En incontables ocasiones se ha intentado llevar franquicias del entretenimiento del pixel a la pantalla grande, y casi son las mismas ocasiones que hemos sido defraudados con adaptaciones mediocres y carentes de enfoque; pero ¿qué tal si sólo se toma inspiración en los videojuegos para crear algo completamente nuevo? Esa es justamente la premisa en la que se sustenta Wreck-It Ralph, la más reciente cinta de animación por computadora en la que trabaja Walt Disney Animation Studios, con una historia basada en el villano de un título de arcadia que cansado de ser despreciado por ser un villano, decide demostrar que puede ser un héroe.
El concepto no evita externar severas similitudes con Megamind, la serie noventera ReBoot, y hasta muestra ciertas trazas de Monster Inc., pero al margen de la posible inspiración, la explotación de personajes memorables de los videojuegos, no sólo es una oportunidad para generar cuantiosas cantidades de billetes, sino también para saciar nuestra nostalgia en una propuesta que se antoja interesante y atestada de carisma. Cabe mencionar que fiel a la tradición, el doblaje no suena mal, aunque no hace del todo mérito a las voces originales, con John C. Reilly (Gangs of New York) como Ralph el demoledor, Jane Lynch (Glee) interpretando a la sargento Calhound, y la multifacética Sarah Silverman en el papel de la terrible Vanellope von Schweetz.
Fuera de la emoción nostálgica de ver a Bowser de Super Mario Bros., Kano de Mortal Kombat, Zangief de Street Fighter y Coily the Snake de Q*Bert, el guión suena prometedor en cuanto a risas garantizadas, pues corre por cargo de Rich Moore, cuya trayectoria incluye Futurama y The Simpsons. Estará en salas el 2 de noviembre.
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