2. Metal Gear Solid V: The Phantom Pain
Un juego polémico, de mecánicas perfectas, con una trama controvertida, interesante y, sobre todo, significativo. Metal Gear Solid V: The Phantom Pain significa, entre otras cosas, que Hideo Kojima no volverá a tocar nada que tenga que ver con Snake. Este juego es sinónimo de un drama que duró buena parte del año y que dominó la conversación de la industria. No sólo periodistas y críticos del medio estuvieron al pendiente de lo que ocurría, sino millones de fans en todo el mundo.
El resultado final es satisfactorio, aunque algunos señalaron la falta de atención que recibió la segunda mitad del juego, sus mecánicas son impecables. Éste es el Metal Gear Solid con mejores controles que se hayan hecho y, nos atreveríamos a decir, también con mejor diseño de niveles y de misiones. Técnicamente, el título es perfecto: corre sin problemas en consolas y la versión de PC es un deleite de optimización. A pesar de ser de mundo abierto, no tiene bugs notables y el producto final exhuma calidad por todas partes.
La dirección de arte, la música, los personajes y prácticamente todos sus aspectos apuntan a que este título es el más ambicioso en la historia de la franquicia. El legado de un estudio de desarrolladores está concentrado en momentos tan épicos como el enfrentamiento con el escuadrón de francotiradores, el duelo con Quiet y la infiltración más exquisita que hayamos visto jamás. Podremos criticar muchas cosas argumentales sobre el título, pero su centro, su base, es impecable. No merece otro lugar en esta lista.
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