Kingdom Come: Deliverance II

Un emocionante juego de rol y acción, con un rico mundo abierto, ambientado en la Europa medieval del siglo XV. Vive la aventura medieval definitiva, a través de los ojos del joven Enrique, mientras te embarcas en un viaje de proporciones épicas.

+Lo bueno

  • Historia que supera ampliamente al antecesor
  • Sistema de combate simplificado, pero no menos desafiante
  • Sistema de crimen profundo con castigos variados
  • Mantiene sistemas de simulación, pero sin ser tan abrumador
  • CryEngine luce espectacular y entrega un rendimiento sobresaliente
  • Actuaciones de voz estelares que dan vida al elenco estelar

-Lo malo

  • Las primeras horas son tediosas por la narrativa
  • Es una secuela directa: quienes no jugaron el primer juego pueden perderse referencias clave

Reseña

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—Staff LEVEL UP

Hace casi 10 años, un equipo de la República Checa, conocidos como Warhorse Studios, sorprendió al mundo. El anuncio en Kickstarter habló de un juego que buscaba ser un RPG de mundo abierto, de mecánicas profundas, y ambientado en la Europa. Además, buscaba retratar la era medieval con una exactitud histórica nunca antes vista.

El título debutó según lo planeado y cumplió con lo que prometió, pero no todo fue perfecto. Durante el lanzamiento enfrentó problemas técnicos y numerosas fallas. Además, los comentarios de la comunidad señalaban que era demasiado exigente con sus mecánicas de supervivencia y realismo. A pesar de estos tropiezos, Kingdom Come: Deliverance encontró su público y tuvo tanto éxito, que permitió asegurar una secuela.

Ahora llega esta nueva aventura que continúa la historia de venganza de Henry y promete arreglar los problemas del pasado. ¿Lo consigue? ¿Es mejor que el original? Podemos decirte que sí: Kingdom Come: Deliverance II es mucho mejor en todo sentido. Y no exageramos cuando lo llamamos el mejor RPG de medieval de la actualidad.

Realismo histórico sin aburrir

Comencemos hablando sobre la historia de Kingdom Come: Deliverance II, obviamente sin tocar los terrenos peligrosos del spoiler. Fácilmente podemos decir que supera por mucho la historia de su predecesor y lo hace ver como un pequeño cuento para niños. En esta ocasión, Henry se adentra en el corazón del conflicto civil que sacudió Bohemia en 1403. Se sitúa en Kuttenberg, una ciudad dividida por la lucha entre el rey invasor Segismundo y quienes se le oponen.

La narrativa se desarrolla como una historia de intriga política medieval alimentada por la venganza. Es una puesta en escena épica llena de duelos intensos, asedios de castillos y momentos de humor que te mantendrá enganchado de principio a fin.

Lo que destaca es la increíble manufactura con la que está escrita cada escena. Nos parece encomiable el trabajo de desarrollo de Warhorse Studios. Kingdom Come Deliverance: II rebosa muchísima más personalidad que otras entregas olvidables, pretenciosas y con más presupuesto. Esta épica medieval es refrescante. Todos sus personajes son memorables, está llena de drama y los giros de trama sencillamente te dejarán con la boca abierta.

Audentes fortuna iuvat: "La fortuna favorece a los audaces"

Sólo tenemos una advertencia: se trata de una secuela directa, por lo que se mencionan constantemente hechos y personajes importantes del primer juego. Conocer el contexto de la aventura de Henry, ayuda mucho para entender el hilo conductor de la historia. Por supuesto, es totalmente factible jugar primero la secuela porque los hechos se explican a detalle.

Por otro lado, nos gustó mucho la manera en cómo el juego maneja las decisiones del juego anterior. Es una forma inteligente de hacerlo para evitar un engorroso proceso de importación de datos. Esto sucede durante algunas conversaciones a lo largo de la historia, donde los personajes le piden a Henry que recuerde ciertos eventos. Por ejemplo, cuando le preguntan sobre su vida romántica, podemos mencionar o no a Teresa del juego anterior. Este sistema es flexible y permite que mantengas tu propia versión de los hechos o los cambies si no estuviste satisfecho la primera vez.

Sistema de combate: adiós complicación, hola accesibilidad

En retrospectiva, uno de los departamentos cuestionados sobre el primer juego es el combate. Es usualmente recordado como un proceso un tanto engorroso al tratarse de un título RPG. Sin embargo, todo concuerdan en que se convierte trivial una vez que se desbloquea el todopoderoso Master Strike. Dicho esto, Kingdom Come Deliverance: II mejora sustancialmente este departamento. Sin embargo, no olvida sus raíces históricas para convertirlo en uno de los apartados más más divertidos y desafiantes del juego.

Kingdom Come: Deliverance II presenta una notable evolución en su sistema de combate, fruto de 7 años de desarrollo y refinamiento. La mejora más evidente es la simplificación de los ataques, que pasan de 5 a 4 direcciones. Esto hace al juego más accesible para nuevos jugadores. Los tipos básicos de ataque, como cortes y estocadas, se unificaron de manera inteligente. La dinámica de combate, entonces, se concentra en ejecutar combos para castigar partes específicas del oponente. Así, tu aventura se convierte en una peregrinación en búsqueda de los mejores maestros de armas en la región. El objetivo es aprender técnicas de combate y combos, a cambio de una módica cantidad de dinero.

Por su parte, el arsenal se expandió significativamente con la introducción de nuevas armas. Las ballestas ofrecen opciones letales a distancia. Las armas de asta tienen ventaja en combate cuerpo a cuerpo gracias a su alcance. Y, las armas de fuego, aunque poco prácticas, son una opción explosiva para derribar enemigos con armadura completa de un solo disparo. Además, es una acción letal satisfactoria, pues después de encender la mecha, sigue un momento de incertidumbre que es interrumpido por un estruendo mortal. Asimismo, el sistema de defensa también ha mejorado, con un bloqueo más permisivo que te permite defenderte de varios enemigos a la vez.

Los cortes cinemáticos son destacables

Procurando el realismo sin dejar de ser divertido

Kingdom Come: Deliverance II se presenta como un RPG en primera persona que mantiene su esencia hardcore y tradicional. Cada aspecto de Henry, nuestro protagonista, está regido por números y estadísticas que determinan su desempeño en diferentes tareas. Es decir, la práctica hace al maestro, por lo que es importante participar en todas las actividades que el juego ofrece. Al mismo tiempo, el juego conserva sus elementos de simulación y realismo, aunque de manera más equilibrada que su predecesor. Henry aún necesita comer, descansar y mantener su salud, pero estos sistemas se moderaron para que no resulten abrumadores.

Un aspecto que nos fascinó es el sistema de moda que determina cómo la apariencia de Henry influye en sus interacciones. La ropa que viste afecta directamente cómo lo percibe el mundo que lo rodea. Si está sucio, herido o maloliente, los NPC reaccionarán verbalmente de acuerdo con tu apariencia. Incluso pueden olfatearte cuando intentas merodear sigilosamente.

La vestimenta impacta los diálogos, es decir, vestir como un noble o un matón abre diferentes oportunidades para resolver las interacciones. Sin embargo, este sistema va más allá con cumplir con ciertos requisitos arbitrarios, como tener el máximo de Carisma. Debes considerar la clase de persona con la que dialogas. ¿Crees que un noble va a sucumbir por las amenazas de un bribón de cuarta? Es decir, elegir la opción de diálogo con los valores más altos en carisma o intimidación, no siempre dará el mejor resultado.

Por su parte, el mundo abierto experimentó una transformación radical respecto al primer juego. Ya no se trata de bosques vacíos y retos de cacería. Ahora nos encontramos con un mundo vibrante dividido en dos regiones. Primero está la zona del castillo Trosky, que sirve como área introductoria. Más adelante conoces la impresionante Kuttenberg, una ciudad multicultural donde cada rincón está meticulosamente diseñado y conectado con la narrativa principal.

La norma durante la aventura es visitar los numerosos pueblos para conocer personajes que necesitan una mano amiga. Estos diálogos desembocan en en misiones secundarias y tareas que te llevan a vivir un sin fin de aventuras.

Por su parte, los eventos aleatorios se multiplicaron y pasaron de un puñado a tantas, que parecen una infinidad. Encontrarás clásicos enfrentamientos contra bandidos, aldeanos que quieren engañarte, los que necesitan tu ayuda honesta y uno que otro encuentro fuera de este mundo.

Lo interesante es que estos encuentros en ocasiones evolucionan en misiones más elaboradas. Asimismo, la libertad para abordar las misiones es notable. Puedes resolverlas mediante sigilo, combate, carisma o intimidación, y el fracaso no significa necesariamente el fin, sino que puede llevar a resultados alternativos.

El drama político te mantendrá al borde del asiento

Cómo hacer un juego histórico sin fallar en el intento

Otro de los aspectos más sobresalientes de Kingdom Come: Deliverance II es la profundidad en las interacciones con los personajes. La permanencia que ejerces en el mundo es sobresaliente y poco antes vista en un videojuego. Los NPCs no son simples dispensadores de misiones; son habitantes de un mundo vivo que responde y evoluciona con tus acciones. Como dijimos, conocerás e interrogarás a numerosos personajes, pero lo especial ocurre después. Puedes regresar con ellos para informarles sobre los resultados de tus aventuras o incluso disculparte por situaciones pasadas.

Un ejemplo memorable ocurre temprano en la historia, cuando te involucras en una pelea en una taberna. Sorprendentemente, puedes volver para disculparte con el tabernero por el escándalo. Esta atención al detalle se extiende a situaciones como encontrar puntos de interés que se mencionan casualmente en una conversación aleatoria. ¡Es asombroso ver esto en acción! Los personajes recuerdan tus interacciones previas y puedes mantenerlos actualizados sobre los rumores y pistas que te proporcionaron. El resultado es un mundo vibrante como pocas veces se ve en la industria. Es increíblemente reactivo porque tus acciones tienen peso y consecuencias duraderas.

Asimismo, Kingdom Come: Deliverance II destaca por ser una herramienta de aprendizaje. El juego va más allá de estar simplemente ambientado en un contexto histórico. Es asombrosa la manera en la que integra pequeñas lecciones de historia a través de sus misiones y personajes. Si bien no aprobarás un examen de historia, es una ventana a la vida cotidiana en la Edad Media.

Por ejemplo, en las primeras horas del juego nos encontramos con un peculiar personaje sin dientes que nos pidió derribar un poste de madera. Lo que inició como una tarea trivial, se convirtió en una lección de las antiguas tradiciones. Nos fascinó observar el fanatismo de los aldeanos que protegían esta reliquia de madera. Esto ilustró cómo las costumbres paganas persistían en la vida medieval cristiana.

Más adelante, llega la oportunidad de conocer la historia de la minería de plata de la ciudad. Sin embargo, lo que te incentiva a escuchar la lección de historia que no pediste es la inocencia torpe de Henry. Después de todo, es el hijo de un herrero, por lo que desconoce mucho sobre el mundo que lo rodea. Cuando pregunta e indaga sobre el negocio de la minería de plata, la lección de historia se siente genuina.

No todo es seriedad, pues el juego está cargado de humor

Crimen y castigo

Kingdom Come: Deliverance II supone un nuevo estándar dentro de los juegos de mundo abierto gracias a su sistema de crimen y castigo. Pues representa una mejora monumental respecto al primer juego, y es sorprendente ver tanto trabajo dedicado a un sistema criminal.

El juego incluye un elaborado sistema de castigos que va desde azotes y marcas con hierro candente hasta la picota. Pero solo los verás si te atrapan en el acto. Peor aún, los habitantes de las moradas que invades son inteligentes y pueden unir los puntos. Es decir, deducen que los acabas de robar si te ven merodeando los alrededores. Los guardias reconocen el crimen que cometiste y sus comentarios se ajustan a la situación. Por su parte, los castigos están directamente relacionados con la gravedad de tus acciones.

Es fascinante ver tanto esmero en características que muchos nunca llegarán a experimentar si juegan de manera honorable. Esto nos habla sobre la enorme dedicación empeñada a cada detalle del juego. Es un testimonio del compromiso de Warhorse por crear un mundo verdaderamente profundo y reactivo.

CryEngine muestra su mejor cara

En el aspecto técnico, Kingdom Come: Deliverance II nos sorprendió con una estabilidad sobresaliente. Incluso en nuestra versión previa al lanzamiento que jugamos para esta reseña, el rendimiento fue sólido y entregó una experiencia prácticamente libre de errores.

Estamos verdaderamente sorprendidos con la calidad de imagen y estabilidad del CryEngine, motor gráfico empleado para dar vida a Kingdom Come: Deliverance II. La industria AAA vive una situación preocupante. Sus presupuestos son cada vez más altos gracias a la consigna de perseguir el fotorealismo. Sin embargo, la optimización que obtiene el usuario final es mínima. Esto ocasiona que tecnologías como DLSS y diversos métodos de rendereo temporal sean casi obligatorios, lo que resulta en juegos con calidad visual borrosa.

En este sentido, el juego de Warhorse Studios es una bocanada de aire fresco. El juego se desempeña de manera excepcional. Y no es todo, sino que entrega paisajes de ensueño para retratar de manera vívida los paisajes remotos de Bohemia en 1403.

Esta base técnica alimenta la presentación. El juego hereda de su predecesor una cinematografía excepcional, con secuencias que rivalizan el cine de altura. Cada corte a las cinemáticas se convierte en un festín visual que enriquece la historia. Asimismo, el trabajo de actuación de voz merece un reconocimiento especial, pues el elenco logra dar vida a los personajes con interpretaciones convincentes y emotivas.

La atención al detalle se extiende hasta los elementos más sutiles de la interfaz. Los menús incorporan elementos artísticos que emulan el arte medieval, lo que refuerza la inmersión histórica de todo el juego.

CryEngine da vida a esta espectacular experiencia

Detalles mínimos dentro de una experiencia casi perfecta

Sorpresivamente, nos encontramos ante uno de esos casos donde resulta difícil señalar defectos del juego. Por ejemplo, vale la pena mencionar que a los combates les hace falta peso y contundencia. Es muy evidente la falta de impacto cuando enfrentamos a enemigos sin protección. Es difícil notar una diferencia entre golpear a un adversario con armadura pesada y a uno desprotegido, independientemente de si usamos armas cortantes o contundentes.

Por otra parte, el sistema de guardado del título anterior permanece intacto. Para quienes no estén familiarizados, Kingdom Come: Deliverance generó bastante controversia. En su momento, implementó un método que solo permitía guardar la partida mediante el consumo de una poción especial. De esta manera, era imposible guardar el progreso, excepto en determinados momentos de la trama o al descansar en tabernas y posadas. Esta mecánica se mantiene en la secuela y continúa siendo un verdadero desafío cuando las pociones escasean. Si bien es cierto que abundan en las tiendas y su elaboración no es ningún reto, resulta frustrante. Especialmente cuando te quedas sin ellas durante las primeras horas de juego. Es en este momento preciso cuando los recursos son extremadamente limitados.

Sobre lo anterior, tenemos que mencionar que las horas iniciales resultan tediosas. Por cuestiones del guion, nuestro protagonista se encuentra en una situación precaria y se ve obligado a levantarse desde cero. Este comienzo tiene sentido narrativo, pero no es la mejor bienvenida para los nuevos jugadores. Tampoco constituye el mejor tutorial, especialmente considerando que los sistemas de juego son bastante exigentes.

Dicho esto, sorprende poco descubrir que, en apenas 24 horas, la población de jugadores en Steam se redujo. Poco menos de la mitad persistió y, a pesar de todo esto, los números son envidiables. Es comprensible que muchos esperaran un inicio más dinámico y accesible. Sin embargo, esto refleja la filosofía de Kingdom Come: Deliverance II. Es un juego que no pretende ser convencional, sino una experiencia única que valora la destreza y dedicación de sus jugadores. Para quienes logran superar esas desafiantes horas iniciales, les espera uno de los RPG más sobresalientes de los últimos años y una aventura verdaderamente épica.

Una obra maestra: el mejor RPG medieval que vas a jugar en muchos años

En conclusion, Kingdom Come: Deliverance II se alza como una obra excepcional que merece nuestra más sincera recomendación. Sin dudarlo, es el mejor RPG medieval de la actualidad. Warhorse Studio nos ha logrado dar una cátedra de cómo entregar una secuela excelente que logra superar todas las expectativas. Sin duda, esta joya se posicionará entre los candidatos a mejor juego del año, pero para eso falta mucho tiempo.

Este juego es obra de la pasión de un equipo entregado a crear una experiencia narrativa fascinante. Los aficionados a los RPG con sistemas de juego profundos encontrarán aquí su hogar. Es una experiencia poco convencional, pero que, aún así, es sumamente accesible y digerible.

Kingdom Come: Deliverance II es una obra maestra en todos sentidos. Sin duda, una declaración de intención y de lo que puede lograrse con una visión clara y la determinación para ejecutarla.

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