Aunque su historia de desarrollo siempre ha sido polémica a lo largo de 3 entregas principales, nadie imaginaba que hacer un nuevo BioShock sería una misión casi imposible. El proyecto de Cloud Chamber no avanza como quisiera 2K Games y ya se tomaron decisiones importantes. Ayer se reveló que hubo despidos, y hoy se compartieron más detalles, incluyendo los planes de lanzamiento toda vez que el proyecto no ha sido cancelado.
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Cloud Chamber despidió al 30% de su personal
Jason Schreier, periodista de Bloomberg, presentó un nuevo reporte sobre la situación del nuevo BioShock y su estudio Cloud Chamber. De acuerdo con información de fuentes internas, el estudio despidió al 30% de su personal.
Esto equivale a más de 80 trabajadores. Según un correo enviado al personal y que lleva la firma de David Ismailer, presidente de 2K Games, la decisión se tomó para modificar el proceso de desarrollo.
Al respecto, el directivo señaló: “buscamos reelaborar ciertos aspectos que son fundamentales para un juego de BioShock. Reducir el tamaño del equipo de desarrollo permitirá centrarse en este trabajo y darle al juego más tiempo para su ceración”.
Reportes previos señalaron que, tras una revisión interna, 2K no quedó satisfecho con los avances. Aunque no se decidió la cancelación, sí hubo despidos y cambios en el liderazgo. Rod Fergusson llegó a Cloud Chamber para hacerse cargo del proyecto y llevarlo a buen puerto.
El nuevo BioShock podría salir después de 2027
Por otra parte, el reporte señala que los recientes cambios en el proyecto de lo que se conoce como BioShock 4 tendrán impacto inmediato en sus tiempos de desarrollo.
Esto significa que la nueva entrega de la franquicia podría debutar después de 2027. El proyecto no se reinició, pero hay partes que deben cambiar, apuntalarse y seguir a partir de la base que ya se construyó.
Tomando esto en cuenta, el nuevo BioShock saldrá después de 10 años de que comenzara su desarrollo. 2K Games formó un equipo que a la postre se conoció como el estudio Cloud Chamber en 2017.
La historia, compartida por Jason Schreier, señala que los planes de la nueva entrega iniciaron en 2014 con Certain Affinity e incluso se habló de una adquisición. El trato se cayó antes de cerrarse y 2K optó por fundar un estudio con creadores que fueron parte de la franquicia. Sin embargo, y tal como lo señala el especialista, el problema fue que se construyó el mismo tiempo un estudio y un juego.
Según testimonios, los primeros avances del nuevo BioShock sorprendieron a 2K, pero el detalle es que fueron hechos en Unreal Engine 4. La compañía tomó la decisión de actualizar el proyecto a Unreal Engine 5 y esto generó retrasos y problemas. Al final, lo mostrado no convenció a los directivos y hoy la franquicia se debate para lograr su cuarto lanzamiento.
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