Los primeros años del Xbox se caracterizaron por un inicio difícil. Microsoft debía lidiar con el estigma asociado con los errores de Windows, además de competir con los gigantes de la industria para ganar el favoritismo de la audiencia. En ese difícil panorama, los juegos RPG orientales abundaban en las consolas rivales, mientras los occidentales aprovechaban las bondades de la PC; el Xbox no tenía material para competir en ese ramo. La estrategia para corregirlo fue convocar la ayuda de Peter Molyneux, autor de dos propositivos títulos: Dungeon Keeper y Black & White.

A pesar de ser considerado una eminencia en la industria, Peter Molyneux ha tenido problemas para sacudirse uno de sus mayores estigmas: no haber cumplido en ninguna de las entregas de Fable la promesa de un mundo envolvente en el que la mínima decisión afectaría su desarrollo. Durante años nos ha fascinado con posibilidades y el poder de elegir, pero hasta el momento sus juegos no han profundizado tanto ninguno de los dos conceptos. Eso no significa que las aventuras en Albion sean malas, ofrecen experiencias sumamente pulidas pero con fallas que a veces resaltan demasiado, Fable III no es la excepción, se trata de una aventura entretenida, duradera y con gran historia, cuyos defectos le impiden alcanzar el podio de los clásicos.

Tras algunos meses de preparación, Fable III se trasladó del Xbox 360 a PC con ajustes para una experiencia más amigable. El primero y más obvio es el apartado gráfico; este título podrá no estar a la altura de los juegos más impactantes en términos visuales, pero comparada con su análogo de consola, esta versión tiene considerables mejoras, desde la definición de las texturas y el uso de sombras, hasta el aumento en la resolución o el soporte para 3D. Podrán cuestionarse las ventajas de la estereoscopia al momento de jugar, pero en armonía con los artísticos escenarios y las locaciones de Albion, los elementos que resaltan agregan una capa más a lo envolvente de la escenografía.

La interfaz también recibió mejoras, ya que está organizada para acceder más rápido a todas las opciones y características del personaje, a la vez que la rueda de desplazamiento del ratón sirve para cambiar velozmente entre magias, pistolas y espadas. El control es prácticamente el mismo, fácil de aprender y dominar con teclas configurables, aunque puedes conectar un gamepad de Xbox 360 si te cuesta trabajo acostumbrarte. Idéntico también es el sistema de combate, repleto de acción, así como la habilidad de ganar dinero o invertir en propiedades para mantener las arcas de tu reino siempre repletas.