Los precios han dejado de ser el tema más polémico en torno al Nintendo Switch 2. Ahora, toda la atención se centra en las Game-Key Cards o tarjetas llave de juego. El motivo es simple: su propuesta es otro claro golpe a la preservación y al coleccionismo.
En un primer momento, su concepto luce llamativo porque reúnen características clave del formato físico y digital en un mismo producto. Parece que resolverán un problema que nos ha afectado durante generaciones; sin embargo, todo indica que nos traerán más problemas que beneficios.
Por ello, es normal saber que muchos jugadores cuestionamos o nos oponemos directamente a su existencia. ¿Qué implicaciones tienen para la industria? ¿Acaso serán la última estocada al ya moribundo formato físico? Analicémoslo.
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Las Game-Key Cards ofrecen pocas ventajas a un alto costo
Las Game-Key Cards son un híbrido entre un juego físico y una descarga digital. Las venderán en las tiendas como cualquier otro título, pero sus cartuchos no incluirán todos los datos necesarios para jugar. Será necesario que nos conectemos a Internet para descargarlos.
Como su nombre lo indica, el cartucho funcionará como una llave que nos dará acceso a los datos faltantes, que instalaremos en el almacenamiento interno de nuestra consola o en una tarjeta microSD Express. Es importante resaltar que la información no se descarga del soporte físico, sino de unos servidores. En este sentido, funcionan como la mayoría de los discos de PlayStation y Xbox: son un instalador y un autenticador.
Debido a esto, el cartucho siempre debe estar dentro de la consola para poder jugar, como si se tratara de un título físico. Al iniciar por primera vez un juego desde una Game-Key Card, deberemos hacer un proceso de verificación con los servidores de Nintendo y sus socios.
Sí, este formato nos ofrecerá algunos beneficios, pero las desventajas son mayores. En cuanto a lo positivo, pondrán fin a esos infames “juegos físicos” que vimos en Switch, que sólo incluían un trozo de papel con un código impreso.

Tener un cartucho —aunque inservible por sí solo— es una mejor opción que una caja vacía. Una de las grandes ventajas de las Game-Key Cards es que no se vincularán a nuestra cuenta de Nintendo. Esto nos permitirá prestarlas o venderlas, algo que no es siempre posible en el formato digital puro. En estos tiempos de crisis y aumentos desenfrenados de precios, claramente es un beneficio para nuestros bolsillos.
La cuestión es que las Game-Key Cards no ofrecen algo más que realmente valga la pena. En cambio, se convertirán en un problema a largo plazo y en una amenaza más para el formato físico. Todos sabemos que las descargas son un auténtico dolor de cabeza en el gaming moderno. Con Switch, Nintendo se posicionó como el último gran bastión que apostaba por el juego sin descargas adicionales. Tan fácil como introducir un cartucho y ponerse a jugar en cuestión de segundos, incluso con la opción de saltarse las actualizaciones de día 1.
Sin embargo, las cosas serán muy diferentes con Switch 2. Algunas Game-Key Cards tendrán descargas enormes, lo que elimina por completo el juego instantáneo. Además, tendremos que vigilar de forma constante nuestro espacio de almacenamiento, pues muchos juegos vendrán en este formato.
Por otro lado, eliminan la flexibilidad y una de las principales ventajas del formato digital: aunque los datos no estén almacenados en el cartucho, la ranura de la consola estará ocupada. Las Game-Key Cards también representan varios riesgos en caso de un incidente. Se pueden descomponer o podemos perderlas y quedarnos sin acceso a nuestros juegos, a pesar de tener casi todos sus datos.
Aún peor, los servidores desde donde se descarga la información cerrarán algún día. Y ahí es donde surge el verdadero problema para todos: las Game-Key Cards son un camino directo hacia la obsolescencia, sin posibilidad de preservación a largo plazo.
Un formato híbrido en contra de la preservación
Lo sabemos: el formato físico ha ido en declive desde la llegada de las tiendas online y los juegos digitales. Su verdadero valor ha quedado enterrado en medio de discos que son simples llaves de acceso para disfrutar nuestros juegos favoritos.
Las compañías y nuestras carteras han impulsado los juegos digitales y los servicios de suscripción, lo que ha impactado en su vigencia y ha complicado la preservación. La realidad es que cada vez es más raro que un disco o cartucho incluya todos los datos necesarios para ejecutar un juego.
Los jugadores de PlayStation y Xbox ya están acostumbrados a esto, pero ahora Nintendo dará el paso definitivo y, tal vez, sea uno de los más peligrosos. Es fácil entender por qué muchos jugadores están molestos con las Game-Key Cards: casi todos los juegos de terceros vendrán en dicho formato a pesar de que existen otras opciones.
Así que debemos estar listos para que el almacenamiento de nuestro Switch 2 se agote durante los primeros meses. Hay quienes culpan a los estudios por tomar esta decisión, pero es injusto que toda la responsabilidad caiga sobre sus hombros. Después de todo, es Nintendo quien ofrece esta polémica solución por las limitaciones de sus cartuchos.

Hay que recordar que los juegos para el primer Switch se ofrecieron en tarjetas de 1, 2, 4, 8, 16 y 32 GB. Una mayor capacidad implicaba costos más elevados para los distribuidores. Debido a esto, muchos estudios evitaron al máximo usar los cartuchos de mayor capacidad. Por el bien de sus bolsillos, prefirieron apostar por lanzamientos digitales o el falso formato físico con códigos de descarga.
De acuerdo con varias fuentes, Nintendo ofrece 3 alternativas para los juegos de Switch 2: cartuchos de 8 GB, de 64 GB o las Game-Key Cards. Claramente, la última opción es la más conveniente y barata para las compañías. De ahí que la consola vaya a tener una oleada de tarjetas llave de juego en su lanzamiento.
Obviamente, las compañías buscarán ahorrarse todo el dinero posible y no pagarán por una tarjeta de 64 GB, con excepción de CD Projekt RED para Cyberpunk 2077. Estudios como Marvelous también se comprometieron a lanzar sus juegos completos sin recurrir a las Game-Key Cards. La historia es totalmente diferente con SEGA, Square Enix y demás empresas, que usarán dicho formato a pesar de que sus títulos caben perfectamente en los cartuchos disponibles.
El problema es que juegos que no lo justifican vendrá en una Game-Key Card. Tenemos el ejemplo de Puyo Puyo Tetris 2S, que pesará sólo 4 GB. A pesar de esto, se distribuirá en una tarjeta llave de juego. Por otro lado, está el caso de Raidou Remastered: The Mystery of the Soulless Army, que llegará a Switch en un cartucho normal, pero a Switch 2 en una Game-Key Card. Un sinsentido. Al final, los jugadores y la industria en general son los que pagarán los platos rotos por la propuesta de Nintendo y la ambición de terceros.

Esto pone en evidencia que las compañías siempre pondrán sus ganancias como prioridad, incluso si eso implica acabar con el formato físico y la preservación del medio. Las Game-Key Card parecían una evolución, pero son un paso intermedio que reúne lo peor de los 2 formatos.
En repetidas ocasiones, Nintendo ha atentado contra la conservación de sus propios juegos. Hace relativamente poco, cerró los servidores de Wii U y 3DS, lo que fue un duro golpe para su comunidad. ¿Qué pasará cuando apague los servidores y los servicios para Switch 2? En lugar de tener estanterías llenas de cajas vacías con códigos, ¿acaso los coleccionistas ahora tendrán montañas de cartuchos inservibles?
Es un avance importante que las grandes compañías como Nintendo busquen alternativas para flexibilizar los formatos existentes. No obstante, todo pierde sentido si el resultado es peor y los estudios lo convierten en el formato casi por defecto que tendrán los juegos para Switch 2.
Sin duda, esto será un problema para el usuario que no está del todo familiarizado con los videojuegos. Por su lado, los fans de Nintendo tienen algo claro: evitarán a toda costa los juegos que tengan el ícono de llave en sus portadas.
Un mal necesario
Gracias a su enorme éxito, Switch se convirtió en la plataforma moderna con más juegos físicos. Tiene exclusivos, juegos de terceros y aclamados indies que se pueden disfrutar en segundos sin descargas de por medio. Su catálogo es un auténtico tesoro para los coleccionistas que aman y defienden el formato.
Desafortunadamente, con Switch 2 las cosas cambiarán radicalmente. Compañías comprometidas con la preservación arremetieron contra Nintendo y las Game-Key Card con justa razón. Nightdive Studios no puede creer que la empresa con más legado de la industria atente de esa forma contra el medio.
Expertos en el tema saben que la decisión de Nintendo es un mal necesario en la industria actual, pero enfatizan que es un retroceso para la causa. Por supuesto, los jugadores formamos parte de ese círculo, pues nuestras decisiones y hábitos de consumo moldean el futuro de la industria.

¿Cuántos estaríamos dispuestos a pagar un poco más por juegos de Switch 2 con tal de mantener el formato físico intacto y contribuir a la preservación? De acuerdo con la Fundación para la Historia de los Videojuegos, 87% de los títulos no pueden conseguirse en formato físico ni digital en la actualidad. Y con la posible adopción de las Game-Key Cards, todo indica que preservar los juegos será aún más difícil en el futuro.
Como lo hemos dicho en otros artículos, la preservación de los videojuegos es una tarea titánica. Depende de todos y es algo importante, pues lo que nos entretiene está en riesgo. Nintendo ya dio el paso y, al parecer, no hay marcha atrás.
¿Qué opinas sobre las Game-Key Cards y sus implicaciones? ¿Apostarás por el formato o te mantendrás alejado de él? Cuéntanos en los comentarios y no olvides visitar este enlace para leer todo lo relacionado con Switch 2.
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