Cómo rescatar al Xbox One

Ideas para reparar el daño causado a la consola


Yusuf Mehdi, jefe de estrategia y marketing de Xbox tampoco salió limpio. En el E3 insinuó que Halo 3 y Assassin's Creed 2 serían los primeros juegos que se regalarían en el programa Games with Gold, y llegado el momento, Microsoft ofreció el discreto Defense Grid, en otro claro ejemplo de confusión.

Este tipo de ambigüedad demostró que Microsoft no preparó a fondo su discurso. Como resultado, proyectó inseguridad sobre sus ejecutivos y exageró varias características de su oferta, sin considerar que la comunidad se percataría de ello.

De ahora en adelante, la compañía debe ser tremendamente clara y más inteligente, porque de otro modo, le falta al respeto al mercado, mismo que termina por percatarse del truco publicitario tarde o temprano. Además, cuando los directivos se ven obligados a maquillar verdades a medias, terminan por equivocarse y su imagen queda dañada.

Don Mattrick fue uno de los más afectados por la falta de congruencia y claridad en el discurso de Microsoft
Don Mattrick fue uno de los más afectados por la falta de congruencia y claridad en el discurso de Microsoft

Dentro de lo rescatable está que Don Mattrick ahora es parte de Zynga, lo que significa que un nuevo rostro puede reemplazarlo ―así sea el de Steve Ballmer― y eso definitivamente ayudará a dejar atrás algunas de las vergüenzas por las cuales pasaron Microsoft y el Xbox One en fechas recientes.

¡Ah, y un apunte más! No entendemos por qué Microsoft echó en la misma bolsa de basura donde iba el DRM al sistema para compartir la librería digital de juegos. Dicha característica definitivamente puede existir bajo el esquema actual, sólo que únicamente para quienes tengan Internet, eso es lógico. Su eliminación parece un castigo, un desplante de parte de la compañía para enfatizar que el DRM era bueno en su conjunto, cuando queda claro que no lo era.

Hay que ver más allá de Estados Unidos

Microsoft reparó parte del daño causado por su énfasis televisivo al enfocarse completamente en los juegos durante el E3, pero eso no significa que vaya a borrar ese componente de su oferta. Después de todo, es una realidad innegable que el Xbox One está diseñado para ser más que una consola de videojuegos y, por lo tanto, abandonar dicho elemento sería darle la espalda a su filosofía y tirar dinero a la basura.

Y es que, una apreciación más fría demuestra que el problema no radica en la televisión como tal, sino en el afán de Microsoft por enfocarse en la televisión y los deportes estadounidenses. Cada vez que la compañía pretende hacerle promoción a la mancuerna entre Xbox One y televisión, usa como ejemplo el futbol americano o el basquetbol, como si no existiera otra cosa. Esas son disciplinas que apelan sólo al mercado norteamericano (Canadá incluido), ¿pero qué sucede con el consumidor latino o el europeo? Se siente fuera, y al mismo tiempo, cuestiona la necesidad de un servicio adjunto como ese, mismo que, para colmo, incrementa el costo de la consola.

Aunque en el staff hay fanáticos de la NFL y la NBA, estamos conscientes de que no representan a los deportes más populares del mundo
Aunque en el staff hay fanáticos de la NFL y la NBA, estamos conscientes de que no representan a los deportes más populares del mundo

Microsoft definitivamente puede convertir esto en una fortaleza si se da tiempo para pensar en lo que el videojugador de cada región del mundo consume en el televisor. Si, por ejemplo, Microsoft llegara a México o a Brasil, ofreciendo tablas de posiciones, Picture in Picture y actualizaciones en tiempo real para la Liga MX, el Brasileirão o la Champions League, las cosas podrían ser muy diferentes. ¡Y tenemos más noticias para Microsoft! También existe la Fórmula 1 y el tenis, sólo por citar 2 deportes orientados a mercados más globales. Si cada quien lo piensa unos minutos, se le ocurrirán varias formas en las que esto puede adaptarse a cada región.

Tal vez en América Latina la liga de fantasía no sea tan común como en Estados Unidos, pero existen los pronósticos, los servicios de apuestas e incluso las quinielas entre amigos, todas prácticas que podrían acoplarse a las cualidades del Xbox One y la televisión.

¿Y qué pasa si al usuario no le interesan los deportes? Muy fácil, Microsoft se olvida un rato de las pelotas y las canastas para hablar con Sony Entertainment Television, Warner o las proveedoras de televisión por cable, pero no para generar contenido exclusivo sino para construir una estructura que en vez de dar aviso sobre un gol o un touchdown, informe al consumidor sobre un acontecimiento importante que está por ocurrir en su serie favorita. Un ejemplo es que se avecina el final de temporada, biografías de los personajes o una sinopsis del capítulo previo, y ahí tal vez entra la función para alternar aplicaciones del Xbox One, porque quizá Game of Thrones se fue a comerciales y mientras tanto el usuario juega Forza Motorsport 5, la consola advierte cuando el programa empieza de nuevo o sencillamente lo ve en una pantalla más pequeña. ¡Eso, damas y caballeros suena más interesante! Y si Microsoft inyecta 2 onzas más de creatividad y es capaz de ver más allá de la NFL y la NBA puede plantear ideas atractivas para una variedad más amplia de consumidores, sin sacrificar potencial para hacer negocio o incluso incrementándolo.

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