De acuerdo con documentos filtrados por Edward Snowden, agencias de seguridad como la NSA (Estados Unidos) y GCHQ (Reino Unido) plantaron espías en títulos en línea como WoW y Second Life. Según dichos reportes, éstas describieron a los entornos de juegos en línea como "redes ricas en blancos de inteligencia", donde los objetivos se escondían "a la luz del día".
El documento también muestra que las agencias de Estados Unidos y el Reino Unido recolectaron gran cantidad de datos en Xbox LIVE, donde las discusiones y comunicaciones personales entre jugadores son monitoreadas para "identificar cuentas, personajes y guilds relacionados con grupos extremistas islámicos, proliferación nuclear y tráfico de armas". La NSA incluso ha reclutado informantes entre los gamers, y tiene tantos agentes que hay grupos especiales para evitar que las unidades se estorben al competir entre sí.
El documento asegura que se han encontrado en dichas redes "hackers chinos, científicos nucleares iraníes, miembros de Hamas y Hezbollah". Un terrorista famoso por su adicción a WoW es Anders Breivik, el supremacista noruego que mató a más de 77 personas, la mayoría menores de edad, en atentados paralelos en Utoya y Oslo. Su personaje, Justicar Andersnordic, era (en una coincidencia perturbadora) un mago nivel 77 en el famoso juego en línea.
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