J-Level #90: TGS 2012 y la crisis

¿Se está perdiento el interés por los videojuegos en Japón?


Los últimos días han sido muy japoneses y muy calurosos. Al lado de mis compañeros de LEVEL UP he recorrido las calles de los principales barrios de Tokio, visitando los lugares donde todo videojugador tiene que estar cuando tiene la oportunidad de venir a Japón. Uno de ellos es el Biohazard Cafe & Grill S.T.A.R.S., un restaurante temático de la serie Resident Evil (conocida en Japón como Biohazard); éste se encuentra en Shibuya (pronúnciese 'shibuia', no 'shibulla'), conocido por ser el centro de la moda y la vida nocturna de los jóvenes. Cuando fuimos a conocerlo, Gárgamel, canófilo empedernido, tuvo el acierto de rogarnos porque lo lleváramos a conocer la estatua de Hachiko, el famoso perro japonés Akita, que acompañaba diario a su amo, el profesor Hidesaburō Ueno, a la estación de tren en Shibuya y ahí lo esperaba hasta que regresaba de trabajar y se iban juntos a su casa. En 1925, el profesor no volvió a la estación debido a su muerte repentina, y Hachiko lo esperó en la estación del tren durante 9 años, hasta que murió también. La lealtad de Hachiko se hizo famosa, primero entre los lugareños y después se extendió debido a que un periódico publicó un reportaje. En 1934 se le hizo un homenaje en vida a Hachiko, erigiendo una estatua de bronce en la estación donde esperaba, sin embargo, debido a la carestía causada por la Segunda Guerra Mundial, el gobierno tuvo que desmantelar y fundir la estatua para usar el bronce. En 1948, el hijo del escultor de la primera estatua, hizo una segunda y se colocó en el lugar original, y es la que existe en la actualidad. Además de eso, una de las 5 salidas de la estación del tren de Shibuya se llama 'Hachiko', en honor al honorable perrito.

Después de recibir nuestra dosis de buena suerte (ya que, según se dice, sólo se esperan cosas buenas después de tomarse una foto en la estatua de Hachiko), fuimos al Biohazard Cafe & Grill S.T.A.R.S., que está como a 5 minutos caminando desde la estación, en el séptimo piso de la tienda departamental PARCO. Este lugar abrió apenas en julio de 2012 y, la verdad, nos dio muy buena espina. La recepción estaba del todo temática, con primeras planas del periódico de Raccoon City enmarcadas, vitrinas con memorabilia de Resident Evil (playeras, litografías, llaveros...), la guapa recepcionista disfrazada de Jill Valentine... de hecho, la emoción era mayor porque el restaurante, es decir, las mesas, la cocina y todo lo demás, no está a la vista, sino detrás de una puerta con el símbolo del biorriesgo (que, por cierto, fue creado en 1966 por la corporación Dow Chemical Company). El precio para entrar es de ¥3,700 JPY ($48 USD) para hombres y ¥3,300 JPY ($42 USD) para mujeres, si es que quieres un bufé con platillos como la 'Ensalada mixta de hierbas rojas y verdes', los 'Fideos originales S.T.A.R.S.' (la versión de Jill, 'sólo para chicas, con un sabor suave y tierno que hace que recuerdes tu infancia', o la versión de Barry, sólo para chicos, con 'su sabor picante, muy adictivo'), el 'Postre estilo Rebecca', el 'Helado exclusivo de Wesker' y, por supuesto, toda la barbacoa estilo Raccoon City que te quepa en la panza. Pero si no tienes hambre y nada más quieres ir a relajarte con tus compañeros después de una ardua sesión de limpieza de zombis por las calles, puedes tomar el servicio de bar, donde pagas un cover de ¥500 JPY ($6 USD) y puedes pedir bebidas sin alcohol, como la Aruka's 98 (soda de cereza), Wind Crest (jugo de piña con naranja) o Leche con chocolate de la granja Raccoon; también hay cocteles (sin nombres temáticos) y cervezas, servidas en vasos con el logotipo de S.T.A.R.S. y RPD.

Y es que, para que la experiencia de venir a este restaurante sea aún más complaciente con los visitantes y fans de la serie, se supone que el bar está en Raccoon City y únicamente los agentes vienen a echar el brindis después de trabajar. Al menos así es la descripción en el menú, que reza así:

"Raccoon City es un pueblito suburbano en las montañas Arkley, en algún lugar del centro de Estados Unidos. La ciudad ha sido fuente de muchos incidentes extraños. Para combatir estos incidentes, la policía de Raccoon City reclutó una unidad de fuerzas especiales llamada S.T.A.R.S. (servicio especial de tácticas y rescate, [por sus siglas en inglés]). Los miembros de S.T.A.R.S. trabajan duro todos los días para evitar que las amenazas lleguen a Raccoon City. CAFE & GRILL S.T.A.R.S. fue creado específicamente como un punto de descanso para el personal de S.T.A.R.S. Nadie más tiene permitido el acceso."

Todo suena demasiado bien para ser verdad, ¿no? El problema es que no está bueno. Cuando la recepcionista nos llamó, con su despampanante caracterización de Jill Valentine, nos dirigió a la puerta que nos llevaría al paraíso gamer, y en su papel, con un nivel de capacidad histriónica de 0.0% con el que casi nos advirtió que lo que diría a continuación no se le había ocurrido a ella y que sólo estaba haciendo su trabajo, nos abrió la puerta, respiró profundo y, con cara de 'esto me pasa por no acabar la preparatoria', nos dijo: "bienvenidos, agentes, al bar de S.T.A.R.S., esperamos que disfruten su estancia"; pero nunca dejó de sonreír, la pobre. ¿Qué había del otro lado de la puerta? Un restaurante de 4 por 4, con 10 mesas y diseñado con el mismo estilo, gusto e ingenio que un Denny's; eso sí, decorado con toda la intención de hacerlo parecer bien temático; muchas armas enmarcadas, réplicas de las que se usan en el juego; una chamarra de S.T.A.R.S. en una pared y en la otra un mapa bien austero de Raccoon City; al fondo, unas vitrinas con estatuillas (2) de los acertijos del juego, la máquina de escribir donde se salva el juego y una granada. Y cintas amarillas por doquier con las iniciales del departamento de policía de Raccon City. La atracción principal: Tyrant de tamaño real dentro de una vitrina, al fondo del lugar. Con música de Spice Girls y Hanson, nos sirvieron las bebidas y veíamos las piernas de las meseras disfrazadas, no por pervertidos, sino porque no había más qué hacer.

De pronto, dieron la tercera llamada. Iba a haber show. "A lo mejor se pone bueno", pensé. Y no pudo ponerse mejor (en el sentido negativo). Las meseras salieron por la puerta y empezaron a bailar con una coreografía chafísima Spice Up Your Life de Spice Girls, al mismo tiempo que mi mandíbula encontraba nuevos límites para abrirse. Esto era tan ridículo, que empecé a esbozar la sonrisa que precedía una carcajada explosiva, pero la tuve que contener porque un agente de S.T.A.R.S. como yo jamás heriría así los sentimientos de sus compañeras. De pronto se apagaron las luces y sonó una alarma; las chicas reaccionaron mientras la voz informaba que Tyrant estaba por escapar de su celda. Las agentes tomaron las armas de la pared y empezaron a disparar hacia el cristal de la vitrina, que resulto ser una pantalla que mostraba efectos especiales, como humo, lasers y agujeros de bala. Las chicas, echándole ganas a su chamba, involucraron al público e invitaron a 2 clientes a dispararle al Tyrant junto con ellas (los clientes que habían pagado el bufé, por supuesto). La contingencia terminó favorablemente para todos, se encendieron las luces, siguió la canción de las Spice Girls, las meseras bailaron un minuto más, nos dieron las gracias, nos llevaron la cuenta, se nos cayeron los calzones, les dijimos "que se los pague su abuela", no nos entendieron, pagamos y, decepcionados, nos fuimos. Pero ahora que tuve que recordar la nochecita, me volví a reír. La verdad es que fue una experiencia muy extraña y estoy seguro de que no hay ningún lugar como este fuera de Japón. Creo que los fans de Resident Evil saldrán satisfechos de ahí (no felices, no embelesados, sólo satisfechos) y como videojugador, la verdad, para bien o para mal, es algo que no se puede dejar de ver.

Pícale al 2 para que veas cómo vive el Japón videojugador un veterano como yo.

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