Ya había hablado alguna vez de mi fijación con los vaqueros, de hecho, siempre había querido ser vaquero hasta que vi la película esa de la montaña, ahí terminó la magia. Al menos eso fue lo que pensé hasta que jugué Call of Juarez, un western muy controversial y que fue recibido con críticas encontradas. Por un lado, el juego no fue del agrado de gamers acostumbrados a títulos más frenéticos y modernos, y por el otro, Call of Juarez llegó como una ráfaga de aire fresco para muchos de nosotros. Su secuela sigue el mismo camino y seguramente será tomada de igual manera por ambos bandos.
Call of Juarez: Bound in Blood es un shooter ambientado en el Viejo Oeste, durante los tiempos de la Guerra de Secesión de Estados Unidos. Ya sabes, la guerra civil norteamericana en la cual algunos Estados del sur anunciaron su separación de la Federación, y que dio pie al conflicto armado interno más sangriento de la historia de dicho país. Y es justo durante esta guerra cuando nos encontramos con los protagonistas del juego, los hermanos McCall, quienes al parecer tienen un pequeño problema relacionado con faldas, pero no te preocupes, la historia nos llevará a esto.
Al comenzar, tendrás que recorrer las trincheras del frente, ya que tu hermano quedó separado del grupo principal y el enemigo amenaza con arrasar su posición. Para lograr esto deberás utilizar cuanta arma encuentres a tu paso y con todas podrás hacer gala de la gran destreza que caracteriza a los hermanos McCall. Desafortunadamente, habrá algunos sucesos que los obligarán a abandonar su regimiento y esto les ganará la enemistad del Coronel Barnsby, su oficial a cargo, y un lugar en la horca. A fin de evitar ese destino y buscar mejorar su situación, los McCall decidirán ir a México en busca de un fabuloso y legendario tesoro, que supuestamente se encuentra escondido en algún lugar de la sierra aledaña a la ciudad de Juárez, o al menos eso cuenta la leyenda, que además dice que este tesoro carga una enorme maldición: cualquiera que lo busque, no encontrará otra cosa más que locura y desastre. Desafortunadamente, les tocará a los dos hermanos descubrir la veracidad de esto.
Quizás te hayas dado cuenta de que siempre me refiero a los protagonistas en plural, y eso nos lleva a una de las dinámicas más características del juego. Los protagonistas, Ray y Thomas, se acompañarán durante casi todas las misiones, supliendo las habilidades el uno del otro. Por ejemplo, Ray puede utilizar dinamita y destruir puertas, mientras Thomas es más ágil, puede trepar por medio de una soga y usar armas silenciosas, como el arco y los cuchillos. Esto le brinda un toque distinto al juego, ya que al comenzar cada misión deberás elegir a cuál de los hermanos utilizarás; en mi caso, preferí el estilo de combate cercano, con revólveres, de Ray. Lo interesante es que al escoger personajes, la perspectiva y la manera de avanzar por los niveles cambia, dándole más valor de replay al título.