Bobby Kotick, director general de Activision, tiene uno de los trabajos más difíciles del mundo: es algo como un abogado del diablo, que debe convencerte de que algo esencialmente malo es hecho en tu beneficio, y comunicártelo con una sonrisa. Claro que un trabajo difícil viene con grandes recompensas: Activision confirmó que el esperado Call of Duty: Modern Warfare 3 incluirá características premium. Para decirlo pronto: pagar el juego no será lo último que gastarás en él.
Se habla de que MW3 pondrá mucho más énfasis en el contenido online y la interacción multiplayer. Se habla también de que el desarrollador misterioso que trabajó en este juego es Beachhead, lo que completa la nueva unidad de negocios de Activision, la cual fue descrita en términos de monetarización online añadida. No será sólo un paquete de mapas esta vez.
El señor Kotick afirma que todo lo que hemos visto hasta ahora en CoD estará presente al comprar nuestra copia: la campaña individual, algo como las spec-ops de MW2 y el multiplayer. Pero. Pero los servicios premium online, sin embargo, aportarían características extra a la experiencia online. Es decir, que puedes tener el nuevo MW3 y todas las características que ya conocemos, y además puedes invertir un poco más, opcionalmente, en características extra. Vaya.
La franquicia es, si no la más vendida, una de las más vendidas en la historia de los videojuegos (Black Ops reportó ganancias para Activision por $650 millones de USD durante los cinco primeros días después de su estreno). ¿En serio es necesario pedir una inversión extra a los jugadores? Pero antes de alzar las antorchas y pedir la cabeza del señor Kotick hay que apreciar el detalle de que estas características premium permanezcan como opcionales: los jugadores casuales, el objetivo de mercado principal, comprarán el juego, los que odian Activision y Call of Duty lo comprarán también, y sólo algunos curiosos con algo de dinero extra explorarán las nuevas características. Con todo, habrá qué esperar a ver qué ofrecen en términos de experiencia de juego y valor añadido real. Y luego, pedir la cabeza de Kotick.
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