Así como sucedió con los movimientos contraculturales, las diferentes eras del rock, el hip-hop, el cine y la televisión, los videojuegos han sido el chivo expiatorio para encontrar una causa inmediata a problemática sociales. La violencia en los hogares y lugares públicos se ha asociado con el gaming aun cuando hay razones profundas sobre los hechos y muestra de ello es lo que sucedió en un condado de Estados Unidos.
Un menor fue detenido tras atacar a su padre, supuestamente, influido por los videojuegos
De acuerdo con un reporte de Yahoo News, la policía de Tooele, Utah, arrestó a un niño de 9 años que atacó y le quitó la vida a su propio padre. El hecho ocurrió el pasado 16 de febrero, pero el asunto se ha vuelto un escándalo en días recientes, cuando la policía recibió una llamada de emergencia por una persona herida con arma de fuego y arma blanca. Al llegar al lugar, encontraron a un sujeto de 32 años sin vida con un disparo y heridas causadas por arma blanca. Los reportes preliminares señalaron que la víctima, junto con el niño de 9 años, se fueron a dormir tras discutir por la conducta del menor, pero momentos después salió el pequeño avisando a sus familiares que su padre ya no estaba vivo.
Durante la investigación, la policía interrogó a los demás familiares que vivían en la casa y estos aseguraron que el niño de 9 años pasaba la mayor parte del día jugando videojuegos con alto nivel de violencia de violencia o consumiendo contenido en su tablet y smartphone. Al respecto, los interrogados coincidieron en que los juegos y el contenido que el menor jugaba y veía no eran acordes a su edad, pero nadie puso atención al respecto, simplemente dejaron que lo hiciera sin pensar en las consecuencias que esto podría tener.
Aunque no se mencionan nombres de videojuegos, se hace énfasis en sus mecánicas de uso de amas de fuego y armas blancas, de manera que el menor repitió lo que vio en una pantalla sin asimilar el impacto real que esto podía tener pues, desde un inicio, estaba lidiando con contenido no apto para su edad sin supervisión alguna de una figura paterna o de un tutor que revisara sus juegos y videos.
Ante este tipo de hechos lamentables y el señalamiento contra los videojuegos, se han realizado distintos estudios científicos que arrojan resultados que desmienten la relación entre el gaming y la violencia. Al mismo tiempo, hay sectores que han alzado la voz contra las compañías de videojuegos y sus vías accesibles para jugar sin importar la edad del usuario. En ese sentido, se ha llamado a empresas a ser más responsables con los registros de jugadores y los controles parentales, aunque se trata de un trabajo en equipo que debe realizarse entre empresas y padres de familia.
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