Bowser tiene los días contados. No, ese no. Nos referimos a Doug Bowser. El presidente de Nintendo of America dejará su puesto y saldrá de la compañía el próximo 31 de diciembre. Su administración estuvo marcada por logros enormes, como el éxito arrollador de Switch y el buen arranque de Switch 2.
Aunque no nos engañemos: su gestión también tuvo importantes polémicas y un tono gris que, para muchos, resultó decepcionante. Ante la llegada de Devon Pritchard, la primera presidenta de Nintendo, es el momento de preguntarnos: ¿Doug Bowser fue un héroe o un villano que hizo honor a su apellido?
Una transición un tanto insípida al éxito
Doug Bowser llegó a Nintendo en el peor momento posible. La compañía vivía una de sus peores crisis en 2015. Todos conocemos muy bien al culpable: el Wii U y su rotundo fracaso. Mientras gozábamos el 3DS y nuestras estanterías se llenaban de amiibo, todo era un caos en la empresa.
Bowser ayudaría bastante a cambiar las cosas. Se unió a Nintendo como vicepresidente de ventas y marketing, y pronto ascendió a vicepresidente sénior. Esto le dio su boleto a la cima, pues se convirtió en el encargado de supervisar el lanzamiento de Nintendo Switch en América.
El éxito de la consola en la región hizo que Tatsumi Kimishima y otros directivos japoneses volvieran a sonreír. La época oscura de Nintendo quedaba poco a poco en el pasado y Bowser había tenido un rol fundamental. Fue así que llegó a la presidencia de Nintendo of America en 2019.
Esto marcó el fin de una era que recordamos con especial cariño: la de Reggie Fils-Aimé y Satoru Iwata. Los directivos trabajaron codo a codo y se convirtieron en unas de las figuras más reconocidas en la historia de la compañía.
Fils-Aimé siempre apostó por la conexión directa con la comunidad. Su sentido del humor traspasó fronteras. ¿Quién no recuerda a Reggienator, su presentación con marionetas o su pelea contra Iwata para hacer un anuncio de Smash? El directivo nos hizo sentir parte de un sueño que parecía no tener fin, justamente cuando la compañía se desmoronaba.
Doug Bowser llegó y representó un fuerte contraste: le dio más peso a la imagen corporativa que a la cercanía con los jugadores. Mientras Reggie logró consolidar un vínculo emocional con la comunidad, Bowser se convirtió en una figura de corte institucional. Más allá de las bromas sobre su apellido, el directivo nunca destacó realmente en el plano mediático.
El contraste no sólo respondió a las personalidades de los directivos, sino también a un cambio en la forma en que Nintendo of America interactuaba con su público. Aunque la gestión de Bowser fue gris en este sentido, aportó algo muy valioso: la estabilidad que Nintendo pedía a gritos y que los directivos japoneses necesitaban para dormir a gusto.
Aunque no lo mostró con frecuencia, Bowser siempre ha sido un verdadero apasionado de los videojuegos. Su vínculo con la marca viene de hace décadas, como él mismo lo recordó en su mensaje de despedida.
“Nintendo ha sido parte integral de mi vida durante 44 años, desde que comencé con Donkey Kong Arcade cuando era un joven en la universidad. Ha sido un honor contribuir a esta increíble compañía y acercar nuestros queridos personajes y mundos a los fans a través de nuestros videojuegos, parques temáticos y experiencias cinematográficas”.
Un liderazgo estable con algunos contrastes
Switch siempre tuvo lo necesario para convertirse en el gigante que es ahora, pero su impacto no habría sido el mismo sin Doug Bowser. El mayor mérito del directivo fue presentar la consola y hacerla irresistible para todos los jugadores de este lado del charco. Una tarea bastante complicada tomando en cuenta el fracaso del Wii U.
El directivo supo comunicar el concepto innovador de Switch de forma clara y sencilla, sin caer en los errores del pasado. Mantuvo el atractivo comercial de la consola durante más de 7 años. De esta forma, la convirtió en una de los sistemas más exitosos de toda la industria.
Bowser siguió la estrategia de la división japonesa, pero supo darle su propio toque para conquistar al público de América. Switch tuvo una campaña de marketing tan bien pensada que llegó a todo tipo de jugadores, y se convirtió en un fenómeno cultural en tiempo récord.
México no pasó desapercibido para el directivo. Se encargó de hacer los primeros comerciales de Nintendo para nuestro país. Y claro, cómo olvidar sus ya clásicas felicitaciones anuales por el Día del Niño.
Ya como presidente, se enfocó en lo que había dado buenos resultados para evitar los tiempos oscuros del Wii U. Su paso por Nintendo no fue una alegre caminata por el Reino Champiñón, ya que tuvo que lidiar con varias polémicas.
Sus mayores pesadillas fueron las montañas de Joy-Con descompuestos por el infame Drift. El problema con los controles de Switch afectó a miles de jugadores y manchó la imagen de Nintendo.
La estrategia de Bowser fue pésima: intentó minimizar el problema, pero la realidad lo alcanzó más rápido que un caparazón azul. El servicio de atención a clientes de Nintendo se llenó de quejas por el Joy-Con Drift, y las demandas colectivas pusieron nerviosos a sus abogados.
Al final, Nintendo ofreció reparaciones gratuitas, pero la imagen de Bowser quedó manchada. Los jugadores lo criticaron por no dar una solución rápida y efectiva a un problema real y generalizado.
Bowser también le hizo honor a su apellido con una guerra declarada contra los proyectos de la comunidad. En su lista negra estuvieron los juegos hechos por fans, los creadores de contenido y los eventos competitivos.
Los esports fueron uno de los sectores más golpeados. Nintendo prohibió el uso de sus juegos en competencias como The Big House y Smash World Tour. A eso se sumó su salida de EVO, lo que complicó aún más su y accidentada relación con la escena competitiva de Super Smash Bros.
El momento más crítico en la carrera de Bowser llegó en 2022. Mientras disfrutábamos Splatoon 3 y los LEGO de Super Mario, Nintendo of America estaba en problemas. Exempleados acusaron a la compañía de un trato injusto, despidos injustificados y condiciones precarias de trabajo.
Empleados temporales y contratistas denunciaron una falta de estabilidad, trato desigual e intimidación por hablar de sindicalización. Bowser aclaró que Nintendo tiene una política de “tolerancia cero” contra la discriminación y el acoso.
El directivo fue uno de los principales críticos de los escándalos laborales en Activision Blizzard. Así que su respuesta fue vista como poco empática y se le acusó de no apoyar verdaderamente a los trabajadores. Este problema de Nintendo se solucionó fuera de los tribunales y no tuvo mayores repercusión.
Switch 2 debutó por todo lo alto… lo cual también se aplica a su precio. Bowser fue duramente criticado luego de que Nintendo aumentara el costo de sus juegos, consolas y servicios justo para el estreno de su nuevo hardware.
Si bien los aranceles tuvieron mucho que ver, se acusó a los directivos americanos y japoneses de hacer oídos sordos ante las críticas. Bowser cerró prácticamente su gestión con otro escándalo, que nos hizo recordar al buen Don Mattrick y el lanzamiento del Xbox One.
El directivo aceptó que el Switch 2 es una consola costosa y que no está al alcance de todos. Su error fue recomendar Switch a aquellos fans que no pueden pagar por el nuevo sistema.
“Reconocemos que hay algunas personas que pueden no ser capaces de pagar el precio de Switch 2. Por eso queremos que las demás versiones de Switch estén disponibles”.
Las declaraciones enfurecieron a muchos fans, que las vieron como condescendientes y desconsideradas con los jugadores que tienen menor poder adquisitivo. Su respuesta dio origen a Gaming Consumer Rights, un grupo de activistas que quiere boicotear el Switch 2. Sus representantes consideran que es demasiado caro y que refleja “la avaricia” de Nintendo y otras grandes empresas.
El futuro de la compañía
Pese a sus polémicas, Bowser dejará Nintendo of America en una excelente posición. Las ventas iniciales de Switch 2 superaron las expectativas en la región. Tanto así que se convirtió en la consola que más ha vendido en su día de estreno.
Bowser supervisó el lanzamiento de 2 de las consolas más exitosas de la marca y de la historia, algo que pocos directivos pueden presumir. También contribuyó a expandir el alcance de Nintendo y sus franquicias por medio de parques temáticos, películas e iniciativas como Nintendo Mall Tour, que recientemente llegó a Latinoamérica.
A finales de este año, Bowser le cederá su lugar a Devon Pritchard, quien se convertirá en la primera presidenta de la compañía. Actualmente, es vicepresidenta ejecutiva de ventas, marketing y comunicaciones, por lo que conoce Nintendo of America tan bien como su antecesor.
Fuentes la describen como una gran apasionada de Nintendo y los videojuegos. Durante su apariciones públicas, se le ha visto desbordar carisma y en una relación cercana con los fans. Pritchard podría regresarle un poco de ese brillo que la gestión perdió con Fils-Aimé, pero manteniendo la visión de Bowser de mantenerse por el camino seguro.
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