Luego de que información filtrada por el exagente de la CIA, Edward Snowden, llegara a la superficie ayer, 28 de enero, implicando a Rovio y a su exitosa aplicación, Angry Birds, en asuntos de espionaje, Mikael Hed, director general del estudio finlandés, salió a dar la cara por la compañía al desmarcarse de los señalamientos y poner la culpa en las redes de publicidad de la cuales es parte su juego móvil.
"Rovio Entertainment Ltd, acuartelado en Finlandia, no comparte datos, colabora o colude con alguna agencia de espionaje gubernamental como la NSA o la GCHQ en cualquier parte del mundo.", explicó Rovio mediante un comunicado de prensa en su sitio oficial.
"La supuesta vigilancia puede conducirse por medio de redes de publicidad externas usadas por millones de sitios comerciales y aplicaciones móviles en todas las industrias. Si las redes de publicidad efectivamente son usadas, entonces ningún dispositivo con Internet que visite un sitio con publicidad está a salvo de dicha vigilancia. Rovio no permite que ninguna de estas redes use o pase información personal desde las aplicaciones de Rovio.", añadió el estudio.
Dicho lo anterior, la compañía de entretenimiento aclaró que evaluará su relación con las redes de publicidad, pues la confianza de sus usuarios es primordial.
"Con el fin de proteger a nuestros usuarios, tendremos que evaluar trabajar con estas redes si es que están siendo usadas para fines de espionaje.", remató Hed.
Angry Birds ha sido descargado 2 mil millones de veces y cuenta con 200 millones de jugadores mensuales activos, así que este asunto es delicado.
Las filtraciones de Snowden han sido un dolor de cabeza para varias compañías importantes, incluyendo a Microsoft y a Facebook.
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