Gracias a la simpleza de los niveles y a la poca variedad de enemigos, el juego es sumamente corto; nos tomó cerca de 5 horas terminar la campaña principal de 11 misiones con 2 jugadores en la dificultad más alta, y para ser más claros, diremos que la única diferencia entre dificultades es tu resistencia al daño y la desaparición del HUD en pantalla.

Como si el cooperativo mejorara las cosas, este apartado sufre mucho del diseño de niveles; abrir una puerta es una mecánica tediosa cuando te encuentras con más de 2 jugadores, pues el reducido espacio de estas entorpece la acción. Las interacciones con otros jugadores son nulas, con excepción de levantarlos cuando se encuentren en apuros y pierden salud.

Todo el tiempo estarás acompañado de un marine (conocido cariñosamente como supercabronazo en la traducción al español) invencible y que al parecer, es etéreo, ya que los NPC no presentan colisiones; es decir, podrás pasar a través de ellos. Graciosamente, de esta forma nos dimos cuenta de que el juego dibuja la lengua de los personajes y la mueven cuando hablan, lo triste es que es imperceptible gracias al pobre trabajo en la sincronización de labios con los diálogos. Al mismo tiempo, las animaciones de estos modelos son muy pobres y el movimiento de los marines no lucen naturales y por último, los cadáveres de los aliens desaparecen en una nube verde de gas.

Incluso parece que estos NPC no existen, en muchas ocasiones son ignorados por los aliens que deciden atacarte a pesar de que los autómatas se encuentren frente a ellos. Cuando no están en combate son caprichosos, pueden seguirte o liderar tu camino, dependerá del script que rija su comportamiento en cada zona del mapa; habrá veces en que aparecerán frente a ti de manera automática al alcanzar tu check point.

El apartado gráfico de Colonial Marines deja mucho que desear; incluso en su versión de PC las texturas son de baja calidad. El mundo en general se presenta muy estéril y estático, hay pocas interacciones con el mundo que te rodea, lo máximo que podrás hacer estallar son algunos barriles estratégicamente posicionados al lado de los enemigos. En consolas las texturas no se despliegan adecuadamente, y su baja calidad es evidente al iniciar un mapa o al cambiar de cuartos. Lo único sobresaliente dentro de este apartado es la iluminación: las sombras lucen reales y en los lugares con mucha luz los efectos de postproceso no aturden ni bloquean la vista. Si hay una forma de hacer que este título se vea bien es eligiendo un nivel bajo de brillo, lo que acentúa la atmósfera y esconde las texturas.

Por otro lado, tenemos que enfatizar el gran trabajo realizado por el departamento de sonido, especialmente con la música orquestada, que genera contexto adecuado a la acción mostrada en pantalla, por ejemplo, la experiencia se sentirá frenética gracias a la música de fondo. Estas características se extienden a lo sucedido con tus compañeros, ya que te permite saber, a partir de sutiles efectos de sonido, cuando han sido dañados por enemigos. Y para los amantes de la franquicia, los clásicos sonidos de las armas están presentes, y es un deleite usar en todo momento el emblemático Pulse Rifle.

Otro apartado donde Aliens: Colonial Marines brilla es en su multijugador competitivo. Tiene 4 modos de juego: el clásico Team Deathmatch, donde los marines enfrentan a los Xenomorphs; en Extermination los humanos tienen que tomar posesión de diferentes puntos de control para eliminar huevos de alien; Survivor es donde un grupo de 4 marines debe sobrevivir al ataque del equipo alien en un tiempo límite de 6 minutos, pero cada marine sólo cuenta con una vida; finalmente tenemos Escape, aquí los humanos tendrán que llegar con vida al final de un nivel lineal, y como es de esperar, los aliens deberán impedir que esto suceda.

La novedad que ofrecen estos modos es la oportunidad de jugar como un Xenomorph; en cada partida los equipos rotarán de bando haciendo que todos los jugadores usen ambas razas. Como habíamos mencionado, existe una progresión de rangos, pero fue exclusiva para los marines, ya que en este apartado los aliens tienen sus propios rangos. Aquí se desbloquearán habilidades para las distintas clases de Xenomorphs que viste durante la campaña principal.

Todo lo negativo en este título se resume en una palabra: ambientación. A primera vista, diríamos que jugamos en una atmósfera oscura y llena de misterio gracias a sus técnicas gráficas de sombras, el fallo está en todas las mecánicas que gobiernan al juego y matan la experiencia, desde la pobre presentación de los aliens contra los que peleas ocasionalmente y que desaparecen mágicamente hasta las armas que puedes conjurar en cualquier momento. Esta falta de ambientación hace que Aliens: Colonial Marines no sea el gran título que los fans de la franquicia esperan y lo convierte en un FPS genérico de ciencia ficción.