5 juegos para quienes no quieren abandonar su Xbox 360 y PlayStation 3

Peores gráficos, misma diversión


Todavía recuerdo esa amargura de no poder migrar a la nueva generación de consolas; la envidia —porque definitivamente eso era— de ver a mis amigos jugar con lo más reciente y los cuentos chinos que me contaba en un afán por sentirme conforme con mi Madden NFL 2003 para PlayStation, a sabiendas de que la versión para PlayStation 2 y Xbox lucía mejor.

Es difícil cuando eres niño porque no depende de ti invertir en una consola y cuando te vuelves adulto, descubres por qué para tus papás tampoco era fácil darte lo último en tecnología de videojuegos por más que quisieran.

Migrar de generación es complicado, casi tanto como sobrellevar la sensación de no estar a la "vanguardia". Si eres gamer, debes reconocer que esa incómoda sensación es real, pero también que no siempre se puede comprar una nueva consola o, cuando menos, no cuando quieres.

Afortunadamente, el periodo de transición entre sistemas genera un área común; un espacio donde coexisten juegos que complacen a más de una generación de consolas. Detrás de ello hay un asunto de negocios, y el resultado es un conjunto de títulos cuyo concepto existe para satisfacer el apetito de innovación de la nueva generación de sistemas pero que casi de milagro, encajan también en el antiguo hardware. Para ponerlo de un modo más simple: son juegos desarrollados para nueva generación que puedes disfrutar en la anterior —mientras logras migrar a Xbox One y PlayStation 4—.

A continuación voy a enumerar 5 buenos ejemplos de adaptaciones para la generación previa, mejor conocidos como ports, que preservan la experiencia de juego prácticamente intacta. Es importante acotar que todos tuvieron que comprometer ciertos aspectos; ningún port es idéntico a su hermano mayor de Xbox One y PlayStation 4, de otro modo, la existencia de dichos sistemas resultaría absurda, pero cuando menos conservan sus principales rasgos. Insisto: los ejemplos que te presento hacen sacrificios y están en orden de mayor a menor número de elementos comprometidos.

5. Dragon Age: Inquisition

Desarrollador: BioWare
Distribuidora: Electronic Arts
Plataformas: PC, PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360 y Xbox One

Primero en la lista de juegos desarrollados con Frostbite 3 que no pertenecen al género de acción o carrera, Dragon Age: Inquisition, supuso para la serie un incremento en los estándares de presentación pero, más importante todavía, en la escala de exploración con espacios de juego más amplios y visualmente más seductores que los de entregas previas —las cuales destacaban más por su estructura que por su aspecto—.

BioWare tuvo que escoger 1 de las 2 novedades fundamentales dentro de Inquisition para la versión last-gen y fue la escala. La experiencia base quedó relativamente a salvo del downgrade; sin embargo, la migración vino a expensas de rendimiento y presentación, de modo que el juego prescinde de los finos acabados visuales de su hermano mayor y sufre de anomalías en cuanto a fluidez, con tiempos de carga prolongados, desgarro de pantalla, problemas de texturas y caídas en el índice de cuadros por segundo para ubicarse a veces en el rango de los 20 fps.

En pocas palabras, jugar Dragon Age Inquisition en Xbox 360 y PlayStation 3 es una experiencia tan amplia como en sus hermanos mayores; incorpora los mandos de combate mejorados y por supuesto, respeta el aire de exploración, valores que lo hacen superior si lo comparas con otros títulos de la séptima generación, lo negativo es que definitivamente luce más achatado y corre con dificultades.

Izquierda Xbox 360; derecha Xbox One
Izquierda Xbox 360; derecha Xbox One

4. Metal Gear Solid V: The Phantom Pain

Desarrollador: Kojima Productions
Distribuidor: Konami
Plataformas: PC, PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360 y Xbox One

Metal Gear Solid V: The Phantom Pain también redujo su más importante innovación a escala. Luego de 20 años de infiltración táctica lineal en espacios cerrados, The Phantom Pain puso la serie a la vanguardia al apegarse a un modelo de mundo abierto que, aunado a la maestría narrativa de Hideo Kojima, se tradujo en una obra magistral.

Dicho lo último, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain dista de ser una proeza gráfica y la versatilidad del motor FOX Engine permitió entonces que la experiencia migrara a last-gen con menos sacrificios que el juego de BioWare.
A diferencia de Xbox One y PS4, los cuales reproducen el juego a 60 cuadros por segundo en 900p y 1080p respectivamente, las versiones para la generación pasada operan a 30 cuadros por segundo en 720p.

Para ser francos, The Phantom Pain no es un título frenético, con lo cual el detalle de los 30 cuadros por segundo resulta tolerable, aunque en ocasiones cae a 20 y ahí las cosas se tornan un poco más incómodas.

Un detalle más importante es la forma como el viejo hardware manipula la imagen, tanto para bien como para mal. La aparición tardía de objetos es un lugar común, omitieron algunos efectos, la distancia de dibujado es menor y en general, se aprecia menos nitidez, aunque la iluminación conservó algunos de sus valores originales. Todo esto podría afectar cuando usas el rifle de francotirador o cuando estás estudiando un fuerte enemigo desde lejos.

Al margen de lo anterior, la innovadora experiencia de infiltración a campo abierto permanece y el juego luce más o menos bien cuando reparas en su escala, puesto que estas versiones importan los mapas con toda su amplitud y también las funciones con toda su versatilidad.

3. Pro Evolution Soccer 2016

Desarrollador: PES Productions
Distribuidor: Konami
Plataformas: PC, PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360 y Xbox One

Desde que migró a FOX Engine, PES es un bendito manjar visual. Podrá seguir batallando con algunos detalles de mecánica de juego y las condenadas licencias, pero es innegable su condición de líder gráfico deportivo tanto en la generación actual como en la anterior. Siendo honestos, lo gráfico se le da bien a Konami desde 2014, pero no por ello deja de asombrar la pulcritud con la que FOX Engine es capaz de reproducir la experiencia futbolera en máquinas con casi 10 años de antigüedad, y es que PES 2016 corre a 60 cuadros por segundo en PS3, por ejemplo. De hecho, el viejo lobo de mar de Sony goza de algunas ventajas respecto a la versión para PS4, como juego local hasta para 7 personas, editor de pixeles e importación de música.

Sin embargo, hay algunos compromisos. La resolución baja de 1080p a 720p, se nota que el conteo de animaciones es un poco inferior y ciertos interludios asociados con la presentación de los partidos están ausentes, pero en general, Konami respeta a los usuarios de la generación anterior y, a juzgar por lo que escuchamos en E3, no hay planes para que eso cambie. ¡Eso sí! Estamos hablando de consolas, porque la versión para PC es una cuestión completamente diferente.

2. Titanfall

Desarrollador: Respawn Entertainment / Bluepoint Games
Distribuidor: Electronic Arts
Plataformas: Xbox 360 / Xbox One

Aunque podemos catalogarlo como veterano, Titanfall es uno de los mejores juegos intergeneracionales. Muchos esperábamos que el port para Xbox 360 fuera una basura, considerando el hermetismo de Electronic Arts al respecto, pero cuando lo probé me llevé una agradable sorpresa al descubrir que la experiencia estaba prácticamente intacta y eso es lo que cuenta. El añejo motor Source no sobresale en Xbox One, pero las mecánicas son relativamente innovadoras y su dependencia de los bots las colocaba en un terreno inestable cuando de adaptaciones a last-gen se trataba, sin embargo, el estudio texano Bluepoint Games se lució.

Como era de esperar, la versión para Xbox 360 tiene un aspecto algo... achatado; hay bordes dentados, desgarro de pantalla ocasional y las texturas demoran en cargar, pero Titanfall para Xbox 360 suele reproducirse a más de 40 cuadros por segundo y conserva el frenético combate y los elementos icónicos, tales como la libertad para correr por las paredes, agarrarse a puñetazos con otro titán o batirse en duelo aéreo con un piloto enemigo. En uno que otro escenario diluyeron el conteo de elementos ambientales, pero el de bots permanece prácticamente libre de compromiso, salvo en Last Titan Standing, donde no importa tanto.

Así que si todavía no tienes un Xbox One y dudaste en comprar Titanfall para Xbox 360 en su momento, es un buen momento para que le des una probada porque debe estar a un precio más accesible y respeta la experiencia original con muy escasas omisiones.

Texturas en Xbox 360
Texturas en Xbox 360

1.- Destiny

Desarrollador: Bungie
Distribuidor: Activision
Plataformas: PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox 360 y Xbox One

A reserva de detalles estéticos menores, Destiny es el mejor ejemplo de un buen juego pensado para la nueva generación, pero deleitante en la anterior. Sí, los colores lucen un poco más apagados en last-gen y ciertas mejoras hechas al baúl no pudieron implementarse en el anterior hardware, pero fuera de eso, la vasta experiencia de juego que brinda este shooter híbrido permanece idéntica sin importar en cuál sistema la disfrutes. En todo caso, la pregunta aquí es si tus amigos están en la misma página que tú, toda vez que se trata de un juego 100% social.

Dicho esto, Bungie tuvo que hacer algunas consideraciones. A diferencia de la versión para Xbox One y PS4, la de Xbox 360 y PlayStation 3 corre con una resolución 1024 × 624 y a 30 cuadros por segundo, en vez de 60, pero no cae tan estrepitosamente como en otras adaptaciones.

Como mencioné, existen detalles estéticos a considerar, es decir, los colores en Destiny para Xbox 360 y PlayStation 3 lucen un poco más apagados y hay menos efectos ambientales; naturalmente, la experiencia visual se antoja menos nítida, mientras que anomalías de ralentización y caídas leves de frame rate ocurren al viajar en sparrow. Eso es lo único negativo de Destiny en Xbox 360 y PlayStation 3. Bungie hizo un extraordinario trabajo de optimización y la progresión migra de last-gen a next-gen para cuando puedas dar ese anhelado salto a Xbox One o PlayStation 4.

UN ESFUERZO SOBRESALIENTE

Parece poca cosa pasar estos juegos a Xbox 360 y PlayStation 3, pero se necesitan auténticas proezas técnicas y llevan dicho hardware a su máximo potencial en el sentido más estricto de la expresión. Sí, siempre es molesto reconocer que todos los ejemplos enumerados comprometen la calidad visual y respeto a quien piense que estos juegos no valen la pena en last-gen, pero los elementos importantes de la experiencia de juego están virtualmente intactos. Hay que reconocer el esfuerzo de los estudios involucrados para traer estos títulos a hardware hasta 10 veces más limitado.

Como dije, detrás existe una motivación de negocios, pero cuando reparas en que entregas como Dying Light o Mortal Kombat X ni siquiera se tomaron la molestia de atender ese mercado, te das cuenta de que el esfuerzo —con o sin negocio— es de reconocer. Es decir, Konami hizo una versión de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain para Xbox 360 y PlayStation 3, a pesar de que sólo 5% de las copias vendidas están en esas plataformas.

Así que si esta Navidad todavía la vas a pasar con tu Xbox 360 y PlayStation 3, no estará de más que eches un vistazo a los 5 títulos para revalorar a esos viejos amigos que tantas horas de diversión aún son capaces de darte.

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