Metal Eden

PC

Un FPS de ciencia ficción cargado de adrenalina.
La UNIDAD HIPER ASKA es enviada a una misión suicida para rescatar los NÚCLEOS de los ciudadanos de MOEBIUS, una ciudad orbital convertida en una trampa mortal. Sumérgete en la guerra cibernética, enfréntate a los INGENIEROS y descubre los secretos de METAL EDEN.

+Lo bueno

  • La dirección artística es impactante y está excelentemente lograda
  • Combate rápido, intenso y con énfasis en control de área de combate
  • La banda sonora es excelente, con sonidos futuristas y ritmos que te harán mover la melena en medio del combate
  • El plataformeo y las secciones entre arenas de combate son suficientes para darnos un respiro sin abusar de tiempos muertos
  • Actuación de voz que va perfectamente con los personajes

-Lo malo

  • Uso de IA generativa para algunas líneas de voz
  • Corta duración
  • Algunos enemigos son frustrantes, con ataques difíciles de leer
  • El diseño de niveles a veces contradice su propósito, por ejemplo, áreas que parecen explorables no lo son y viceversa
  • Es común atravesar el mapa, ya que muchas plataformas dentro de las arenas de combate no tienen colisión
  • El “Modo bola” es una idea poco explorada en el juego, y se siente más como un gimmick

Reseña

Originalmente revelado durante el Koch Media Primetime 2021 como Final Form, METAL EDEN es un juego que pasó por debajo del radar de muchas personas en su momento. Después de años las esperanzas de ver el tan ambicioso proyecto de Reikon Games se desvanecieron hasta que, durante el State of Play de febrero de 2025, resurgió de la oscuridad como METAL EDEN.

Ciertamente levantamos el oído, ya que lo último que habíamos escuchado del desarrollador polaco fue sobre una ola de despidos en 2024, que llevó a más de la mitad de la fuerza de trabajo a la calle.

Mencionamos todo esto porque queremos recordarte, querido lector, que mientras que este juego tiene la pinta de un juego AAA desarrollado por una empresa multimillonaria, en realidad lo crearon no más de 60 personas en el Este de Europa.

Así pues, luego de un último retraso en mayo, el FPS de arena futurista llegó a nuestras manitas el 2 de septiembre de 2025.

Pero, ¿tantos problemas de desarrollo y una nula comunicación con su comunidad habrán mermado el producto final? Sigue leyendo, aquí te lo contamos.

DALES CON TODO, HYPER

Han pasado cientos de años desde que la Tierra dejó de ser habitable y, mientras tanto, se crearon  Nucleos capaces de insertar conciencias humanas y se enviaron al espacio para guardarlos hasta el día que “Vulcan”, un planeta colonizado por megacorporaciones, sea habitable.

Como estamos hablando de un universo al puro estilo Cyberpunk, las cosas salen terriblemente mal. Así pues, tomarás el control de “Aska” una  “Unidad Hyper” que busca rescatar lo que queda de la humanidad siguiendo las órdenes de “Nexus”, uno de los 4 ingenieros que desaparecieron después de un cataclismo en Vulcan.

Seremos sinceros: la historia no es el punto fuerte de METAL EDEN, pero es suficiente para darnos un objetivo y echar a andar las muy estileras cinemáticas del juego. También tenemos que admitir que algo brincaba en nosotros cada vez que escuchábamos el “Give ‘em hell, hyper” de nuestra AI, antes de ser lanzados como proyectiles derechito al infierno en cada misión.

Pocos juegos sacan a relucir su estilo visual de manera tan inmediata como METAL EDEN. Aquí, desde el primer minuto te bombardean glitches visuales, sonidos de licuadoras pasando por sintetizadores y voces robóticas que te harán pensar “¿nosotros somos los malos?”.

La presentación del juego es impresionante: hay pasillos relucientes, listos para que los pintemos con fluidos biorrobóticos y torres de megacorporaciones a la distancia en lo que genuinamente creemos que son de los skyboxes más impactantes que hemos visto hasta la fecha. Es un dicho trillado, pero también es cierto que siempre que miramos al horizonte lo único que podíamos pensar era “Cada cuadro es una pintura”.

Tenemos la sensación de que el equipo de Reikon sabía perfectamente que éste sería uno de sus puntos más fuertes, pues entre arenas de combate hay secciones donde estamos literalmente atados a un riel,  escuchamos diálogos de los personajes mientras surcamos los cielos del planeta Vulcan y observamos los cientos y cientos horas de trabajo detrás del universo de METAL EDEN.

Además de la dirección de arte evidente en los modelos y la paleta de colores, METAL EDEN usa graduaciones de color agresivas, como sobras azules, neones rojos y tonos medios verdes azulados para los diseños “futuristas”. Lo interesante es que Reikon los utiliza con moderación, para definir la identidad y hacer que el resto de los elementos en pantalla queden como anillo al dedo. Un verdadero agasajo visual.

Una de las cosas que más nos emocionó de METAL EDEN desde su anuncio en State of Play de febrero fue el regreso del compositor Sascha Dikiciyan aka “Sonic Mayhem”, un nombre legendario dentro de los boom-shoot  por haber creado soundtracks icónicos como el de Prototype, The Long Dark, Deus Ex: Mankind Divided y, por supuesto, Quake II.

A las arenas de combate de METAL EDEN llenas de adrenalina con grandes oleadas de enemigos y manejo de recursos, se suma este soundtrack que inyecta un ímpetu de destrucción que nos mantuvo al filo del asiento. Los sonidos digitales altamente distorsionados, con una compresión asquerosamente brutal y bases de club rave encajan perfectamente con la estética del juego. Seguimos esperando su lanzamiento oficial, pero éste es uno de los mayores puntos de venta; es una banda sonora que usaríamos siempre en nuestras fantasías de misiones suicidas. Una maravilla.

HASTA LAS RODILLAS EN UN LIMBO

Pasando a la parte del gameplay, la verdad es que nos cuesta un poco de trabajo expresar lo que sentimos durante el bucle del juego… pero no culpamos a METAL EDEN

Un pensamiento constante durante nuestras horas con METAL EDEN es “hemos visto esto antes”. Hablamos de ganchos en brazo y movimiento que nos recuerdan a Titanfall, munición y manejo de arenas y enemigos que remiten a Doom Eternal y secciones de transición que le tiran a Ghostrunner.

No decimos esto como algo negativo. Después de todo, si vas a tomar inspiración de alguien, ¿por qué no de titanes del gaming? Lo malo es que no pudimos evitar sentirnos en una especie de Limbo, donde las ideas visuales se ven defraudadas por piezas de ajedrez que simplemente olvidan comunicarse unas con las otras.

La pasamos bien destruyendo unidades de ciberseguridad con un arsenal de destrucción, aunque funcionaran exactamente igual que a los de shooters de arena contemporáneos, por su presentación y diseño sonoro.

Tenemos el arsenal clásico patentado por id Software: una pistola, escopeta, armas de plasma, metralletas y lanzagranadas, y nos alegró ver que todas nuestras herramientas de destrucción fueran relevantes durante toda la campaña. En específico, la pistola nos ayudó a terminar con los drones; la SMG alimentó nuestros recuerdos de la Nailgun; y las armas de plasma nos salvaron innumerables veces de bastardetes canijos armados hasta los dientes con armaduras especiales.

Cada sonido y explosión retumbó en nuestros oídos mientras veíamos géiseres de sangre que contrastaba con el pulcro escenario. Piensa en el pasillo de un edificio corporativo, de esos que huelen a chicle y en la recepción tiene bambús y bolitas de gel; ahora añade 200 toneladas de pólvora, plasma y gelatina de grosella impactando ese pasillo.

El diseño visual de todas las armas es único y lleno de detallitos que nos hicieron detenernos más de una vez para apreciarlos. No podemos dejar de repetirlo: la artesanía en cada detalle de modelaje es del más alto nivel técnico y creativo.

El problema mayor de METAL EDEN es la IA que puebla las arenas de combate. Pocas veces tuvimos que utilizar todas las herramientas de movimiento o los combos de armas, porque generalmente la respuesta a cualquier situación era correr en forma de herradura para evitar que nos alcanzaran proyectiles que leían nuestros botones, y romper el pathfinding de enemigos que buscaban combate cuerpo a cuerpo.

Para diferenciarse de otros shooters de este estilo, METAL EDEN introduce una mecánica de juego que implica “arrancar” núcleos de los enemigos para después decidir si se usan para que el siguiente golpe cuerpo a cuerpo uno sea más fuerte o para lanzarlo y ocasionar una explosión inmediata.

La mecánica suena interesante ¡y lo es!, pero nos hizo sentir un poco defraudados por ser un cooldown brutal. Verás: cada vez que utilizas esta habilidad debes esperar unos 30 segundos para volver a usarla, y, mientras tanto, eres libre de emplear el resto de tu arsenal para deshacerte de todo lo que se te ponga enfrente. Eventualmente, podrás conseguir una mejora para recortar ese tiempo de recuperación, pero para cuando eso sucede ya conseguiste formas de destrucción mejores y más eficientes.

Es una lástima, ya que la idea de generar “combos” a partir de esta habilidad, junto con el resto tus capacidades de movimiento suena a una distinción importante del resto de juegos que hay en el mercado, pero su ejecución nos deja, de nuevo, en un limbo de combate en donde nos encontramos corriendo en círculos esperando el permiso de un reloj para seguir adelante.

YO ERA LA BOLA

Tal vez nuestra percepción esté un poco distorsionada… hay que recordar que venimos de una racha de videojuegos brutal desde 2023, así que no podemos evitar pensar en lo mucho que METAL EDEN la hubiera roto si hubiera salido hace un par de años. Como el hubiera no existe, diremos que el juego está “bien” a secas.

A lo largo de nuestro tiempo con METAL EDEN sentimos que el título es la definición de “estilo sobre sustancia”, porque la historia, el bucle de juego y hasta los visuales desbordan creatividad. Eso provocó que, en el inicio, saliváramos con expectativas de que hubiera algo más allá, pero lo que ves es lo que hay. No hay más, pero tampoco menos.

Una de tantas mecánicas involucran el “Modo bola” que, de nuevo, estéticamente, y como forma de romper la monotonía de disparar a todo lo que se ponga enfrente, suena bastante bien. La realidad es que, considerando que los niveles son lineales, el “Modo bola” sirve para desatar una verborrea de los personajes mientras atraviesas lagos de lava y disparas a enemigos esparcidos por los pasillos. Todo esto para que, al final, estemos frente a un botón abriendo puertas y siguiendo con el juego.

Nunca nos cansamos de METAL EDEN ni sentimos que debería terminar, tal vez porque simplemente no da tiempo. En la dificultad más alta y deteniéndonos para tomar notas o para apreciar el paisaje, el reloj apenas nos marcó unas 6 horas de juego, con la opción de empezar desde cero sin un new game plus ni nada por el estilo.

De nuevo, aunque esto puede sonar negativo, lo vemos “bien”. Sentimos que el juego duró lo que tenía que durar, ni más, ni menos. De otra forma, tal vez habríamos tacleado esta reseña con un poco de resentimiento, pero METAL EDEN no tiene un pelo de relleno; más bien nos mantuvo enganchados de principio a fin, y siempre respetó nuestro tiempo.

UN TRIUNFO DE PERSEVERANCIA

METAL EDEN es un juego cuya presentación es de lo mejor que hemos visto en Unreal Engine 5, con visuales impactantes, una dirección artística que nos dejó sin aliento y un rendimiento del que no tenemos queja. Por otro lado, nos dejó en una especie de pensamientos sin rumbo, porque no nos hizo sentir algo específicamente malo ni bueno, así que la pasión la provoca más bien su desarrollo y el hecho de que lo dábamos por muerto hace unos meses. Nos alegra que, después de la tormenta que ha vivido Reikon Games logró entregar un producto final atractivo.

A veces olvidamos lo complicado que es entregar un proyecto, las horas interminables de un equipo de gente apasionada que quiere contar su propia historia o mostrarnos algo fregonsísimo generado por sus manos. Nos habría encantado recomendarlo con más enjundia, pero no nos voló la mente; sin embargo, creemos que hay peores formas de gastar tu dinero.

METAL EDEN no es mediocre; su mera existencia es prueba de una tenacidad poco reconocida en esta industria, y sólo por eso nos damos el lujo de recomendarlo. No nos malinterpretes: no estamos diciendo que sea un mal juego ni que sea excelente; es uno que, en el peor de los casos, ya habrás experimentado si eres un clavado en el género.

Reikon está pegando muy por arriba de su nivel con esta entrega, y eso es algo que debemos apreciar. Esperaremos pacientemente a lo que sigue para el estudio polaco, con la esperanza de que sigan entregando proyectos tan visualmente impresionantes como RUINER o METAL EDEN. El estudio está lleno de ideas que esperamos que refinen y continúen a lo largo de los años.

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