Recientemente, ocurrió algo que parecía imposible hace años. Xbox anunció que Gears of War, una de sus franquicias más emblemáticas, llegará a una consola de PlayStation. La noticia provocó opiniones encontradas, pero algo quedó en evidencia: todos quieren disfrutar la saga y su enorme legado.
El camino de Microsoft y Xbox ahora es muy claro. Una de sus sagas más icónicas dejó de ser exclusiva y, con ello, mandaron un mensaje contundente: la llamada “guerra de consolas” carece de sentido en la actualidad, y es cuestión de tiempo para que Halo, su mayor estandarte, también llegue a PlayStation.
El hecho de que Gears of War ahora sea multiplataforma tiene muchas implicaciones para Xbox, la industria y para la franquicia en general. A continuación, las analizamos.
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Un legado que ahora es para todos los jugadores
Cualquier jugador que haya pasado tiempo con un Xbox ha jugado —al menos una vez— Gears of War. No es una exageración: la saga se convirtió rápidamente en uno de los grandes íconos de la marca y en un fenómeno que unió a los jugadores como pocas franquicias lo han logrado.
La saga nació en Epic Games gracias a Cliff Bleszinski, quien creó un mundo azotado por la guerra, una facción letal de enemigos y un escuadrón igual de peligroso capaz de hacerles frente.
El juego enfocado en la acción desenfrenada y el combate con coberturas llamó poderosamente la atención de Microsoft y Xbox. Ante la falta de un nuevo Halo, las compañías hicieron que Gears of War fuera la killer app que el Xbox 360 necesitaba para conquistar el mercado.
Peter Moore, entonces encargado de la división de videojuegos, veía la franquicia con desconfianza. Pensaba que era demasiado violenta y que tendría dificultades para hacerse popular. Obviamente, estaba muy equivocado.
Gears of War se convirtió en toda una sensación y en la principal razón para tener un Xbox 360 en 2006. Su éxito arrollador impulsó las ventas de la consola y, aún más importante, dejó una huella profunda en la identidad de la marca.
Más allá de las cifras, Gears of War se transformó en un símbolo de orgullo para los usuarios de Xbox. Con su tono brutal, oscuro y adulto, definió el sentir de toda una generación de jugadores. A la vez, hizo que se emocionaran hasta el llanto cuando conocieron la historia de Marcus Fenix y Dominic Santiago, personajes que rápidamente ganaron el mismo prestigio que el Master Chief.
Al ver el enorme impacto de la trilogía original de Epic, Microsoft no perdió tiempo y adquirió la franquicia en 2017, creó The Coalition y puso a Rod Fergusson al mando. La franquicia se extendió poco a poco con 5 entregas principales, varios spin-offs —algunos de dudosa calidad— y un relanzamiento para Xbox One.
Gears of War formó una de las comunidades más apasionadas de la industria, elevó los estándares del juego online, impulsó los esports a nuevos horizontes, vendió más de 41 millones de copias y se convirtió en una de las franquicias de acción más influyentes de la historia. De ese tamaño es su importancia.
Ahora, ese juego que le abrió tantas puertas a Xbox y a Microsoft dejará de ser exclusivo, y su futuro luce más brillante que nunca con todo lo que viene en camino para la franquicia.
Marcus Fenix y compañía la van a romper en PlayStation
Los números no mienten: los juegos de Xbox han sido un éxito en PlayStation. Durante abril, los títulos más descargados en PS5 fueron The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered, Minecraft y Forza Horizon 5.
Para ponerlo en perspectiva, sólo el título de carreras ya vendió más de 1.4 millones de copias en la consola de Sony. Por otro lado, Indiana Jones and the Great Circle y Call of Duty: Black Ops 6 también se posicionaron entre lo más popular.
Se estima que Sea of Thieves ya despachó más de 1.8 millones de unidades y Grounded casi medio millón. Como era de esperarse, no todos los juegos han tenido el mismo impacto. Hi-Fi RUSH vendió 137,000 copias, mientras que Age of Mythology Retold poco más de 40,000l. Juegos de nicho, como Pentiment, se han quedado atrás con únicamente 14,000 unidades vendidas en PS5.
A pesar de estos últimos casos, los pronósticos para las franquicias más importantes de Xbox son muy altos. Por supuesto, Gears of War: Reloaded se perfila para convertirse en el juego de Xbox más vendido en PS5 hasta ahora. Con ello, Microsoft conseguirá su objetivo de rentabilizar sus IP más populares fuera de su ecosistema.
Por otro lado, los fans de PlayStation cumplirán un sueño. Durante décadas, desearon tener la franquicia de Xbox o algo similar en sus consolas. Sony no pudo llenar ese vacío, a pesar de sus intentos por ofrecer shooters con un tono maduro. Juegos como Resistance, Killzone e, incluso, The Order: 1886 apuntaban en esa dirección, pero ninguno logró igualar la solidez, el peso narrativo ni el impacto cultural de Gears of War.
Existe una versión de Gears of War 3 que corre en un kit de desarrollo de PlayStation 3, pero la realidad es que la franquicia nunca estuvo pensada como multiplataforma. Es hasta ahora, cuando Microsoft vio el potencial de su nueva estrategia, que decidió lanzar su franquicia insignia en la consola de Sony.
Con ello, despeja las dudas y deja la puerta abierta para que cualquiera de sus franquicias debute en PlayStation 5. Si ya le dio luz verde a Gears of War, es cuestión de tiempo para que haga lo mismo con Halo. Se trata de una genial noticia para los fans de PlayStation, pero estos anuncios no dejan de ser un balde de agua fría para la comunidad de Xbox.
El plan de Xbox funciona, pero…
La estrategia de Xbox es arriesgada, y el anuncio de Gears of War: Reloaded para PlayStation 5 lo dejó más claro que nunca. El lanzamiento de su franquicia en la consola de Sony es un paso decisivo para su estrategia y el futuro de su negocio; sin embargo, algunos fans de Xbox lo ven como el principio del fin de la marca y su identidad.
Varios lo ven como una especie de traición por parte de Microsoft y Xbox, pues son ellos los que apoyaron la saga durante años y la convirtieron en lo que es. Una de sus principales quejas es que Gears of War llegará a PlayStation, pero ellos no recibirán nada a cambio.
Xbox está en una situación complicada, pues su negocio de consolas va en picada y sus jugadores no encuentran motivos —más allá de Xbox Game Pass— para tener un Xbox Series X|S. Varios reportes aseguran que los desarrolladores también están desconcertados. Consideran que no hay razones para llevar sus juegos al ecosistema de Xbox si las ventas de hardware caen aún más y la popularidad de PS5 sigue creciendo.
Como diversos expertos han comentado, la estrategia multiplataforma de Microsoft refuerza la posición dominante de PlayStation en el mercado. La marca de Sony pasa por uno de sus peores momentos debido a una sequía de exclusivos. Aún así recibirá, sin mover un dedo, una de las franquicias con mayor legado del sector.
Mientras tanto, el negocio de Xbox sigue creciendo, pero a costa de sus fans más fieles. Y eso es precisamente lo que les ha costado aceptar a muchos fans de la marca. La estrategia multiplataforma y campañas como This is an Xbox han sido difícil de asimilar, pues representan un cambio radical y llegaron luego de muchas promesas rotas.
Como ya lo hemos mencionado, uno de los retos más grandes para Xbox será mantener cautivos a sus fans más fieles y, a la vez, conquistar a nuevas audiencias. Gears of War: Reloaded forma parte de ese plan maestro y, por supuesto, es una de las cartas más fuertes.
Un futuro multiplataforma muy prometedor
La historia de Gears of War ha estado llena de altibajos, pero las noticias recientes nos hacen creer que podría volver a su época dorada. Gears of War: Reloaded es el primer paso importante de muchos para que resurja ese enorme fervor que existió durante la era del Xbox 360.
El regreso de su primera entrega será un puente que conectará a los veteranos de la saga con nuevos fans que explorarán por primera vez Sera. A partir de ahí, Xbox y The Coalition tienen las puertas abiertas para que la saga gane mucha más relevancia, ya lejos de la exclusividad que duró décadas.
Rumores afirman que toda la trilogía original llegará a consolas modernas, justo para preparar el terreno de cara a Gears of War: E-Day y, por supuesto, Gears 6. Por otro lado, una serie animada y una película live-action también están en camino gracias a Netflix, lo que amplificará todavía más su popularidad.
La llegada de Gears of War a PlayStation es un regalo y un parteaguas que impulsará la franquicia a nuevos niveles. Su nueva audiencia implica más que sumar ventas, pues sin duda revitalizará el interés por la saga luego de ese trago un tanto agridulce que fue Gears 5.
Lejos de ser una simple expansión de mercado para Xbox, el fin de la exclusividad resume a la perfección su plan: crecer más allá de sus límites tradicionales y apostar por el reconocimiento de sus IP más valiosas. Y Gears of War es, sin duda, la serie que tiene el potencial para abanderar esa transformación.
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