Quienes hayan jugado FIFA Street notarán cierta similitud con World Tour. La mecánica consiste en derrotar a los 53 equipos de toda Europa –divididos en nueve grupos–, usando para ello a un conjunto genérico, compuesto por reservas y liderado por una figura de renombre que elijamos como capitán o nuestro Virtual Pro.

Una vez que damos nombre, uniforme y escudo a nuestro equipo, empezamos a jugar, pero como habrán notado, el meollo del asunto es que ganarle a las selecciones nacionales con un montón de jugadores de segunda categoría es toda una hazaña y la progresión es lenta. Derrotar a un país desbloquea rutas para enfrentar a nuevos rivales cada vez más complicados, pero también nos permite quitarle un jugador al equipo perdedor para reforzar nuestra alineación, igual que en FIFA Street. El detalle que nos disgustó es que en Expedición es necesario ganarle a la misma escuadra tres veces para que nos dé a un titular, antes de eso nos regalan sólo reservas y suplentes. En World Tour por lo menos se ganaba dinero con el cual se podía mejorar a los miembros del equipo con los que ya se contaba, pero acá no hay tal alternativa; o se le gana tres veces al mismo equipo o se compite con los mismos humildes jugadores. Por si eso no bastara, cada vez que se pierde un partido, ese rival queda bloqueado nuevamente, obligándonos a repetir el cotejo previo todavía más veces. Sobra decir que luego de un rato la tarea se vuelve repetitiva y desesperante, sin mencionar que para poder conformar a un grupo decente de futbolistas que pueda competir de tú a tú con Alemania, España o Inglaterra, pasarán horas, muchas horas.

Otro detalle un tanto absurdo es que cuando se gana un juego, también se otorgan pedazos de un mosaico. Hablamos de fotografías de momentos de la EURO, como futbolistas celebrando, entonando su himno o aficionados en las tribunas, que al final forman una gran imagen, el problema es que hay que jugar 180 partidos para completarlo, todo sin más motivación que la de saber qué es lo que formará el condenado mosaico.

Luego están los desafíos que se mantienen en la misma línea de FIFA 12, sólo que ahora basados en momentos de la EURO. Cuando redactamos esta reseña, ya estaba el primero, que consiste en darle la vuelta a un marcador adverso, usando a la selección de España y enfrentando a su similar de la República Checa. Al completarlo obtenemos puntos de experiencia.

Y por último está el frente online, donde el sistema asigna a tres rivales de grupo para la selección que hayamos elegido al inicio del juego y se recrea la EURO contra rivales humanos. Por ahora encontrar oponentes sigue siendo un dolor de cabeza, pero suponemos que eso cambiará conforme se acerque la inauguración del torneo.

En síntesis, UEFA EURO 2012 es un DLC que vale sólo porque está construido con la misma estructura de FIFA 12, lo que lo convierte en una experiencia con muy buenos controles y animaciones sobre el césped; por lo demás, se antoja tan desangelado, que quizás hubiéramos preferido pagar por la presentación tradicional en disco y tienda –aunque fuera más cara– siempre y cuando fuera un producto que demostrara mayor dedicación.