La administración china vetó la venta de consolas en aquel país de Oriente en el año 2000 y desde entonces los 3 grandes fabricantes no han podido entrar de manera formal, pero el PlayStation 3 podría ser una excepción tras cumplir los requerimientos de la certificación oficial, aunque Sony aún tiene obstáculos que vencer dado que los requisitos del gobierno son excesivos.
Los autores de PlayStation, al igual que sus competidores, han apostado por incursionar en territorio chino en un intento de cautivar el poder adquisitivo de cientos de millones de compradores potenciales, pero sobran los impedimentos legales así como los impuestos que se deben pagar, tanto que Sony consideró incubar una industria local en la que se desarrollaran juegos exclusivos para la población china, desarrollados por estudios chinos.
Así las cosas, Sony tiene permiso para distribuir su consola hasta antes de 2016, a partir de ese punto tendría que someter el hardware a un nuevo proceso de certificación, en cuyo caso seguro intentaría introducir su próxima consola y no el PlayStation 3. Cabe mencionar que de librar contratiempos, la venta en regiones chinas del nuevo modelo súper ligero podría impulsar considerablemente la liquidez monetaria de Sony, pues los costos de distribución se reducirían al mínimo, después de todo las plantas de manufactura están en esa nación. Es incierto si la compañía logrará librar los obstáculos, pero de hacerlo marcaría el paso para que el sector de las consolas regrese a China.
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