Golden Axe: Beast Rider

Xbox 360

La última secuela del aclamado y clásico Arcade

+Lo bueno

-Lo malo

Reseña

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Golden Axe,
simplemente  el nombre nos hace evocar una época diferente, un mundo en el que los
videojuegos eran sencillos y punto. ¿Quién no recuerda esas escapadas a la
farmacia, con monedas que lucían la cara de Francisco Madero y Venustiano
Carranza? Esos viajes a la tierra de Yuria, un mundo lleno de acción y aventura
en el que Death Adder había secuestrado al Rey y a su hija y los mantenía como
invitados en su castillo. Y lo mejor es que éramos felices, nadie te decía
cosas como “¿Qué onda con los desarrolladores? Que se inventen una buena
historia. ¿El Rey? ¿Qué, no tiene ejército?” o tonterías por el estilo, lo único
que tenía sentido era saciar nuestro deseo de aventura y destrucción.



 



Pero regresemos
a la historia. La Familia
Real no era todo lo que se encontraba en peligro, el
villano se había apoderado también de la Golden Axe, que era algo así como un lábaro patrio,
y amenazaba con destruirla. Sería más o menos el equivalente, pero mágico, de la Campana de Dolores y
obviamente sabemos que si alguien la robara, de inmediato te vestirías de enano
para ir a su rescate. Buenos tiempos.




Gloria y esplendor de los arcades






 



Conociendo nuestro gran amor por este tipo de juegos clásicos, Secret Level y SEGA decidieron que era tiempo de que alguien nos rescatara del aburrimiento, y en 2006, durante el E3 SEGA, anunció una nueva adición a la franquicia de Golden Axe, que estaría disponible para el Xbox 360 y el
PS3. ¿El resultado? Golden Axe: Beast Rider.



 



Si somos sinceros, tenemos que decir que desde el principio tuvimos miedo, y después con la
información e imágenes que se presentaron en el verano de 2007 ese miedo se
convirtió en genuina decepción. Pero como nos han enseñado las hipócritas y
pretenciosas películas americanas, en donde Lindsay Lohan se liga al perdedor
(que después de quitarse los lentes y cambiarse el peinado parece clon de Jake Gyllenhaal), nos prometimos no juzgar al libro por la cubierta, darle chance sin importar
lo ridículo que pareciera, como a la Pepsi
Retro.



 

Un momento, eso no es Golden Axe









Así que,
con esa mentalidad, iniciamos la experiencia prometida por nuestra reluciente copia de
Beast Rider. Para empezar, no puedes jugar con el enano ni con el bárbaro,
alguien tuvo la maravillosa idea de convertirlos en NPCs. Es como si en un
juego de las TNMT te quitaran a Leonardo, Donatello y Raphael. Ese mismo alguien seguro
pensó que los antiguos fans de Golden Axe sólo jugábamos por la oportunidad de
contemplar pixelados y ligeramente cubiertos, senos virtuales, así que el nuevo juego se
encuentra lleno de cadáveres semi-desnudos, en los cuales es posible observar
pechos presentados a detalle (para estar seguros pasamos treinta y cuatro minutos contemplándolos y
en efecto, eran senos). Es posible que esta sea la única parte remotamente buena de
este juego.

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