Cuando Sony anunció que incluiría capacidad de conexión 3G en su nueva consola portátil PS Vita, era inevitable preocuparse de los costos que implicaría, después de todo, la tecnología aún no es barata y los planes de datos en particular en Latinoamérica se mantienen en el margen de lo poco accesible. Al parecer, la compañía nipona siempre estuvo consciente de las complicaciones pero decidió proceder en favor de invertir en el futuro, pues tal como lo expresa el presidente de Sony Worlwide Studios, Shuhei Yoshida, cuando los sistemas duran muchos años, es fácil actualizar el software, mientras que resulta complicado mejorar las características del hardware, y si se requiere aumentar las capacidades del equipo, implica nuevas versiones y por ello, más gasto.
Conforme a lo compartido por el ejecutivo, el propósito es crear una plataforma social, idéntica a lo que se maneja en PlayStation 3, y que sin importar nuestra ubicación, podamos iniciar una partida con amigos, ver las actividades de otros jugadores o simplemente, disponer de los contenidos que se publican constantemente en la pantalla de inicio de la consola, pero además, que permita a los desarrolladores explorar el potencial del 3G, pues aunque toma años experimentar con la tecnología, no podrán comenzar a hacer pruebas si la función de conectividad no está disponible.
Por supuesto, no todo es optimismo y un prometedor porvenir, Shuhei admite que implica un gasto mayor para el consumidor, y que además de que la versión 3G es más cara, también incrementa los costos de contenido cuando se descarga lejos de una conexión Wi-Fi, circunstancia especialmente delicada, ya que para Sony lo más importante es ofrecer el mejor contenido, y al comparar la relevancia, la conectividad pasa a segundo plano. Al final, Sony mantiene su postura de que están preparando el terreno para el futuro cercano, y que al igual que se incluyó compatibilidad con banda ancha en el PlayStation 2, en Vita el 3Gpermitirá experimentar con los juegos en línea.
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