Entre las especificaciones técnicas que poseerá el Xbox One, existe un disco duro con capacidad de 500GB que, como usuarios, no podremos quitar de la consola.
De acuerdo con Albert Penello, director senior de planeación de producto en Microsoft, el disco duro incluido en el Xbox One no puede ser modificado o cambiado por los consumidores. Esto significa que, a diferencia de las versiones estándar y Slim del Xbox 360, no podremos sacar ni intercambiar unidades de almacenamiento internas a voluntad.
Sin embargo, Penello explica que gracias a los múltiples puertos USB 3.0 que incluirá la plataforma, podremos conectarle cualquier tipo de dispositivo de almacenamiento externo, los cuales serán capaces de replicar las mismas funciones del disco duro interno; un ejemplo de ello será la instalación obligatoria de juegos.
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