Si bien, gran parte de la atención mediática ha estado concentrada en el efecto que el recorte de precio al PlayStation 3 tendrá sobre su competitividad con otras consolas de sobremesa, poco se ha dicho respecto a la posible canibalización que el movimiento puede generar entre la plataforma y el PS Vita; después de todo, ambos costarán $249 USD.
No obstante, tres de los analistas más importantes de la industria han descartado que los costos equiparables pongan en ruta de colisión a los dos dispositivos, arguyendo que, pese a ser aparatos de videojuegos, cada uno está orientado a mercados distintos.
La gente que no tiene ninguna [consola], probablemente compre un PS3; quien ya tenga una, probablemente compre un Vita, dijo Michael Pachter, uno de los analistas más mediáticos, y respaldó su comentario enfatizando que el mercado para Vita es muy pequeño, pues se trata de una portátil costosa orientada a los jugadores hardcore.
Sumándose a esta postura e introduciendo otra perspectiva, Jesse Divnich, vicepresidente de la Electronic Entertainment Design and Research, se remitió al caso del DS, cuyo precio de lanzamiento fue de $149 USD, al tiempo que el GameCube se vendía a $99 USD, o el PSP, que cuando salió tenía un costo de $249 USD, mientras que el PlayStation 2 costaba $149 USD. En ninguno de los citados ejemplos hubo un efecto adverso para los sistemas.
Finalmente, Colin Sebastian, de la firma de análisis Robert W. Baird, apoyó la posturas previas, pero no dejó pasar la oportunidad para recordar que el dispositivo tendrá que remar contra la corriente.
Siendo francos, no queda claro por qué se sigue especulando con respecto al precio de Vita. Aun con el costo actual, Sony va a perder dinero por cada unidad que produzca durante los próximos tres años, así lo implicó Kaz Hirai, representante ejecutivo y vicepresidente de Sony, en junio pasado. Con ello, no queda mucho margen de acción para la compañía, al menos, por ahora.
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