#ViernesRetro: Game Boy

Un tabique angular en la historia del gaming


La tecnología no deja de sorprendernos y sus avances nos han demostrado que, prácticamente, no hay límites en cuanto a lo que puede lograrse. Con el tiempo se han callado muchas bocas y hemos podido disfrutar creaciones que en otros tiempos no sólo eran impensables, sino consideradas imposibles, como el teléfono celular o la televisión. Cuando surgieron los primeros dispositivos portátiles como el legendario Walkman o los primeros modelos de teléfonos móviles, ocurrió una revolución que se inclinó hacia la portabilidad. Tan bien funcionó, que a la fecha sigue teniendo un gran impacto y genera ventas millonarias.

Cuando hablamos de dispositivos portátiles y pensamos en el mundo de los videojuegos que tanto nos gusta, seguramente vienen a nuestra mente muchos ejemplos. Entre ellos, hay uno que sobresale por su legado, por todo lo que aportó a la industria y por las horas de diversión que representó para tanta gente. Estoy hablando, por supuesto, del Game Boy.

El primer tabique con una construcción fantástica

Este peculiar aparato, que apareció en Japón el 21 de abril de 1989, se posicionó rápidamente como una de las opciones preferidas de propios y extraños. Ocurrió un fenómeno similar al que tuvimos años después con el Wii: mucha gente que nunca se había acercado a los videojuegos compró un Game Boy. Recuerdo haber visto a varios adultos (en aquel entonces yo tenía 10 años) jugando con mucha pasión y realmente divirtiéndose. Eso siempre llamó mi atención, ya que, en general, los adultos de aquel entonces no tenían una buena opinión de los videojuegos. Aquellos que los jugábamos éramos tildados de vagos y se decía que nuestras neuronas morían irremediablemente con cada salto de Mario o cada hadoken en Street Fighter II. Lamentablemente, no todos eran tan entusiastas como Gus Rodríguez.

La versión original tenía una forma cuadrada y ancha, pero se sentía cómodo al sujetarlo. Siempre me causó curiosidad la leyenda sobre la mica de la pantalla: dot matrix with stereo sound (matriz de puntos con sonido estéreo); se me hacía una descripción de la más alta tecnología y una manera muy elegante de definir el modo de visualización de la consola. Seguramente ya existe una playera con esa frase. Si no, que alguien la haga, por favor. Un detalle que siempre me pareció interesante es que, de los 4 lados del Game Boy, sólo uno es redondeado. Son esas cosas que en realidad no sirven mucho, pero que contribuyen a la identidad del gadget. Otra característica curiosa y lógica es que Nintendo recomendaba dejar un cartucho dentro del Game Boy todo el tiempo para evitar que la ranura se ensuciara o se llenara de polvo. No sé tú, pero yo crecí con la idea de que nunca hay que dejar adentro cartuchos, discos o cintas cuando no se está usando el dispositivo en cuestión, pero en este caso tuvimos autorización expresa del fabricante para hacerlo. Habría que preguntarles qué piensan acerca de soplarles a los cartuchos para que funcionen.

Aunque el que en este momento nos interesa es el patriarca, es importante mencionar que la familia Game Boy es muy grande. Tiene 7 revisiones en total, y el Game Boy Micro una de las más curiosas, además de ser el último miembro de la línea, el cual apareció en 2005.

Sacando la pulpa al concepto

Por sí solo, el Game Boy es una pieza digna de admiración, pero Nintendo y algunas terceras partes fueron más allá y buscaron darle un giro a la funcionalidad de la consola. Es el dispositivo de gaming con más accesorios que existe, algunos de ellos rayando en lo absurdo y otros tantos divertidos y un poco más útiles.

Uno de los grandes problemas del Game Boy era la falta de iluminación propia. Forzosamente tenías que buscar una fuente de luz para ver bien la pantalla, por lo que pronto aparecieron varios aditamentos con una lámpara y hasta con lupa, como el Light Boy fabricado por Nintendo. Funcionaba, pero necesitaba baterías adicionales.

Aunque lo hacía más voluminoso, te permitía jugar en la oscuridad
Aunque lo hacía más voluminoso, te permitía jugar en la oscuridad

El Game Boy original usaba 4 baterías AA, cuya energía bastaba para aproximadamente 15 horas de juego. Este gran rendimiento fue una de las muchas razones de su éxito por encima de sus competidores. Existía también un cargador externo y un cable para conectar la consola a la corriente en caso de no tener baterías a la mano. Aunque no estaba mal tener la opción, jugar de esa manera rompía un poco con la experiencia portátil que caracterizaba al dispositivo. Si lo tuyo era la ecología, podías usar el cargador solar y así sentirte muy responsable y civilizado por cuidar el medio ambiente.

En 1994, Nintendo lanzó el Super Game Boy, diseñado para jugar títulos de Game Boy en el Super Nintendo. Como suele hacerlo la gran N, no sólo nos dio la posibilidad de jugar, sino de agregar colores y manipular la apariencia de la interfaz. Creo que dentro del mosaico de accesorios existentes para Game Boy, el Super Game Boy es de los mejores y más útiles. Más adelante salió el Game Boy Player, con la misma función, pero pensado para usarse con el Gamecube. En este caso ya se integraron los títulos de Game Boy Advance a la lista de compatibilidad.

Otros 2 con los que se podían hacer cosas interesantes eran la Game Boy Camera y la Game Boy Printer. La calidad era muy baja, pero como concepto era llamativo. Obviamente, Nintendo no podía quedarse sólo con eso, por lo que incluyó minijuegos en los que podías usar tu propia imagen como avatar. Esa posibilidad se volvió a ver años más tarde con el Nintendo 3DS y sus juegos de realidad aumentada.

Para los que prefieren jugar en la tele
Para los que prefieren jugar en la tele

Ya en terrenos que se salen de proporción tenemos el Game Boy Pocket Sonar, el cual te podías llevar cuando ibas a pescar y te ayudaba a localizar más fácilmente a los peces. Por otro lado, el que se lleva las palmas es el Game Boy PediSedate, que se probó para dormir a los niños antes de una cirugía. Nunca salió a la venta, pero sí se patentó. Aquí puedes ver más detalles.

Tetris: el complemento perfecto

La sola idea de poder jugar una especie de NES de manera portátil ya sonaba muy bien, pero Nintendo fue más allá y tomó una de las mejores decisiones de marketing de su historia: incluir Tetris en el paquete. Se trató de un port del juego original de 1984 desarrollado por Alexey Pajitnov, pero indudablemente la versión de Game Boy es de las mejores y más jugadas. Como mencioné antes, incluso mamás y papás les pedían a sus hijos el dispositivo para hacer algunas líneas. La segunda consola portátil de Nintendo ayudó a catapultar a Tetris y darle un lugar entre los títulos más vendidos de la historia. Por otro lado, Tetris fue clave para impulsar las ventas del Game Boy y que éste se convirtiera en uno de los lanzamientos más exitosos de Nintendo. Fue una relación de ganar-ganar. Te recomiendo el documental de Tetris que hizo el Gaming Historian, en el que profundiza en los orígenes y desarrollo de este revolucionario concepto que a la fecha sigue vigente.

A estas alturas podemos decir que no hay manera de que te equivoques con Tetris. Es un fenómeno. No pude evitar jugar una partida al estar escribiendo este texto. Parece extraño, pero a pesar del tiempo, ha envejecido muy bien. Las gráficas monocromáticas y la característica música siguen dándole mucha fuerza a la experiencia. Tetris ha estado presente en un gran número de consolas y plataformas, pero el Game Boy ha sido su mejor sede.

La carnita: los juegos

El Game Boy cuenta con un impresionante catálogo de más de 1,000 títulos. Muchos de ellos son versiones descafeinadas de sus contrapartes de NES, pero hay otros que se destacaron y que siguen resonando en el escenario gamer actual. Uno de los más icónicos es The Legend of Zelda: Link’s Awakening. Recientemente se estrenó el remake para Nintendo Switch y es una gran versión, pero la original es una obra de arte que muchos clasifican como el mejor Zelda. Es una aventura de Link en formato portátil que llegó después de 2 entregas de NES y una de SNES. La franquicia de Zelda ya estaba más que posicionada, por lo que tenía que tener un lugar en la portátil. Recuerdo que la primera aproximación que tuve con ese juego fue a través de un amigo que llevó su Game Boy a la escuela. A pesar de las limitantes técnicas, me gustó mucho ver a Link en ese concepto. No es mi Zelda favorito, pero reconozco su valor.

Ante la popularidad y el rotundo éxito del Game Boy, era evidente que muchas de las sagas ya existentes iban a dar el salto a la pequeña pantalla, como ocurrió con Metroid, Castlevania, Mario y Contra. De aquí se desprende otro de los estandartes de la consola: Super Mario Land. Al igual que Zelda, Mario ya se había ganado un lugar en el corazón de los videojugadores alrededor del mundo, por lo que llevarse una de sus aventuras en el bolsillo era una idea que se vendía sola. Vino una secuela con mayor calidad en todos sentidos que impulsó aún más las ventas: Super Mario Land 2 - 6 Golden Coins. En este caso, se tenía el antecedente de Super Mario World, por lo que el concepto se encaminó en esa dirección.

Aunque sea extraño, no deja de ser un buen juego de Mario
Aunque sea extraño, no deja de ser un buen juego de Mario

Una consola fuera de este mundo

Los récords Guiness tienen registrada como la primera persona en jugar un videojuego en el espacio a Aleksandr Serebrov, cosmonauta ruso que en 1993 se llevó su Game Boy y su copia de Tetris a su viaje, moviendo los tetriminos e intentando colocarlos adecuadamente mientras su nave orbitaba la Tierra. El Game Boy es la consola de videojuegos que más lejos ha llegado, no hay duda. Una razón más para encariñarse con él.

Reconozco lo significativo que es el Game Boy para la industria en general, pero debo confesar que en su momento no estaba muy interesado en tenerlo. He aquí una confesión que podría sorprender a muchos: aunque jugué los juegos más representativos, nunca compré una consola portátil de Nintendo sino hasta que apareció el Nintendo DS. Por alguna razón siempre preferí, por lo menos en aquel tiempo, jugar en el televisor. Hoy día, la calidad de las plataformas para llevar como el PlayStation Vita o el Nintendo Switch se ha elevado mucho y no tengo problema, pero honestamente digo que, sin poner en duda la calidad de los juegos ni del mismo dispositivo, nunca me atrapó. Empecé a jugar Game Boy mucho después, aunque sí fui testigo del gran impacto que tuvo durante tanto tiempo.

Te invito a que participes en el #ViernesRetro en este mismo sitio o en nuestras redes sociales. ¿Tienes el modelo original de Game Boy? ¡Compártenos una imagen!

Nos leemos en el próximo #ViernesRetro.

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