J-Level #76: Soshite, E3 e...

Cómo llegarán al E3 2012 los japoneses más grandes


Entre los artistas contemporáneos japoneses, no hay mucho que saber sobre Mao Sugiyama; tiene 22 años, recién cumplidos. Es pintor y se hace llamar Hanna Cocotte o Shii Eiichi y se considera sólo un humano. Le gusta cocinar. Y ya. Oh, bueno, hay una anécdota de este artista: se cortó los genitales, los cocinó y se los sirvió de cena a cinco comensales en Tokio. Mao Sugiyama se extirpó el pene y los testículos en marzo de 2012 y los metió al congelador; ahí estuvieron durante dos meses, hasta que el 13 de mayo de 2012 organizó una cena elegante en un salón rentado; descongeló sus desos, los preparó, sazonó y sirvió, en un acto para despertar consciencia sobre las minorías sexuales. Los invitados pagaron ¥20,000 JPY ($250 USD) por cabeza y el dinero fue usado para el tratamiento médico de recuperación del artista. Además de los invitados, muchos otros curiosos asistieron para observar los platos finamente servidos, con guarnición de champiñones y perejil. Mediante su cuenta de Twitter, el 8 de abril de 2012 Sugiyama ofreció cocinar sus genitales para una persona por ¥100,000 JPY ($1,300 USD), pero notó tanto interés de la gente por probar su crujiente platillo especial que decidió que fueran cinco personas quienes le hincaran el diente. Por supuesto, el pintor obtuvo un certificado donde los médicos que se encargaron de hacerle the jaroch aseguraron que el paciente no tenía ninguna enfermedad ni infección. Además, la cena se preparó bajo supervisión de un chef certificado y los comensales tuvieron que firmar un documento donde aceptaban las condiciones del evento, tanto del artista como de los organizadores.

"¿Pero qué rayos...?" Sí, lo sé, lo sé. No hay más preguntas que hacer. Sugiyama, posteriormente, aseguró públicamente que tomó todas las medidas necesarias para que esto fuera legal. Así que, aunque hubo muchos críticos que lo acusaron, Sugiyama logró evitar que se le penalizara por violación a la prohibición de venta de organos, procesos de desperdicio médico y hasta requisitos de sanidad restaurantera. "Me llegan muchas preguntas de hombres y mujeres que quieren saber cuándo será el próximo evento. Lamentablemente, nada más tenía un paquete de órganos sexuales, por lo que no podrá repetirse la ocasión", comentó Sugiyama, quien desde antes de la operación se consideró a sí mismo asexual y se negó a adoptar un género sexual. Y, sobre el canibalismo, debido a que en Japón no es ilegal, la policía no pudo hacer nada al respecto. "Sabemos del caso. No se realizó ningún acto criminal. No violó ninguna regla detallada. No vamos a tomar acciones al respecto", comentó para AFP un oficial de la estación de policía de Suginami. No, pues... provecho. Y me parece que los comensales se quejaron por el tamaño de las porciones, pero eso no se ha documentado de manera oficial. Jo, jo, jo.

Justo cuando estaba leyendo sobre Sugiyama (que se rumora que ahora le dicen El chato), no pude evitar pensar en Vincent Van Gogh, este locochón postimpresionista neerlandés que se mochó una oreja y se la mandó a una meretriz en una cajita. Van Gogh, como muchos de sus colegas contemporáneos, quedó cautivado con las pinturas ukiyo-e, grabados xilográficos producidos en Japón entre los siglos XVII y XX, que normalmente tienen paisajes y retratos de la vida de Japón. Las obras de ukiyo-e no se conocieron fuera de Japón sino hasta después de la restauración Meiji, en 1868, cuando el país nipón abrió sus fronteras y comenzó a permitir el comercio con extranjeros. Muchas estampas de ukiyo-e llegaron a Europa, fascinando a los artistas de la época, dando pie al llamado japonismo, un movimiento de moda donde varios pintores, especialmente los franceses, adoptaron aspectos de este peculiar estilo oriental. Se dice que Van Gogh vio por primera vez la estampa de la obra de ukiyo-e Ōhashi atake no yūdachi, o séase, El puente Ōhashi en Atake bajo una lluvia repentina, de Hiroshige Utagawa y, encantando, hizo su propia versión. Incluso en uno de los autorretratos de Van Gogh, donde presume el vendaje de su oreja mochada, en el fondo se alcanza a ver una xilografía japonesa, evidenciando su admiración por ukiyo-e. Entre los artistas que mejor representan ukiyo-e están los famosos Hiroshige, claro, Hokusai, Sharaku y Utamaro, entre otros. Y, curiosamente, deambulando por la red, me encontré estos trabajos del joven artista Jed Henry, quien decidió mezclar su pasión por los videojuegos con su talento para imitar ukiyo-e, y el resultado es agradable.

Y terminando con el asunto del arte, me gustaría invitar a los lectores de J-Level a la exposición Iro, iro iro, de la artista japonesa YURO, quien actualmente reside en la Ciudad de México. YURO se encuentra realizando una maestría y esta exposición es un compendio de parte de su investigación sobre la comparación entre los colores de México y Japón, colores de su naturaleza, de su cultura, de sus artesanías y su cotidianidad representados en el arte. Además de que YURO reproduce obras japonesas con estilo mexicano y viceversa, ha hecho una investigación muy interesante sobre el origen vegetal de los colores y cómo se han obtenido a través de la historia de ambos países, además del significado que han tenido a lo largo del desarrollo de las culturas. Me parece una oportunidad única para ver la convergencia de estos aspectos artísticos de estas dos naciones. Iro, iro iro (o séase, 'colores, muchos') se inaugurará el próximo 31 de mayo de 2012 a las 18:00 en Plaza de la Constitución #7 en el Centro Histórico de la Ciudad de México (ahí mero, en el Zócalo... obvio, la estación del metro Zócalo les queda increíble) y estará abierta al público hasta el 7 de junio del mismo año. Los estudiantes de diseño no pueden desaprovechar esta oportunidad para acercarse a platicar con YURO.

Pícale al 2 para que veas cómo se va a poner el E3 2012 para los grandes japoneses.

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