El juego de wargaming por excelencia, Warhammer 40,000, vive su mejor momento con el juego de mesa más popular que nunca y los videojuegos que lo acompañan alcanzan niveles nunca antes vistos en un sinfín de géneros. Sin embargo, a pesar de que su ADN se presta para ser representado fielmente en el terreno del RTS, una entrega de la franquicia permanece elusiva, ¡pero no más!
Dawn of War está de regreso con una cuarta entrega principal que promete volver a las raíces con una brutalidad que te dejará sin aliento. Ahora el responsable es Deep Silver junto con el equipo alemán de KING Art Games, quien hace unos años sorprendió a propios y extraños con el lanzamiento de Iron Harvest, un RTS de historia alterna con fuertes fundamentos y una campaña sólida. ¿Logrará reavivar esta franquicia caída en desgracia?
Después de jugar (varias veces) una misión demostrativa durante las celebraciones de gamescom 2025, nuestra fe en el Emperador de la Humanidad es más firme que nunca. Enseguida, te presentamos nuestras impresiones.
¡La Guerra Vuelve a Kronus con Más Fuerza que Nunca!
Pero antes, ¿qué trae de nuevo Dawn of War IV? De acuerdo con información que recabamos durante una presentación virtual exclusiva —a la que LEVEL UP asistió— Dawn of War IV representa el regreso en forma de la brutal franquicia de estrategia en tiempo real.
El desarrollador promete 4 facciones a elegir: Space Marines, Orks, Necrons y el debut de Adeptus Mechanicus; ¡más de 70 misiones de campaña… solas o con un amigo! Asimismo, más de 10 Comandantes jugables, 110 unidades y edificios diferentes, modos multijugador como Last Stand (¡leíste bien!), cooperativo, escaramuzas y mucho más. El paquete de contenido es enorme y sumamente ambicioso, donde se incluye una herramienta para pintar y personalizar las unidades como si fueran verdaderas miniaturas.
Sobre la historia, nos contaron que se ubica muchos años después de Dawn of War: Dark Crusade. La guerra regresa a Kronus y el Capitán Cyrus, el Bibliotecario Jefe Jonah Orion y el Warboss Gorgutz, junto con nuevos comandantes, luchan por la supremacía. Algo que compartió el equipo desarrollador es que la narrativa es no lineal, por lo que podrás abordar algunas misiones a tu ritmo; sin embargo, algunas situaciones podrían suceder de manera diferente por el orden en cómo abordas las misiones, por lo que cada jugador podría tener una experiencia diferente.
Asimismo, la pluma del autor de Black Library, John French, es quien escribe la campaña de Dawn of War IV que, adelantan, es la más grande hasta la fecha en la franquicia.
¡Por fin, volvemos a la guerra!
La impresión inicial de Dawn of War IV es muy positiva. KING Art Games se tomó la tarea de recrear la experiencia original de los clásicos de antaño con un sistema de juego probado y verdadero, pero con espacio a mejoras.
Esto quiere decir que la base del juego es tradicionalista. Hablamos de capturar puntos, obtener recursos y, gradualmente, construir defensas y edificios para amasar ejércitos con los cuales asaltar las bases del ennemigo. En efecto, como lo escuchas: construcción de bases y fortificaciones de la manera más clásica. Sin embargo, como dicen, el diablo está en los detalles.
Asimismo, como es costumbre, las diferentes unidades se actualizan con armamentos específicos. Por ejemplo, los escuadrones pueden ser equipados con propulsores para asaltar las líneas enemigas. También pueden portar espadas para diezmar la infantería o martillos para acabar con las unidades con armadura. Este elemento de profundidad táctica nos permite personalizar nuestro ejército como si fueran miniaturas.
Esto quiere decir que la microgestión de unidades está de regreso. Hay que activar propulsores, granadas y cambiar de armamentos a distancia en el calor del combate. Asimismo, las unidades heróricas están presentes, pero a diferencia de Dawn of War III, no reciben toda la atención, ni son sumamente poderosas.
Otros elementos de estrategia que detectamos durante nuestra misión como los Space Marine son coberturas en el campo de batalla que, al ocuparlos, aportan bonificaciones defensivas. Sin embargo, no logramos notar esto integrado en el escenario como en cráteres como los juegos originales, aspecto que funcionaría muy bien con el estilo de juego; al menos, no son cúpulas de energía en el centro del mapa. Asimismo, las unidades tampoco tienen moral, así que olvídate de romper las líneas de infantería con un lanzallamas. Ojalá esta función sea añadida en el futuro, pues es una característica que muchos jugadores de los originales recuerdan frecuentemente.
Dicho lo anterior, Dawn of War IV utiliza sistemas probados muy tradicionalistas dentro del género; sin embargo, el festín visual está en otro nivel. Esto es gracias al Sync Kill renovado, un elemento clásico en la serie. Esta función es un sistema profundo de animaciones procedurales que simulan en tiempo real un combate. De acuerdo con el desarrollador, este sistema permite que todas las unidades interactúen entre sí. Simulan un combate en tiempo real, en lugar de simplemente ejecutar una serie de animaciones predeterminadas. Esto ocasiona que los combates cuerpo a cuerpo luzcan espectaculares y dinámicos. Sin duda, un verdadero festín para los sentidos.
Con lo anterior, no está por demás mencionar que el apartado visual de Dawn of War IV cumple con creces. Lejos quedaron los días de las paletas de colores saturadas y efectos de partículas visualmente aturdidores. Los días de los MOBAS de colores brillantes se acabaron. Éste es el futuro sombrío y oscuro y aquí reina la oscuridad y las paletas de colores apagadas y crudas. Sin duda, una fiel representación del futuro milenario donde solo existe la guerra.
La misión que jugamos, al parecer es de las primeras durante la campaña de los Space Marine ya que las apuestas son bajas, así como el conteo de unidades. En esta misión, el objetivo es destruir las bases de los Orks y evitar que completen la construcción de unas máquinas de guerra formidables. El tiempo para actuar es escaso, y honestamente, no pudimos arremeter contra ellas antes de finalizar su construcción. Así que los enfrentamos con toda su fuerza operacional.
Algo que nos gustó, es que los objetivos se fueron otorgando de manera dinámica durante el transcurso de la partida. Primero comenzó con un objetivo muy general y, conforme obtuvimos información dentro de la neblina de guerra, la lista de objetivos fue cambiando. Incluso, en algún momento, encontramos una fuerza opositora de Necrons que no dudamos en exterminar.
Para las últimas instancias de la partida, teníamos bastantes unidades que actualizamos cuidadosamente, añadiendo propulsores para las unidades de combate cuerpo a cuerpo, vehículos como Dreadnought equipados para derribar infantería y vehículos blindados, así como numerosas unidades de Élite con sus actualizaciones pertinentes. Asimismo, existe una mecánica de reservas con el que puedes llamar un cápsula de apoyo en cualquier parte del mapa. Dicho esto, no presumimos de tener una victoria aplastante. A pesar de estar armados hasta los dientes, constántemente teníamos que salir corriendo en vil retirada para reabastecernos y contraatacar.
A pesar de lo anterior, la interfaz gráfica nos resultó un tanto confusa, ya que integra el movimiento de cámara con las teclas WASD. Necesitamos más tiempo para acostumbrarnos a este esquema de controles, pero a la larga, podría ser un buen punto de introducción para jugadores ajenos al género. No descartamos que nosotros, a pesar de tener décadas de experiencia usando el puntero del ratón en otros RTS similares, lleguemos a utilizar el nuevo esquema de controles. Es más, las primeras oleadas del cambio se avecinan, con League of Legends dando el salto próximamente. Quizá el esquema de Dawn of War IV sea bien recibido por los veteranos.
Naturalmente, nuestra partida llegó a su fin, con una victoria contundente y una sonrisa de oreja a oreja. Dawn of War IV está de regreso, de la mano de un nuevo estudio y un nuevo Publisher para dejar claro que, en el futuro distante, solo existe la guerra.
Dawn of War IV se estrenará en algún momento de 2026 en PC.
