La Cámara de Diputados de México aprobó esta semana las propuestas del Paquete Económico 2026 en materia de impuestos. Esto implica que los videojuegos considerados violentos serán 8% más caros a partir del próximo año. Esto ha generado un intenso debate sobre el encarecimiento del entretenimiento y la forma en que el gobierno usa a los juegos como chivo expiatorio.
A principios de octubre, publicamos un artículo donde hablamos sobre el tema y discutimos el potencial de los Videojuegos del Bienestar. Ogre Pixel, BitAll Force y Navegante, estudios independientes mexicanos, nos dieron su opinión de la iniciativa que busca ser una respuesta a los llamados “videojuegos violentos”.
Los mismos estudios compartieron con LEVEL UP su opinión sobre el impuesto de 8% a los videojuegos. Hablaron de las consecuencias negativas que tendrá y del cómo afectará a la industria local, a los jugadores y, por supuesto, a los creadores.
Estudios indie de México critican el impuesto a los videojuegos violentos
Ogre Pixel, creadores de Lonesome Village y A Tiny Sticker Tale, afirmó que el impacto del impuesto en su negocio será mínimo, pues sus juegos no entran en la categoría de videojuegos violentos. Pese a ello, cree que la medida es un riesgo que amenaza la concepción del entretenimiento interactivo.
Esteban Durán, fundador y director del estudio, nos comentó que el impuesto a los videojuegos violentos afectará a la industria por 2 motivos principales: frenará la inversión y reducirá los incentivos que reciben los estudios independientes.
“En nuestro caso, el impacto sería mínimo: no desarrollamos videojuegos violentos y nuestro mercado principal se encuentra en Estados Unidos y Europa. El mayor riesgo es cultural: reforzar la idea de que los videojuegos son negativos. Esto podría frenar inversión y reducir incentivos para los estudios independientes”.
Navegante, creadores de Greak Memories of Azur, consideran que el impuesto “manda un mensaje negativo al extranjero”, lo que dificultará el crecimiento de la industria mexicana. Anahit Fernández, productora del estudio, agregó que los estudios indie dependen de inversionistas que se interesan por la región. Así que el impuesto complica el panorama para los creadores.
“Esto manda un mensaje negativo al extranjero. Muchas grandes empresas e inversionistas están volteando a ver a LATAM, y propuestas como esta pueden empujar a que busquen negocios en otros países de la región donde exista mayor apoyo del gobierno.
Como estudios independientes, muchos dependemos de estos inversionistas para llevar a cabo nuestros proyectos, y esto puede afectar directamente a la industria. Pienso que los estudios en México ya tenemos una desventaja significativa frente a países como Canadá, España o Alemania, que ofrecen más facilidades e incentivos para el desarrollo. Por el contrario, esta propuesta, en lugar de incentivar, añade un reto más para los estudios en el país”.
BitAll Force, responsables de Dark Tales from Mexico, hablaron sobre el valor cultural de los videojuegos y el impacto que tienen en la sociedad. Luis Cepeda, su director, considera que lo grave es cómo el gobierno atenta contra esta visión del entretenimiento, en lugar de aprovecharlo para el beneficio de las personas.
“Lo que a mí más me preocupa es la percepción que dicho impuesto revela de parte de nuestro gobierno hacia una forma de arte, nuestro arte. Los videojuegos son productos culturales que están al nivel del cine, la literatura, artes plásticas y cualquier otra forma de expresión y producción estética que como sociedad, deberíamos estar promoviendo”.
Ingrid “Cizephy” Campos, directora de arte de BitAll Force, coincide con esta postura. Añade que otro de los grandes problemas es la metodología que el gobierno usará para definir qué es un videojuego violento. Cree que las consecuencias del impuesto van más allá del nivel de la industria y nos impacta a los jugadores como ciudadanos.
“Considero que el peor golpe que podría recibir un producto o servicio de cualquier índole es la arbitrariedad, ya que no existe (ni creo que sea plausible establecerlo) una definición precisa sobre ‘violento’. La posibilidad de aplicar una norma de manera tan abierta y arbitraria podría llevar a corruptelas o manejos indebidos de la imposición. Eso nos vulnera como ciudadanos, no sólo a la industria”.
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Jugadores y diputada se unen en contra del impuesto a los videojuegos violentos
Desde que se dio a conocer el Paquete Económico 2026, los jugadores alzaron la voz y protestaron contra el impuesto a los videojuegos violentos. Consideran injusto el golpe adicional que recibirá su cartera y, además, están en contra de la visión que el gobierno tiene de su entretenimiento favorito.
Algunos de ellos crearon una petición en Change.org para demostrar su inconformidad. Señalaron que la medida es absurda, pues no es una forma de combatir los altos índices de violencia que aquejan al país, como ciertos políticos afirman.
“Pedimos a los legisladores y al Gobierno de México que retiren cualquier propuesta de impuesto del 8 % a los videojuegos violentos en el Paquete Económico 2026. ¡Unámonos para defender la cultura digital, la creatividad y el derecho al entretenimiento libre de impuestos injustificados!”.
Recientemente, la diputada Iraís Reyes criticó la medida con un discurso que resonó entre toda la comunidad de jugadores. Con el lema “la ficción no produce delincuentes”, la diputada arremetió contra el impuesto a los videojuegos violentos, pues lo considera absurdo. Posteriormente, agradeció todo el respaldo que ha recibido por parte de los jugadores en esta lucha.
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