Uno de los principales defectos del combate es la cámara, un elemento fundamental para disfrutar esta mecánica. Cuando peleamos en habitaciones de tamaño reducido esta se bloquea con las paredes, lo que oculta toda la acción detrás de un enemigo, y en los niveles donde hay más espacio, simplemente no muestra la acción porque no se mueve de manera dinámica. Para empeorar las cosas, el juego no cuenta con una barra para modificar la sensibilidad del movimiento de rotación, así que en ocasiones, al girarla para observar lo que sucede, lo hará más de lo que pretendes.

En la parte de plataformas, nos encontramos con Nilin tratando de progresar hacia su objetivo, escalando y saltando por los techos de Neo Paris. La cantidad de edificios, tuberías y terrazas nos hizo pensar que tendríamos impresionantes escenarios para jugar, así que fue decepcionante enterarnos de que estas secuencias están muy limitadas, ya que los caminos están predefinidos; en ocasiones podrás extraviarte un poco para encontrar objetos ocultos que desbloquean entradas que detallan la vida íntima de la ciudad y artefactos que incrementan tu salud y la barra para aumentar la cantidad de poderes especiales. Por otra parte, en ocasiones tendrás que pasar desafíos, donde el único reto es saltar en el momento adecuado para continuar tu aventura. No hay algo especial en este apartado, el diseño de niveles no está inspirado, Neo Paris es un largo pasillo con eventuales vistas para admirar.

Remember Me incluso cuenta con un par de acertijos que te harán pensar; encontrarnos con ellos después del combate y las secuencias de plataforma fue un gran golpe, no estábamos preparados en el momento que fueron introducidos. Su corte es sencillo, el único problema es que si te tardas lo suficiente, estos se solucionan ante tus ojos gracias al Aug Eye, que normalmente te indica la dirección a seguir; cada vez que presiones el comando, una parte del acertijo se completa, lo que le resta emoción. Una de las pistas involucraba la unidad de temperatura Kelvin que nos obligó a abrir una enciclopedia, pero resultó innecesario porque su solución es muy simple.

La última modalidad de Remember Me es la mezcla de recuerdos y Nilin es la única capaz de realizar esta hazaña. En ella, tendrás que analizar una secuencia de video y modificar sutiles detalles que cambian el destino de lo que sucede en pantalla. Por ejemplo, mover una taza de café o derribar un retrato podría tener un impacto significativo en la memoria que se planea mezclar. Esta mecánica es interesante por sí sola y te lleva a probar distintas combinaciones antes de cumplir tu objetivo. Es agradable ver cómo cada combinación de elementos clave dentro de la secuencia modifica por completo el desenlace, que aunque a veces sea feliz, no será el que busca Nilin.

La suma de estos elementos lastima a Remember Me. En ocasiones, las secuencias de combate se sienten muy cortas como para utilizar a plenitud el sistema de Pressens, sin mencionar que suceden obligatoriamente en locaciones predefinidas; las secuencias de plataforma se sienten como un requisito obligatorio y aburrido antes de llegar a la emoción de un combate; y la gota que derrama el vaso es la mezcla de memorias, que aunque interesante y profunda, sólo sucede un par de veces a lo largo de la historia. Los 2 puntos fuertes de Remember Me, el combate y la mezcla de memorias, no se aprovechan al máximo, y por esa razón no podemos catalogarlo, pues ninguna de estas funciones es el pilar del título.

Dentro del apartado gráfico, Remember Me no decepciona; nos sorprendió la fidelidad de las texturas. Las losetas de concreto y el empedrado en Neo Paris lucen bien, al igual que las texturas en los objetos y personajes. También es digno mencionar el trabajo de Dontnod al imaginar una visión futurista y distópica de París, que junto con la gran cantidad de objetos inertes que encuentras en cada nivel, retratan una ciudad con vida propia. Lamentablemente, este efecto dura poco debido a que la interacción con el escenario es inexistente y el juego lo sabe, pues cuando llegas a un punto de referencia, habrá una pequeña pausa para mostrar el lugar, y en otras ocasiones, la transición entre zonas se hará de tal modo que la cámara muestre la vista que crearon con tanto esmero.

Remember Me es un título que pretende ser muchas cosas pero falla en su ejecución, lo único rescatable sería su historia, cuyo pecado es que logra atraparte sólo en el momento final, en un giro impredecible que contrasta con el resto de la aventura. La batalla final es memorable, pero no por su dificultad o sus mecánicas, se trata de una reflexión terminal, efectiva y emotiva sobre la causa por la que Nilin peleó todo ese tiempo y el significado de nuestras memorias, lo que da como resultado una experiencia aceptable.