Con más de 152 millones de unidades vendidas a sus espaldas, quedó claro que el Nintendo Switch fue un éxito que cautivó a los fans de todo el mundo con su concepto híbrido y, sobre todo, su gran librería de juegos exclusivos y third-party.
Dicho esto, y tal como sucedió con sus contemporáneos, la consola de la Gran N fue incapaz de eludir las polémicas: desde decisiones cuestionables de los altos mandos hasta problemas técnicos que sacaron canas verdes a los jugadores. Recordemos las controversias que definieron su historia.
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El problema de la supuesta escasez artificial
Nintendo Switch la rompió en 2017 y distribuyó 2.8 millones de unidades en su mes de estreno; sin embargo, el éxito trajo un efecto secundario: la escasez. Sí, en aquella época era muy difícil conseguir una consola en muchos países.
A pesar de que se duplicó la producción y se tomaron otras medidas, fue imposible satisfacer la alta demanda en los meses iniciales, lo que dio pie a las reventas en eBay y el caos en la comunidad. Muchos pensaron en que la compañía hacía poco para remediar la situación, y otros la culparon de ser la causante al fomentar una “escasez artificial”.
Desde la época del NES, los fanáticos han acusado a la Gran N de limitar de forma deliberada las unidades disponibles para generar un sentimiento de necesidad y deseo. Son señalamientos entendibles, pues la empresa tiene un gran historial con productos que se agotan de inmediato: desde el SNES Classic hasta los Amiibos.
Las teorías llegaron hasta los oídos de los directivos de Nintendo, quienes tuvieron que abordar la controversia. Charlie Scibetta, director sénior de comunicaciones corporativas, refutó las acusaciones y declaró que la escasez no era intencional; de hecho, enfatizó que intentaban lanzar la mayor cantidad de unidades posibles para satisfacer la demanda.
El mito de la escasez artificial del Nintendo Switch se cae cuando consideramos que la Gran N se vio en la necesidad de recurrir a envíos aéreos costosos para llenar las estanterías lo más rápido posible. Al final del día, parece que la compañía simplemente falló en sus predicciones y subestimó el interés de los fans.
En definitiva, la escasez fue un tema controvertido durante la era de la consola híbrida. Y si bien los problemas de stock se resolvieron con el paso de los años, los problemas regresaron en 2020 debido a la COVID-19 que afectó a las líneas de producción.
Los lanzamientos de tiempo limitado no tienen sentido
La franquicia más importante de Nintendo cumplió 35 años en 2020. ¿Cómo lo celebró la compañía? Con Super Mario 3D All-Stars, un paquete que incluyó 3 entregas icónicas de la serie. Esta colección generó controversia por sí misma, pues muchos están de acuerdo en que fue un homenaje muy pobre y que se aplicó la ley del mínimo esfuerzo porque los juegos eran los roms originales sin mejoras sustanciales. Tristemente, las quejas por el contenido y la presentación fueron apenas la punta del iceberg.
Lo que realmente enfureció a los fanáticos fue la estrategia detrás de la comercialización del proyecto. Así es, la empresa nipona tuvo la “genial” idea de ofrecer un lanzamiento limitado, pues la colección sólo se vendió entre el 18 de septiembre de 2020 y el 31 de marzo de 2021 tanto en formato digital como físico. Fue un movimiento polémico que recordó a la época oscura de la Disney Vault.
Limitar la disponibilidad del ya de por sí controversial Super Mario 3D All-Stars molestó a muchos jugadores, quienes acusaron a Nintendo de crear escasez artificial para fomentar el FOMO e impulsar las ventas. Es una teoría que tiene sentido si consideramos que la colección vendió 9 millones de copias en 6 meses, según datos de la CESA. Y por supuesto, la alta demanda y la poca oferta fueron muy rentables para los revendedores.
Lo peor es que la compañía aplicó esa estrategia con 2 estrenos posteriores: Super Mario Bros. 35, el Battle Royale que debutó con fecha de caducidad; y Fire Emblem: Shadow Dragon & the Blade of Light, una adaptación de la entrega original que sigue sin estar disponible. Un desarrollador anónimo que mantuvo charlas con Nintendo le dijo al medio Vice que el FOMO artificial les ayuda a conseguir más ventas… en teoría.
De cualquier forma, estos lanzamientos limitados causaron indignación y la decepción de la comunidad. Y sí, muchos concuerdan en que fue un movimiento que atentó contra la preservación.
El Drift de los Joy-Con
Los problemas técnicos siempre son un dolor de cabeza. Si bien el Nintendo Switch no tuvo un error tan grave como el infame Anillo de la Muerte del Xbox 360, sí se vio afectado por un inconveniente que perjudicó a miles de usuarios: el Drift de los Joy-Con.
Tras el estreno en 2017, decenas de usuarios reportaron que sus mandos empezaron a registrar movimientos involuntarios en los sticks. Es un defecto irreversible que afecta de forma negativa la experiencia, y tristemente el número de casos aumentó en los años posteriores. En 2019, la firma de abogados CSK&D presentó una demanda colectiva en Estados Unidos, lo que provocó que Nintendo tuviera que ofrecer reparaciones gratuitas.
En 2020, el presidente de la empresa, Shuntaro Furukawa, pidió perdón por los inconvenientes y prometió que trabajarían para mejorar sus productos. Claro que las disculpas públicas no resuelven el problema, así que eventualmente llegaron más demandas en Europa y otras regiones por parte de organizaciones y clientes; vamos, sabes que la situación es grave cuando un niño presenta una queja legal.
Ahora bien, ¿qué tan extenso era este problema? Un reporte de Kotaku reveló que el centro de reparación oficial de la compañía en EUA arreglaba “miles” de Joy-Con cada semana. Por supuesto, los más afectados son los usuarios del Nintendo Switch Lite, que no pueden reemplazar los mandos si se dañan por el diseño de la consola. De igual manera, fue una pena que el modelo OLED hiciera poco para ofrecer una solución.
Si bien el Drift también afectó a PlayStation, Steam Deck y Xbox, los casos generalizados de Nintendo se robaron la atención. La compañía prometió que los nuevos Joy-Con del Switch 2 tendrán mayor durabilidad, aunque la ausencia del efecto Hall preocupa a la comunidad.
Nintendo vs. la comunidad de Super Smash Bros.
A pesar de que el primer avance del Switch dio esperanza de que Nintendo apostaría por los esports, la triste realidad es que sus esfuerzos por crear una escena competitiva alrededor de sus proyectos dejaron mucho que desear. Es entendible que no esté muy interesado en dicho sector, pero su postura hostil hacia los eventos de terceros fue motivo de críticas, sobre todo en la comunidad de Super Smash Bros.
Uno de los casos más infames tuvo lugar en 2020, cuando Nintendo envió una carta de cese y desistimiento a The Big House, un evento que alojaría torneos de Melee y Ultimate. Aunque los dueños de la IP afirmaron que cancelaron la iniciativa no oficial porque se pretendía usar una versión con mods de la entrega de GameCube, el hecho causó indignación. La fanaticada reaccionó con campañas de apoyo en redes sociales.
De igual manera, la compañía canceló un torneo oficial de Splatoon 2 de Switch porque algunos competidores adoptaron nombres en solidaridad con el movimiento #FreeMelee y #FreeSmash. Para poner más sal a la herida, Super Smash Bros. Ultimate salió de EVO en la edición de 2021 sin un motivo claro… ¿fue culpa de Nintendo o de Sony?
La polémica continuó, pues los organizadores de Smash World Tour, uno de los eventos más grandes en la comunidad, cancelaron el circuito de 2022 y los planes para la temporada de 2023 tras la intervención de la Gran N. Los fans acusaron a Nintendo y a Panda Global, la única empresa con licencia oficial, de sabotear la escena competitiva.
Es difícil culpar a la compañía de querer proteger con puño de hierro la integridad de sus franquicias, pero el descontento recae en el hecho de que tampoco hace mucho para satisfacer a los entusiastas de los esports. Muchos de los torneos oficiales ofrecen premios desangelados, como tazas, controles y mochilas. Tampoco ayuda que, en la época de pandemia, los eventos autorizados experimentaron muchos problemas de conexión debido a las funciones online deficientes y de mala calidad. Incluso una competencia de Super Smash Bros. Ultimate terminó abruptamente por los errores de red.
Un cartón muy caro
La Gran N se caracteriza por impulsar la innovación y explorar el potencial de los juegos como medio de entretenimiento; sin embargo, muchos creen que saltó el tiburón con Nintendo Labo, una plataforma de juguetes que pretendía presentar nuevas formas jugar en el Switch con piezas de cartón… si, cartón.
Este proyecto se anunció en 2018 y la reacción de la comunidad fue mixta. Muchos elogiaron la creatividad y potencial de la iniciativa, pues los kits permitían construir toda clase de estructuras: desde cañas de pescar y autos de control remoto hasta volantes y robots. Incluso se lanzaron sets de realidad virtual.
Es evidente que el Nintendo Labo fue una idea innovadora y hasta original al combinar los periféricos con minijuegos; sin embargo, era imposible no pensar que la compañía vendía piezas de cartón y un par de ligas a $80 USD. Precisamente, muchos criticaron esta propuesta por su precio elevado.
Al final, la compañía eliminó gradualmente el soporte y dejó de producir nuevos kits. En 2022, Reggie Fils-Aimé se sinceró con la comunidad y confesó que el proyecto no alcanzó el éxito esperado, a pesar de su potencial educativo y lúdico. Quizás lo más divertido de la polémica es que Nintendo vendió una caja de cartón que sirve para, bueno, guardar cartón.
Gary Bowser y la piratería
Nintendo es famoso por cuidar con firmeza sus propiedades intelectuales, lo que a veces se traduce en poner fin a los proyectos de fans. También está en una cruzada sin fin en contra de los grupos de piratería y emulación, postura que plantea preguntas serias sobre la preservación en la industria. Y sí, ese fue un tema controvertido y recurrente en la era del Switch.
Uno de los casos más populares fue el de Gary Bowser, un hacker miembro del popular grupo Team Xecuter, que se especializaba en fabricar y distribuir dispositivos que permitían la modificación del Nintendo Switch y otras consolas para ejecutar juegos piratas. Fue arrestado en 2020 en República Dominicana y luego lo extraditaron a Estados Unidos, a pesar de su nacionalidad canadiense. En 2022, se declaró culpable de 2 de los 11 cargos criminales de los que se le acusó, recibió una sentencia de 40 meses y se le obligó a pagar una multa nada cómoda de $14.5 millones de dólares.
Después de cumplir 14 meses de su condena, las autoridades liberaron a Gary Bowser y lo deportaron a Canadá en 2023. La historia dio un giro inesperado cuando se dio a conocer que el exlíder del grupo Team Xecuter está obligado a dar entre 25% y 30% de sus ingresos totales a Nintendo hasta que pague una compensación de $10 millones de dólares. Lo más probable es que sea un esclavo económico de la Gran N por el resto de su vida.
La culpabilidad del hacker es evidente, pero para muchos las medidas de Nintendo fueron innecesariamente crueles. El caso se volvió viral por su impacto en la piratería y su valor simbólico; la compañía ganó la batalla y, en el proceso, dejó un mensaje contundente en contra de aquellos que infringen sus derechos de autor. Y claro, historias como estas y las de la lucha legal contra el emulador Yuzu de 2024 dejan en evidencia que, cuando se trata de proteger sus propiedades, la empresa nipona no se anda con medias tintas.
El caos de la eShop del Nintendo Switch
Publicar un juego en las tiendas digitales es una odisea legal y burocrática, especialmente para los estudios indie; sin embargo, y a pesar de los numerosos filtros, es muy común encontrar productos… cuestionables: desde proyectos hechos con IA hasta estafas en potencia. Es una problemática presente en la PS Store de PlayStation y la tienda de Xbox, pero algunos de los casos más escandalosos ocurrieron en la eShop del Switch.
Hace unos años, la tienda digital de la consola híbrida se empezó a llenar de juegos que ni siquiera se pueden mostrar, describir ni nombrar por la naturaleza de su contenido. Precisamente, en 2022 se hizo viral la historia de un título “que se puede jugar con una mano” y que apareció en la página principal de la plataforma. Tras las numerosas quejas de la comunidad, Nintendo por fin tomó cartas en el asunto y a principios de 2025 eliminó docenas de títulos controvertidos; sin embargo, hay otro inconveniente más importante.
Igual que como sucede en Steam y otras plataformas, en la tienda de la consola es común encontrar juegos clónicos que intentan engañar a los jugadores. Es imposible olvidar el caso de The Last Hope – Dead Zone Survival, un plagio descarado de The Last of Us que se vendía por $1 USD y que estuvo disponible durante más de 1 mes. También recordemos a Wukong Sun: Black Legend, que intentó colgarse de la fama de Black Myth: Wukong.
La controversia fue tal, que la desarrolladora indie Wren Brier criticó de forma contundente a la compañía por permitir que copias de su título Unpacking y otros proyectos se vendieran en la eShop. ¿Se tomarán medidas para evitar este problema en el Switch 2?
Pero dinos, ¿qué opinas de estas controversias? ¿Cuáles crees que faltaron? Déjanos leerte en los comentarios.
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