En la NBA, como en todo deporte profesional, el premio al más valioso reconoce al mejor jugador de la temporada. Esto no significa que su equipo vaya a ser campeón. Hay ocasiones en que el talento y la correcta gestión del equipo conducen a ello. Pero en otras, se convierte en un premio que sólo resuena en lo individual. A estas alturas, hablar de NBA 2K es entrar en terrenos que pueden ser tan emocionantes como escabrosos. Sin embargo, algo sucedió, algo bueno, y hay elementos suficientes como para decir que NBA 2K26 tiene una temporada de MVP, aunque todavía no para alzar el trofeo Larry O’ Brien.
La pasión y diversión regresan a la duela
Sobre los videojuegos deportivos pesa el estigma de la repetición y la mínima innovación año con año. Se lo ganaron a pulso, no lo negaremos, pero hay ocasiones en que las estrellas se alinean y el resultado se distingue del pasado.
NBA 2K26 es la nueva entrega de la exitosa franquicia de 2K Sports y Visual Concepts con una historia de más de 2 décadas, la cual vive una revolución en su interior. Aunque no se nota a simple vista en entregas anteriores, la IP está cambiando para bien con el uso de herramientas de inteligencia artificial.
El juego de este año es el tercer lanzamiento que usa esta tecnología para ofrecer un nivel de realismo que marque una nueva era. ProPLAY Motion Engine está cambiando el juego. Lo más interesante es que está cerca de alcanzar ese pequeñísimo, pero esencial, punto de equilibrio entre la simulación y el videojuego.

Después de tantos años, se había perdido el norte respecto a lo que buscamos en un juego deportivo. Muchos exigimos simulación absoluta hasta que nos topamos con un simulador de verdad. Entonces entendemos la importancia de reconocer que, de principio a fin, esto es un videojuego. Visual Concepts lo entiende a la perfección.
La entrega de este año añadió miles de animaciones y movimientos realistas cuyo registro parte de la realidad. La misma cantidad de partidos reales son escaneados por las herramientas IA de ProPLAY y convertidos en videojuego.
Verde o falla, no hay medias tintas
Tras decenas de horas con un sinfín de partidos jugados, hay que reconocer que NBA 2K26 es la mejor entrega de la franquicia en los últimos años y su jugabilidad es divertida y adictiva.
Visual Concepts asegura que se trata del cambio en físicas y jugabilidad más grande desde la edición 2021. Lo primero que se nota al tomar el control es el cambio y la mejora en los movimientos de los jugadores. Todo esto desde una perspectiva realista. El peso, la velocidad, la posición, el impulso, todo tiene que ver con el éxito o fracaso de una jugada.
En la última década, la NBA dejó de ser una liga de clavadas espectaculares para dar paso a los recortes, amagues y tiros de media, así como triples sin cesar. El juego refleja la realidad de la cancha en todo sentido. Los movimientos de los jugadores son iguales a los de su versión real y el aumento de animaciones permitió una integración impresionante con el control.

Una correcta ejecución de frenado es esencial en el baloncesto. NBA 2K26 hace gala de sus mejoras y avances y todo lo que puedes hacer con R2 y los sticks a partir de las fortalezas y debilidades de cada jugador. Hacer un recorte con Steph Curry o Shai Gilgeous-Alexander es más sencillo; trata de hacerlo con LeBron James o Anthony Edwards y morderás la duela.
NBA 2K nunca ha sido un juego casual, para disfrutarlo hay que jugarlo bien. Es ahí donde Visual Concepts no cedió: “verde o fallas”, frase lapidaria que advierte la necesidad de aprender cada jugada para ejecutarla correctamente en la duela.
La sinergia entre tecnología, físicas y control resulta en una de las mejores experiencias deportivas en años recientes. Siempre he pensado que el mejor control en un videojuego es aquel que, una vez dominado, se siente como una extensión de tus dedos, de la misma forma que sucede con un carro, una bicicleta o una motocicleta.
Al mismo tiempo, el control de NBA 2K26 responde a la mínima situación en la cancha. El tamaño, el peso, la habilidad y la posición de cada jugador intervienen en el éxito de un tiro o pase. Una posición inadecuada reduce considerablemente las posibilidades de encestar, lo mismo en un pase. Es en esos detalles donde descubres que es un juego más serio de lo que parece, pero sin caer en lo estricto de un simulador en plenitud; en realidad nunca olvida que es un videojuego.

El medidor de tiro se reajustó. Se siente tan suave como la mantequilla con esa ligera vibración al dar en el verde que te indica que hiciste un buen disparo. El tiro rítmico que se ejecuta con el stick derecho también mejoró. Aunque no lo creas, simula en sólo un par de movimientos la mecánica real de impulso, brazo y muñeca que haces al tratar de encestar.
Aunque ya no sucede tanto como antes, la NBA actual también tiene juego bajo el aro y los postes tienen estilos definidos. La entrega de este año dejó atrás los movimientos genéricos en la pintura y capturó el talento de figuras como Nikola Jokic, Victor Wenbanyama, Anthony Davis y todos los tipos grandes que hoy son más veloces, tienen variantes en el juego de piernas e igual pueden tirar de media, lanzar un gancho o clavar el balón.
Incluso las bandejas tienen su reto. Antes eran un recurso cuasi automático, pero hoy tienen su propio medidor que se calibra con el control de balón, posición, velocidad y fuerza que lleves tras el salto.
En cuanto a la IA, el trabajo y los resultados son notables. A la ofensiva, tus compañeros se desplazan de forma inteligente en la duela en la mayoría de las jugadas. Por su parte, la defensa que enfrentas no es tan fácil de eludir o fintar como antes así que hacerte de un espacio para tirar o penetrar hacia el aro te costará. De ahí la importancia de aprender cada movimiento y meterse de lleno en la curva de aprendizaje.
En pro del realismo, Visual Concepts aumentó el número de situaciones accidentales. Tiros errados, pases interceptados, balones perdidos, rebotes inesperados, algo que sucede constantemente en un juego profesional y que merecía una correcta representación en el videojuego oficial.
Modos para cada fan del deporte ráfaga
NBA 2K26 tiene los mismos modos de su era reciente. Si no está roto, no lo arregles, así que solo hay mejoras y cambios específicos que no alteran la fórmula principal.
Vamos a concentrarnos en aquello que llama la atención, como el punto de inicio de MyGM, el modo de gerente general con varios elementos RPG. Esta vez, hay 30 posibles escenarios para iniciar tu legado como responsable de un equipo de la NBA y esto determina ciertas características y situaciones con las que te tocará lidiar. Como siempre, puedes mantener todo el análisis y acción en los menús, o puedes tomar control absoluto y jugar los partidos. La experiencia es tan profunda como siempre y el añadido de este año no está nada mal.
Luego, tenemos Out of Bounds, el modo carrera donde creas a tu jugador e inicias una historia en busca del ascenso a la NBA. En años recientes, Visual Concepts ofreció una historia diluida, pero para este año tenemos una narrativa más compleja y emocionante narrada por Spike Lee. El reconocido cineasta de culto sabe lo que es sufrir pues lleva décadas esperando que sus amados New York Knicks sean campeones.

En lo general, la profundidad de Out of Bounds y el desarrollo de sus eventos, incluyendo ligas de preparatoria, Europa, y la NBA, son buenas. Sin embargo, hay detalles negativos como la incongruencia en situaciones dentro de la cancha. Puedes tener un rendimiento con calificación A en un partido, marcar un triple doble, y aún así un compañero te regañará, tu entrenador cuestionará tu rendimiento y tus papás el compromiso con el deporte. Pienso que el estudio subestimó el talento de los jugadores y difícilmente alguien tendrá dificultades para llevar a MP a la mejor liga de baloncesto del mundo.
Como en años recientes, el modo carrera se integra con The City y hay muy buenas noticias. Este mundo virtual con todo lo que aman los fans del básquetbol corre por primera vez a 60 cuadros por segundo. También, el diseño de la nueva ciudad es compacto y permite ubicar cualquier punto en el mapa sin importar en donde te encuentres. Aunque se trata del paraíso de aquellos que no temen gastar cientos o miles de dólares para subir a sus avatares a nivel 99, hay una escena competitiva divertida y las comunidades se forman día con día; hasta puede formar un crew con más de 40 jugadores y representarlo en cualquier reta en línea.
MyNBA se mantiene como el tradicional modo que busca los números de tu tarjeta de crédito, pero es importante destacar que este año hay más actividades off-line y para quienes desean jugar solos contra la IA.

Por fin una experiencia audiovisual de actual generación
NBA 2K26 mantiene el vínculo con la generación anterior, pero las últimas entregas marcaron la brecha que se ha hecho más grande con cada lanzamiento. La edición de este año es la más avanzada en el apartado audiovisual.
El diseño de cada jugador y arena luce mejor que nunca. Muchos jugadores tienen una representación actualizada y más detallada, un punto a favor para quienes buscan el mayor realismo de la liga. Los reflejos en la duela de cada arena dan cuenta del avance en materia gráfica y también se creó el doble de audiencia para que haya variedad en las gradas.
La franquicia nunca escatima en presentaciones y la ruleta de previos, entrevistas, comentarios y demás contenido relacionado es variada, así que ningún partido se sentirá igual.
Las animaciones de los jugadores, fuera de aquello que tiene que ver con la jugabilidad, son más realistas, aunque todavía hay algunas poses muy extrañas y bugs que se generan en situaciones de choque en la pintura. Fuera de eso, y si juegas la temporada que iniciará en unas semanas con los equipos actuales, notarás el avance que hay respecto a las entregas anteriores.

Temporada de MVP
Pelear contra lanzamientos anuales de juegos deportivos es como querer detener una ola con las manos: no hay nada qué hacer. Lo que sí está dentro de nuestra capacidad es juzgar qué tanto valor y contenido aportan año con año. En el caso de NBA 2K26, se trata de un lanzamiento que se distingue de las ediciones anteriores y es, definitivamente, el juego de baloncesto que la actual generación necesitaba desde hace tiempo. Aún falta mucho por mejorar, pero con lo que se trabajó y mostró este año, se confirma que hay cimientos sólidos que, con algo de compromiso, resultarán en mejores experiencias para los fans del deporte ráfaga.
