacios, siguiendo el orden seleccionado por el jugador y pueden incluir una combinación de ataques y defensa, además del uso de pociones, venenos y habilidades especiales propias de cada uno de los héroes (poderes de fuego para Alestar y órdenes para el perro de Mors). Una vez seleccionada una acción esta se sumará a la cadena ya existente y será realizada cuando las anteriores se hayan llevado a cabo. Cabe mencionar que al utilizar el menú radial el tiempo se ralentizará, por lo que podrás tomarte tu tiempo para decidir las acciones a seguir.

Siempre considera que si quieres utilizar algo durante un combate, deberás equiparlo con anterioridad. Por ejemplo, si durante una pelea necesitas utilizar un veneno, sólo podrás hacerlo si lo tenías asignado a un espacio de ítem antes de iniciar la pelea, esto es igual para piezas de armadura, espadas, hachas, etc. Game of Thrones te permite elegir dos sets distintos de armas, de manera que siempre estés listo para enfrentar todos los retos. Estos sets se pueden asignar a ambas manos del protagonista, por lo que puedes elegir usar un sable con la mano derecha y un hacha con la izquierda, o un martillo de guerra a dos manos.

Ahora, será conveniente que la elección de armamento no solamente obedezca a tus gustos personales, ya que los distintos tipos de armadura (ligera, mediana y pesada) presentan ventajas propias y son vulnerables a ciertas armas. Por ejemplo, una espada (un arma cortante) es perfecta para dañar a alguien que utiliza un peto de cuero (armadura ligera); mientras que una lanza (arma de perforación) debe utilizarse contra un enemigo enfundado en una cota de malla (armadura mediana); claro que si estás enfrentando a un caballero en armadura completa (armadura pesada) un martillo de guerra (arma de impacto) será tu mejor opción.

En cuanto a las armaduras, también será necesario elegir de forma estratégica, ya que el desempeño de tu personaje se verá afectado por la clase y armadura que hayas preferido para él. Un danzante del agua utiliza su movilidad, agilidad y velocidad para someter y tomar por sorpresa a sus enemigos, por lo que una armadura ligera funcionará mejor con su estilo de pelea, mientras que un magnar, que utiliza su fuerza bruta y bestialidad para destruir a sus oponentes, necesitará una armadura pesada para cubrirse de los eventuales golpes recibidos durante sus embates.

Las misiones principales, como ya es costumbre con este tipo de juego, serán las encargadas de guiar a los jugadores a lo largo de la historia, sin embargo, también habrá otras que ofrecerán una perspectiva más amplia del carácter de ambos protagonistas. Algunas comenzarán en un capítulo y podrán ser terminadas en otros, mientras otras deberán ser completadas dentro del mismo, ya que de lo contrario se considerarán fallidas y no habrá más que hacer. Una de las misiones de Mors involucra encontrar y restaurar ciertas efigies de los siete dioses de Westeros –que más bien son como siete facetas distintas de un mismo dios, pero no entraremos en debates de teología ficticia-, lo interesante es que esta búsqueda se desarrollará a lo largo de varios capítulos e incluso requerirá el auxilio de Alestar, quien se topará con algunas de ellas dentro de su línea de tiempo.

Game of Thrones es una oferta de RPG que se queda corta en su relación con la serie televisiva homónima y con los libros de A Song of Ice and Fire, por lo que los fanáticos de no encontrarán una verdadera razón para jugarlo; por otro lado, el juego no es suficientemente profundo y atractivo como para enganchar a los amantes del género, y las personas a quienes no les gusta la saga, tampoco encontrarán razones para odiarlo, debido a su pobre relación con la misma. A fin de cuentas, nos encontramos ante un RPG en el que tanto los escenarios como los personajes (con excepción de un puñado), las armas y el universo en sí, podrían haber sido creadas para un título con ambientación medieval genérica y nadie se habría dado cuenta.