El estereotipo de los juegos para niños

Entretenimiento inclusivo

Se ha mencionado infinidad de veces, los videojuegos son una industria y como tal, se rigen por las necesidades de la audiencia, eso significa que si tenemos predilección por los shooters, se seguirán creando hasta el cansancio exponentes de este género, pero si en algún momento decidimos que la nueva moda son las aventuras de osos de peluche en el espacio, los desarrolladores comenzarán a trabajar en ese tipo de propuestas. Por supuesto, es difícil que suceda con algún producto que fascine a los infantes –a excepción de LEGO, aunque en definitiva dejó de ser exclusivo para niños–, pero ya se puede observar el cambio de paradigmas con otro grupo igual de estigmatizado: los jugadores casuales.

Farmville, Wii Sports o incluso Angry Birds tomaron por sorpresa a expertos y analistas, demostrando que el convencional modelo de negocios que satisfacía a los jugadores hardcore podía extenderse a nuevas fronteras con provechosos resultados. Y es que aunque uno es simulador, otro es demo técnico de deportes y el último una bidimensional práctica de tiro, han generado cantidades absurdas de dinero, a costa de ínfima inversión por parte de sus creadores, además de atraer nuevas audiencias al ámbito de los videojuegos. Y sin embargo, los desvirtuamos, si acaso no los tres en conjunto, por lo menos a uno de ellos.

Los videojuegos están evolucionando, se adaptan a las necesidades de las nuevas audiencias, y aunque la división de entretenimiento para niños no representa un porcentaje significativo en el total de ganancias anuales, no implica que podamos arrebatarle a las siguientes generaciones su legado.

Criaturas vulnerables

Veamos las cosas desde esta perspectiva, así tengas cincuenta años o veinte, en tu niñez no estuviste expuesto únicamente a temáticas de guerra, guiones altamente elaborados, escenas violentas y momentos con carga sugestiva; hayas tenido un Atari 2600, un SNES o Xbox como primera consola, siempre ha existido un amplio catalogo de títulos, diseñados para cada tipo de audiencia. Y si te dedicabas a matar toda clase de alimañas en Contra o incontables rufianes es Ninja Gaiden, también fuiste víctima de las inocentes aventuras de Super Mario Bros. o The Legend of Zelda. La diferencia de algunas décadas atrás a nuestros días es que los tipos de consumidor están mejor delimitados, hay información más precisa de lo que deben jugar los niños y existe una clasificación que ayuda a diferenciar aún más los contenidos de un juego, aún si en casi toda América Latina se hace caso omiso, o ni que decir de la poca atención que ponen algunos padres –de todo el mundo– a lo que hacen sus hijos.

Claro, sería necio negar que la audiencia infantil es uno de los sectores más vulnerables a las garras de las compañías que buscan enriquecerse con toda clase de parafernalia, incluidos los videojuegos. Esos productos hechos al vapor, con bajos valores de producción y un diseño que busca acaparar la atención del niño, brindando entretenimiento repetitivo y de poco significado, son los que dan tan mala fama al concepto de juego para niño.

El arte de hacer juegos para niños

No todos siguen dicho ejemplo, hay más juegos para niños de buena calidad, divertidos o ingeniosos de los que a veces queremos darnos cuenta, en ocasiones por que simplemente no lo vemos y otras, porque no deseamos dejar a los pequeños las riendas de lo que consideramos entretenimiento para niños grandes. ¿Qué tal LittleBigPlanet 2, LEGO Harry Potter Years 1-4, Viva Piñata o Toy Story 3? Las tres propuestas tienen un evidente enfoque para público infantil, y sin embargo fueron criticadas bajo un reflector que incluía a todo público, y a pesar de todo resultaron victoriosos ante el ojo más escéptico. Ni que decir de Phineas and Ferb: Across the 2nd Dimension, que a menos que seas fan de la serie, seguro ni enterado estabas de su existencia y es una lástima, pues es uno de los mejores ejemplos de excelentes juegos para niños, justo como lo mencionamos en la infogalería de recomendaciones.

Epic Mickey es un ejemplo estelar del entretenimiento que se debe crear para los niños. Hay que recordar que, dependiendo de la edad del pequeño, no todo debe ser explícitamente educativo, las moralejas y la enseñanza derivativa a veces causa un impacto más profundo que las lecciones especificas. La más reciente creación de Warren Spector es una divertido cuento que muestra las implicaciones de causa y consecuencia, así como el valor de las decisiones, si eliges el caos y seguir tus propias reglas, te quedarás sólo y sin amigos, de ayudar a tus semejantes podrás encontrarte con un mundo maravilloso de rostros amigables y relatos emotivos. La narrativa del juego está diseñada para que un adulto la disfrute y en última instancia, le de gran valor, pero para un niño es una importante lección de vida. Como siempre, no se trata de que la asimile sólo, sino en compañía del adulto, pero al final es como un estereotípico cuento de hadas, sólo con pinceladas de interactividad.

Al final, lo importante es no desvirtuar los juegos para niños sólo porque no se ajustan a los estándares de entretenimiento al que los niños grandes estamos acostumbrados. Necesitamos tomar consciencia de que cumplen un propósito y satisfacen las necesidades de un sector importante para la industria, si bien menospreciado en muchos aspectos. Los videojuegos seguirán en constante metamorfosis, es fundamental para que el medio subsista, por lo que debemos dejar paso al desarrollo natural de las nuevas generaciones y dejar que disfruten su entretenimiento, sin críticas a lo que reciben, ni a como lo percibimos, en su lugar mejor sentarnos a compartirlo con ellos. A veces lo único que hace falta es ver las cosas con la misma inocencia.