Xbox ya no quiere competir, y eso podría cambiar para siempre los exclusivos de PlayStation

Xbox ya no quiere competir, y eso podría cambiar para siempre los exclusivos de PlayStation

El fin de la “guerra de consolas” podría redefinir la estrategia de Sony

Por Daniel Laguna el 08 de noviembre de 2025

Los exclusivos son anticuados. Al menos, eso es lo que cree la presidenta de Xbox. Sarah Bond está convencida de que los grandes juegos deben estar en todas las plataformas; sin embargo, esta narrativa sólo es válida para el negocio de Microsoft, que busca expandirse con un enfoque multiplataforma. 

En cambio, PlayStation y Nintendo apuestan por una visión más tradicional, donde los exclusivos son el corazón de su identidad y la pieza clave de su éxito. Enfoquémonos en el caso de Sony, porque tiene matices interesantes. La compañía ha llevado algunos de sus juegos a otras plataformas y su generación ha sido más rentable, aunque prácticamente sin grandes lanzamientos de PlayStation Studios.

Ante la nueva estrategia de Xbox y los buenos resultados de PlayStation, ¿tiene sentido que Sony siga apostando por los exclusivos, sobre todo cuando su principal rival los dejó atrás y el mercado evoluciona hacia otra dirección?

Un importante cambio de reglas

PlayStation seguramente está desconcertado con todos los volantazos que ha dado Xbox. Durante años, las compañías compitieron en la llamada “guerra de consolas”, donde los exclusivos eran la llave maestra para conseguir la victoria. Esos tiempos quedaron atrás.

El negocio de Xbox es enorme y las exigencias de Microsoft obligaron a la marca a buscar una expansión sin precedentes. Esto implicó renunciar a los exclusivos y a las consolas como única plataforma para su ecosistema. Hoy, Xbox es el editor de juegos más importante para PlayStation, gracias a Gears of War, Forza y, próximamente, Halo.

Por su lado, PlayStation sigue en problemas por el fracaso de sus juegos como servicio que, claramente, fue un golpe demasiado duro para sus exclusivos. Antes de Ghost of Yōtei, PS5 tuvo una fuerte sequía de juegos first-party. PlayStation Studios es apenas una sombra de lo que fue en la generación de PS4, lo cual es decepcionante. 

PlayStation
La época dorada de PlayStation Studios es cosa del pasado

Ahora que Xbox planea llevar todos sus juegos a PlayStation, Sony tiene la oportunidad de replantearse su estrategia y, quizá, dejar de lado —o al menos reducir— su dependencia de los grandes exclusivos. El éxito de PS5 es una muestra de que es totalmente viable a nivel de negocios.

PS5 representa la generación más rentable en toda la historia de la marca. Incluso después de su fracaso en los juegos como servicio, los aumentos de precio y la sequía de contenido first-party. Irónicamente, ha sido Xbox quien le ha dado algunos juegos de valor a PS5 ante la falta de producciones PlayStation Studios.

La idea de un PlayStation sin exclusivos resulta impensable para muchos, pero la realidad es que la compañía ha coqueteado con la idea de ser multiplataforma. Hemos hecho varios videos sobre cómo Sony también ha intentado llevar su ecosistema y sus franquicias más allá de sus consolas.

Es cierto que los juegos first-party no alcanzan las ventas de gigantes como Call of Duty, GTA y otras franquicias multiplataforma, pero son los que realmente definen la identidad de una marca y, para muchos jugadores, también son la razón principal para elegir una consola sobre otra. Por ello, han sido un pilar para PlayStation hasta ahora y, al mismo tiempo, la razón por la que la percepción actual de Xbox es tan distinta.

¿Un PlayStation sin exclusivos?

PlayStation ha intentado diversificar su negocio porque los exclusivos son cada vez más costosos y tardados de hacer. Shawn Layden, antiguo jefe de la marca, lo advirtió desde hace meses: el desarrollo AAA y las exclusivas están en crisis debido a que los juegos cuestan demasiado y tardan mucho en hacerse

“Cuando los costos de un juego superan 200 millones de dólares, la exclusividad se vuelve el talón de Aquiles. Reduce su mercado objetivo. Especialmente cuando estás en el mundo de los juegos como servicio o los free-to-play”.

Hermen Hulst, jefe de PlayStation Studios, también es consciente de la dura realidad: PlayStation debe cambiar su forma de operar si aún quiere ofrecer grandes producciones exclusivas en el futuro.

“Ofrecer las historias inmersivas y narrativas por las que PlayStation Studios es conocido, al nivel de calidad al que aspiramos, requiere una reevaluación de la manera en que operamos”. 

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Xbox lo tiene claro: hasta Halo debe ser multiplataforma

El problema es que su alternativa —los juegos como servicio— fracasaron de manera estrepitosa. Aun así, Sony no parece estar bajo demasiada presión, pues Xbox se retiró de la guerra de consolas. Esto convierte a PS5 en la única consola de alto desempeño con acceso a la mayoría de los grandes lanzamientos, incluyendo los de Microsoft. 

Sony está en una posición cómoda que le permite tomarse su tiempo para definir su estrategia en cuanto a exclusivos. A diferencia de Xbox, la compañía japonesa ha entendido que los buenos juegos —y no la potencia— son el verdadero motor de una plataforma. Son los que construyen identidad, generan lealtad y, a largo plazo, definen el valor de una marca como PlayStation.

Xbox puede tomar el riesgo de ser multiplataforma porque está respaldado por Microsoft y sus otros negocios millonarios. En cambio, ni PlayStation ni Nintendo pueden seguir ese camino sin poner en riesgo lo que las hace valiosas: su identidad basada en juegos que sólo pueden disfrutarse en sus ecosistemas. 

Al menos por ahora, no parece que PlayStation vaya a renunciar a los exclusivos ante los recientes cambios en Xbox. Juegos como Saros y Marvel’s Wolverine ya están confirmados para 2026. Mientras que es cuestión de tiempo para tener noticias sobre Intergalactic: The Heretic Prophet, el próximo Marvel’s Spider-Man y un nuevo ASTRO BOT.

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Los exclusivos aún forman parte del futuro de PlayStation… por ahora

El panorama luce prometedor, pero hay algo importante a tener en cuenta. Ghost of Yōtei evidencia que la fórmula de los exclusivos de PlayStation está desgastada. Aunque la secuela cumple con las expectativas, también deja claro que el enfoque cinematográfico en tercera persona necesita renovarse con historias y perspectivas creativas diferentes. 

Shuhei Yoshida, otro exjefe de la marca, cree que Sony debe ofrecer más que potencia y grandes juegos en la próxima generación, pues esto determinará el triunfo o el fracaso del PS6.

“En mi opinión, PlayStation claramente no puede seguir haciendo lo mismo de siempre: aumentar la potencia gráfica y ofrecer experiencias de gama alta. Puede que lo hagan, pero eso se siente como algo dirigido a un público de nicho”.

PlayStation está en una encrucijada: mientras los números y la industria le sugieren que debería renunciar a los exclusivos tan ambiciosos, el caso de Xbox le recuerda que hacerlo significaría abandonar su identidad y su legado, algo que los jugadores no perdonarán. 

También es la oportunidad ideal para que la compañía replantee su modelo de exclusivos. Si Xbox ya no competirá directamente, PlayStation puede permitirse reducir la escala de sus producciones y adoptar un enfoque más cercano al de Nintendo, es decir, juegos con presupuestos más modestos, pero capaces de vender como pan caliente.

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El modelo de los exclusivos es insostenible a ojos de algunos directivos

Otro camino sería llevar sus exclusivos ya existentes a otras plataformas. Sin embargo, no tiene sentido hacerlo cuando el negocio de hardware de Xbox va en picada, los ports para PC no han tenido el impacto esperado y Nintendo probablemente no quiera saber nada de sus IP. Esta estrategia sólo parece viable para los juegos multijugador como Helldivers II y el nuevo Marathon

Renunciar al desarrollo de exclusivos sería darse un disparo en el pie. Sony atentaría contra todo lo que hace valioso a PlayStation, más allá de las decisiones de su principal competidor. El PS6 y el próximo Xbox prometen materializar todos los cambios recientes en la industria, pero el panorama sigue siendo incierto.

El mercado atraviesa una etapa de transición en la que incluso PlayStation, pese a su liderazgo, parece carecer de un rumbo claro. Y, en medio de este panorama, la falta de competencia debería ser motivo de preocupación para todos.

La competencia es el motor de la innovación

La rivalidad entre PlayStation y Xbox originó una carrera constante por la superioridad. Nos guste o no, la “guerra de consolas” definió el rumbo del entretenimiento interactivo, y tuvo un impacto mucho mayor del que reflejan en los debates en foros y redes sociales.

La competencia es ese impulso que lleva a las compañías a innovar, arriesgar y perfeccionar lo más posible sus juegos. Sin Gran Turismo, tal vez nunca hubiera existido Forza PlayStation tal vez no hubiera apostado por Resistance o Killzone sin Halo. Sin la influencia de Gears of War, UNCHARTED probablemente habría sido un juego muy distinto.

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La competencia siempre ha sido el motor de la innovación

Esa dinámica que nos favorece a los jugadores, tal vez ahora sea cosa del pasado. Xbox será multiplataforma y PlayStation no tendrá motivos claros  para responder en el terreno de la superioridad técnica, narrativa y creativa. La división de videojuegos de Sony domina el mercado de consolas de alto rendimiento sin mucho esfuerzo, y esa comodidad podría gustarle. 

La historia lo deja claro: la falta de competencia genera compañías arrogantes y complacientes.  Si PlayStation no siente presión externa, podría perder interés en los exclusivos y dar un fuerte golpe a los juegos single-player.

¿Cómo crees que PlayStation responderá a todos los cambios recientes de Xbox? ¿Crees que las exclusivas están en riesgo? Busca todas las noticias sobre la industria de los videojuegos en esta página.

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