La encarnizada competencia entre Battlefield 3 y Modern Warfare 3 ya ha despertado cierta inquietud en torno a la necesidad de frescura e innovación al interior del estudio Sledgehammer Games, así lo señaló Glen Schofield, director general de la casa de desarrollo detrás de la próxima entrega de Call of Duty.
Absolutamente. Hablamos de ello [entregas anuales e inercia de la franquicia] todo el tiempo, aseguró Schofield, y es que la propuesta del estudio sueco DICE ha apoyado todas sus fortalezas en la noción de vanguardismo gráfico y apego a la realidad, dos rubros en los cuales Call of Duty ya se empieza a quedar un poco atrás.
Para contrarrestar esta tendencia, el directivo precisó que escuchan a los fanáticos y han hecho de la innovación su filosofía. Además, aseguró que por el momento la saga no da muestras de sedentarización: [Call of Duty] está creciendo. Puedes verlo allá afuera. Es tan grande, la gente lo ama y recibo tantos tweets de la comunidad. Es lo más grande que hay en el entretenimiento. Nos mantenemos paranoicos porque las cosas que
[p]puedan pasar, pero esa actitud de hecho a nuestros juegos mejores, concluyó.
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Call of Duty XP, la primera convención de seguidores de la saga fue una buena muestra de que la serie se encuentra quizá en su punto más alto. No obstante, un motor gráfico añejo, así como pocas novedades en cuanto a historia y modos de juego realmente nos hacen preguntarnos qué sigue después de Modern Warfare 3.
Sledgehammer Games se unió al equipo de desarrollo Call of Duty a partir del desafortunado conflicto legal entre Vince Zampella y Jason West, quienes, a su salida de Infinity Ward, arrastraron consigo a buena parte del motor creativo que impulsaba al concepto Modern Warfare.
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