Reseña
Por fin pude llegar a jugar Leisure Suit Larry Box Office
Bust, un título que esperé mucho, mucho tiempo. He sido fan de la serie de Larry
desde sus inicios, cuando tenías que meter el diskette y darle cd a: y
luego larry.exe, una época totalmente diferente. El humor era bueno y
las situaciones ridículamente divertidas, el juego iba al punto: diversión y
sin sentido. Tengo que confesar que jamás jugué el título de la generación
pasada, Leisure Suit Larry: Magna Cum Laude, así que no sé si la serie
estaba perdida desde entonces.
LSL:BOB es un título horrible. Lo siento, pero es la verdad,
no pude encontrar una sola razón para recomendarlo y ustedes saben que siempre
busco el lado bueno de un juego, en este caso no pude encontrar ninguno. Para
empezar, la serie de Larry se ha caracterizado por presentar un humor maduro y
oscuro, chistes con doble sentido y una temática sexual muy fuerte.
Desafortunadamente, en esta entrega lograron lo imposible: hacer que un chiste
de senos se volviera aburrido. La temática sexual es omnipresente, lo malo es
que el doble sentido no tiene nada de doble, los chistes son obvios y aburridos
y el humor es totalmente corriente y crudo. Por ejemplo, tu personaje le
entrega una cuerda a otro y dice algo como ¿Por qué no me la jalas un poco?
Al comenzar la historia te encuentras dormido en tu patética
habitación universitaria y recibes una llamada de tu Tío Larry, que no es otro
que el protagonista de los juegos originales, para pedirte que vayas de
inmediato a su estudio de películas. Al llegar, recibes un rápido tour por las
instalaciones y el Tío Larry te explica la situación mientras te someten a una
cantidad enorme de algunos de los peores chistes de la historia del humor. Resulta
que su estudio cinematográfico es víctima de espionaje industrial y tú eres el
indicado para resolver el misterio. Para eso tendrás que comenzar a trabajar
como intendente, ya sabes, para tener acceso a todo el estudio.
Tu primer jefe será el conserje del estudio y te encargará
tareas como ir a despintar graffiti de penes y tonterías por el estilo,
para enterarte de que él es el culpable. El gameplay es el clásico de un
título de plataforma, la vista es en tercera persona y el objetivo es recorrer
un escenario enorme tras otro, saltando y corriendo como desesperado. La
historia avanza mientras realizas una gran cantidad de minijuegos completamente
ridículos, tanto, que tu personaje parece saberlo, ya que se la pasa soltando
frases sobre lo estúpidas que son las tareas que realiza. Eso nos lleva al
siguiente punto: las voces del juego. En pocas palabras, son pésimas, los
diálogos se sienten forzados y la calidad misma del sonido es mala, parece que
lo hubieran grabado al interior del baño de la casa de Artie Lang. Otro
ejemplo, si al pasear por el estudio chocas con alguna de las féminas que
pululan sin rumbo por ahí, esta dirá algo como ¡Ouch! Eso dolió más que mi
noche de graduación.
