Kato. Aunque
nunca fue llamado ninja directamente, Kato era un guerrero japonés con una gran
maestría en artes marciales. Kato era el asistente de Britt Reid, también
conocido como el Avispón Verde, un vigilante enmascarado que se dedicaba a
luchar contra el crimen. Entre sus habilidades estaba un completo dominio de
las artes marciales, con o sin armas, además de ser un inventor bastante
prolífico, lo que incluía un dispositivo que despachaba un gas somnífero especial.
Años antes de los eventos mostrados en la serie y la película, Britt le salvó
la vida a Kato durante uno de sus viajes por Asia, evento que los unió de por
vida, y que además conformó una alianza de honor que para Kato constituyó el
motor de su perpetua lealtad hacia Reid.
Los Tres Ninjas. Ok, no es la
mejor película, de hecho es bastante ridícula, pero no podemos negar que tuvo
cierto impacto en nuestra juventud. Recuerdo que a partir de ella decidí que
quería estudiar ninjitsu de lleno hasta que después de mi primera clase, en
donde el instructor me disparaba con una pistola de diábolos para convencerme
de que siguiera haciendo sentadillas, renuncié y me moví a otro tipo de artes
marciales con gente menos enferma. En esta cinta, tres hermanos, Samuel, Jeffrey
y Michael Douglas son entrenados por su abuelo en las artes ninjas y enfrentan
a un grupo de criminales cuyo jefe fue alumno de su abuelo años atrás.
Durante el desarrollo
de la trama, los tres jóvenes descubren que no todo es pelear y que a veces
hacer lo correcto depende mucho de las decisiones personales de cada quien. Lo
bueno es que aquí ser malo significaba ser imbécil, pues de otra forma este
trío de ninjas se hubiera visto en graves problemas.
Las Tortugas Ninja. Otro gran
icono de la década de los 80, estos cuatro hermanos fueron los culpables del gran
interés en las artes ninja en mi generación. De la noche a la mañana pasaron de
ser un cómic poco conocido a una explosión mediática impresionante, que atacó
todos los lados del consumismo. Los personajes aparecían en la televisión, en
anuncios, videojuegos, dulces, juguetes, hasta en el cereal del desayuno. Estos
cuatro jóvenes ninja comenzaron su vida como simples tortugas japonesas, listas
a pasar su vida como la mascota de algún niño, pero el destino les deparaba
algo diferente.
Tras haber caído en
una alcantarilla, fueron bañadas con un líquido tóxico conocido
como Ooze, el cual las hizo mutar y tomar cierta forma humanoide. En ese
momento, fueron recogidas y adoptadas por Splinter, una rata que también fue
salpicada por la sustancia mutagénica, y los entrena en las artes y el camino
del guerrero ninja. Su lucha las enfrentaría en incontables ocasiones contra el
villano Shredder y su clan de ninjas, conocido como The Foot Clan.
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