5.- La película entera puede que sea una alegoría al muy conocido tema de arte vs negocio. Ten en cuenta que los héroes de este mundo nacen con sus poderes en luga de adquirirlos por medio de algún accidente; ¿cuál sería el equivalente en el mundo real? Las personas que nacen con talentos extraordinarios para el fútbol, tocar la guitarra, escribir, xuparla, etc. Pero como esta es una película hecha por un director que (como puede verse en el material detrás de cámaras del DVD) tuvo que pelear con los productores de Pixar para plasmar su visión, me parece que Los Íncreíbles es una metáfora de los artistas que tienen que luchar para crear sin compremeter su arte a las decisiones ejecutivas para asegurar rentabilidad. Lo veo de esta forma: los "súpers" eran idolatrados y admirados por la sociedad estadounidense hasta que su existencia y sus talentos empezaron a ser arriesgados para el gobierno, por demadas de millones de dólares. Así, para evitar pérdidas, sus talentos fueron restringidos, controlados y supervisados. ¿Te suena familiar? Es como cuando a un director de cine se le otorga completa libertad creativa para realizar su película, pero en cuanto flopea (así como flopeó El Gigante de Hierro, otra película de Brad Bird) y resulta una pérdida millonaria para el estudio, se empieza a restringir y a cuestionar sus decisiones creativas en pos de alcanzar el máximo atractivo para una audiencia masiva. Esta lucha es antiquísima, y que se puede rastrear a los orígines del cine como industria y creadora de productos de consumo global. Lo que Bird parece expresar aquí es las películas de verdad son arriesgadas, no tiene ninguna seguridad de remuneración y su propósito final es la expresión del autor, no ir tras el prosaico y cochino dinero de nosotros, las manadas devoradoras de palomitas de maíz.
No pretendo decir que Los Increíbles sea una especie de obra de arte elevado; no, esto no es Tarkovski ni nada de eso. Es obviamente una película para niños, creada para el consumo masivo y como parte de la maquinaria de hacer dinero de Disney. Y sin embargo, el creador se las arregló para equilibrar eso con sus propios deseos y statements como director de cine y artista. Y solo por eso esta madre ya merece más respeto que el 99% de las otras películas de superhéroes que existen.
6.- A pesar de ser para niños, no se tienta el corazón al tratar temas un poquito más serios. Creo que nadie puede olvidar esa escena, quizá la mejor de la película, donde Helen y sus hijos se refugian en una cueva después de la explosión del avión. Antes de dejarlos para buscar a Bob, la madre les da una advertencia que parece muy fuera de lugar en una película para niños: "¿Recuerdan a esos malos de los programas viejos de la tele, donde salen malos tontos que al final son vencidos por el héroe? Pues los chicos de malos de esta isla no son como esos malos de la tele; si ellos los ven LOS MATARÁN ALV". No solo cada palabra de este línea de diálogo es perfecta e impacta en la audiencia para recordarnos que el riesgo es real y que no por ser niños se salvarían; además, el uso de armas de fuego es constante y presente desde el mismo inicio de la película, dándole asi más credibilidad.
No sé si también pueda incluir toda esa tensión sexual que comparten el Sr. Y la Sra. Parr, como esos pellizcos en el trasero, Elastigirl pasando por su entrepierna antes de presumir que tan elástica puede ser, la mirada de ella al trasero de él después de que se pone en forma...
7.- Esta cosa honra, parodia, imita a los héroes, todo a la vez; no por ser cosas contradictorias deja de tener éxito inigualable. Son demasiadas las escenas en donde el arquetipo del superhombre es exaltado (), ridiculizado (, y esos diminutos antiaces que son suficientes para ocultar su identidad, al estilo de los lentes de superman) e imitado (obviamente, todos tienen poderes ya antes vistos en diversos superhéroes populares). Sobresale el cómo se les muestra desde una óptica adulta y también desde una ópica infantil; al mismo tiempo se cuestionan tropos como el monólogo del villano y se muestra al morro extasiado por los poderes de la familia.
Otra cosa, muy al margen de todo lo dicho, son esas similitudes con Watchmen, que aún no sé si sean intencionales o no. Los héroes vivían su época de gloria hasta que una ley del gobierno los obliga a colgar los trajes y vivir en secreto; muchos años después, la muerte de uno de ellos comienza una serie de acontecimientos que culminan en el inesperado descubrimiento del villano y su plan malévolo. El villano, por ciero, hace mofa del cliché del monólogo del villano antes de ejecutar su plan, al igual que el Ozzymandias, y en las dos historias hay cierta alusión a lo imprácticas que serían las capas en la vida real.
Así que realmente Los Increíbles es una película demasiada rica en bondades como para no considerarla como...bueno, increíble. Hasta ahora no he visto ninguna que sea igual de buena cuya temática sea superhéroes en spandex y poderes de verdad. Es infantil, sí, así como el concepto mismo de superhéroe. Y no creo que haya nada de malo en eso.
