¿Qué pasó con Switch Online? Nintendo, puedes hacerlo mejor

El Expansion Pack del servicio debutó en medio de la polémica


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El pasado 25 de octubre Nintendo lanzó el Expansion Pack de Switch Online, añadido para el servicio en línea que por fin cumplió la exigencia de los fans de dotar su oferta de juegos de otras plataformas, en este caso Nintendo 64 y SEGA Genesis. Sin embargo, la polémica empañó el anuncio y el debut, pues además de las críticas por el aumento de precio que esto representa y el cambio en algunos detalles del esquema de suscripción, la experiencia inicial con los títulos de N64 no ha sido de lo mejor y algunos jugadores no tardaron en reclamar. Este accidentado inicio lleva, inevitablemente, a cuestionar lo que pasó con Nintendo, con la influencia de la industria en su estado actual y lo que podría ser una falta de correspondencia entre la justificación financiera de un proyecto y las exigencias de los usuarios. Al final, estos últimos son los están pagando y quieren sentir que su gasto valió la pena.

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Los juegos de antaño y el desinterés de la industria por el pasado

Para comenzar, podemos ubicar el lanzamiento de la expansión de Switch Online en tiempo y situación. La industria de los videojuegos tiene poco o nulo interés real en la preservación de videojuegos pues aun siendo poseedores, tanto en lo legal como en código, la idea de que el gaming siempre va hacia adelante y no hay tiempo para voltear hacia atrás sigue vigente y guía los pasos de las compañías. Claro que hoy gozamos de toda cantidad de relanzamientos y ports de juegos contemporáneos, pero este caso da cuenta de una industria más estandarizada y de una era en que el hardware especializado fue sustituido por arquitecturas y diseños propios de las especificaciones de PC. La situación es contraria a la de aquellos juegos que existieron antes y poco después de aquel momento en la década de los 90, cuando el desarrollo en 2D se vio frenado de manera abrupta en pro del 3D.

En general, los resultados en cuanto a relanzamientos de juegos que salieron en la quinta generación de consolas, y anteriores, se desenvuelve entre lo mediocre y lo lamentable, con pocos juegos que salen de esos calificativos. Más aún, aquellos que involucran emulación están bajo mayor escrutinio, pues cuando la idea parte de la preservación y vigencia de las obras, implica un trabajo cuasi artesanal que supone un proceso complejo de actualización y adaptación a cada plataforma. Parafraseando a mi compañera en LEVEL UP, SEGA Abigail —entusiasta de la preservación y la historia de los videojuegos—: “un emulador es un sistema que hace que una computadora se comporte como otra. Cuando estás corriendo un emulador de SNES o N64 lo haces en un programa que ejecuta las instrucciones de cierto software, o sea de un juego, que está pidiendo acceso a recursos, el emulador funciona como un intérprete de eso”.

¡Qué ofertón! ¿O no?
¡Qué ofertón! ¿O no?

Esta labor puede ejecutarse por pasión, interés y con fines no lucrativos o con intereses comerciales, pero siempre implica un costo. Lo primero, tiene lugar en la comunidad y se ha desarrollado gracias al incansable esfuerzo por preservar la historia del gaming. Lo segundo depende de proyecciones financieras y, por lo general, opera en la industria con mínimo esfuerzo y para cumplir con el interés nostálgico del jugador... nada más. En algún momento, Nintendo logró ubicarse en medio de estas 2 perspectivas.

Nintendo ya había trabajado con emulación ¿Qué demonios pasó?

Nintendo no es ajeno a los ports y relanzamientos vía emulación; vaya que la compañía ha sabido explotar la nostalgia de manera magistral. En el caso de Nintendo 64, encontramos ejercicios previos como las ediciones especiales de The Legend of Zelda que salieron para GameCube con Ocarina of Time y Majora’s Mask. Luego tuvimos una gran librería de títulos de N64 en la Consola Virtual de Wii que después se mantuvieron vigentes en la de Wii U. Sí, había detalles a nivel técnico, advertidos por Nintendo pues no podemos olvidar que el N64 era una consola con un hardware bastante complejo y muy difícil de emular de manera óptima, pero los resultados fueron tan satisfactorios, que se sigue recomendando como opción en caso de no tener acceso al hardware y software originales.

La clave fue el trabajo dedicado en el caso del Wii, pero eso fue posible gracias a que las condiciones lo permitieron en un periodo en que el interés por juegos “viejos” estaba a la baja ante la llegada del HD en Xbox y PlayStation. Eso permitió que Nintendo negociara todas esas licencias en un gran trato y es muy probable que el costo por dar el tratamiento adecuado a los emuladores y juegos de cada sistema en la Consola Virtual fuera accesible y, al final, un buen negocio para los involucrados.

¡Oh, los recuerdos!
¡Oh, los recuerdos!

Hoy, las cosas son diferentes. En la previa al debut de Switch esperábamos el momento en que se anunciara la Consola Virtual, algo que nunca pasó y tiempo después conocimos Switch Online, servicio que ofrecía como plus el acceso a una librería de juegos de NES y SNES. A diferencia del entorno en que se lanzó Wii, el de Switch vio la formación de un nicho que se podía explotar comercialmente gracias al componente nostálgico y era de esperarse que esas licencias, antes olvidadas, ya podían atraer dinero.

"El Expansion Pack de Switch Online tiene algunos de los mejores juegos de la historia y eso merece respeto por parte de Nintendo"

El trago amargo del aumento de precio de Switch Online y su expansión se pudo digerir porque en la lista de juegos disponibles y los que vienen en camino están algunos de los más grandes de la historia, pero el ánimo no tardó en encenderse luego de las primeras experiencias. En específico, porque los títulos de N64 dejaron ver algunos errores que van más allá de lo que había en relanzamientos vía emulación, como los de GameCube, Wii y Wii U.

Bugs, input lag, problemas con la experiencia en línea, toda la atención se concentró en las deficiencias del Expansion Pack de Switch Online encendiendo un debate entre aquellos que defienden a ultranza a la compañía, aquellos que solo querían ver el mundo arder y en medio quienes, atinadamente, pusieron el dedo en la llaga al ver al jugador como consumidor y su libertad para criticar algo que no es de su agrado y por lo que pagó.

Lo sucedido generó un sinfín de críticas en redes sociales y foros y, aunque hubo actividad de trolls y publicaciones por simple hate, el tema cobró relevancia cuando miembros de la escena de la preservación y la emulación señalaron los errores y carencias de lo ofrecido por Nintendo. Una de las opiniones que resonó con fuerza fue la de Frank Cifaldi, entusiasta de la preservación, investigador e historiador en la materia:

“La emulación comercial rara vez es un producto mejor que la emulación "amateur". Las necesidades de las empresas no pueden competir con las DÉCADAS de intercambio de conocimientos y trabajo colectivos. Trabajar en Nintendo no te hace estar mejor equipado para emular los sistemas de Nintendo.”

Se dice que el diablo está en los detalles y, a diferencia de la Consola Virtual, donde cada juego se “compra”, en Switch Online el esquema es estar pagando por jugar en línea en un entorno diseñado para expandir la experiencia de la consola híbrida; las librerías de juegos de NES, SNES, ahora N64 y SEGA Genesis, son un añadido, un plus. Esta vez, no hay métricas de cuánto está vendiendo cada juego, ni dinero entrando constantemente por tal concepto, hay pagos por la suscripción y parece que Nintendo no se anima o no sabe abrirse a propuestas más amigables con el consumidor. ¿Esto influye en el tratamiento actual de los juegos que se ofrecen en la expansión? Pienso que sí, pues nada en esta industria se mueve si no genera ganancias.

“Los videojuegos no envejecen, dan cuenta de los alcances creativos y tecnológicos de su época, algo que pierde atractivo con el paso de los años. Por eso no es común jugar hacia atrás”

Desde la perspectiva de negocio, se entiende que Nintendo eleve el precio pues no se espera que los juegos de N64 vivan la panacea que no experimentaron en su momento, con todo y las decenas de millones de Switch que hay por ahí. El último corte de suscriptores de Switch Online es de 26 millones para junio de 2021 y, si consideramos que jugar hacia atrás no es común, resulta lógico que la compañía tome esa decisión para que la expansión sea un negocio. Sin embargo, si se trata de cumplirle a un nicho que está dispuesto a pagar un aumento con tal de acceder a esos juegos, lo menos que se espera es que cada título reciba el trabajo adecuado para correr bien en la consola híbrida. Por supuesto, los videojuegos son un lujo, y por eso mismo procuramos que el gasto de nuestro dinero se vea correspondido con una buena experiencia.

Nintendo le está fallando a su historia y el compromiso que compone su legado

El lanzamiento de la expansión de Switch Online dejó ver que Nintendo está faltando a su propia historia, la cual se construyó con el compromiso de brindar la más alta calidad en sus productos y que ha tenido un descuido en su legado, pues más allá de lo que sucedió en la generación del Nintendo 64, se trata de una consola exitosa que fue casa de algunos de los mejores videojuegos. Lo mínimo que se podría esperar es que cada uno de estos títulos recibiera el tratamiento adecuado, justo como pasó en sus versiones anteriores.

Peor aún, Nintendo parece haber pasado de largo por la valía del Nintendo 64 como sistema multijugador. Esos 4 puertos en la consola no estaban de adorno y todo aquel que la tuvo recordará las horas de diversión en Super Smash Bros., Mario Party o Mario Kart. Tomando en cuenta que la llegada de estos títulos apela a quienes los vivieron antes, resulta triste que no se haya procurado un buen funcionamiento de la experiencia personal y la experiencia en línea, pero si no se hizo por juegos como Mario Kart 8 Deluxe o Super Smash Bros. Ultimate, difícilmente se hará para un nicho de nostálgicos que solo queremos que los juegos de antaño corran bien.

N64 y SEGA Genesis, pero ¿a qué costo?
N64 y SEGA Genesis, pero ¿a qué costo?

Parece que Nintendo eligió el camino fácil y estiró todavía más la liga de la nostalgia, algo que confronta a su propio legado, pues es su responsabilidad brindar un producto de calidad sin importar el tamaño del nicho al que apunta y salvo que lo ignoremos y haya cambiado, ese compromiso sigue vigente. Pecando de ingenuo, pienso que las cosas mejorarán y que la compañía pondrá atención en lo que expresó la comunidad, sin embargo, el debut de la expansión de Switch tuvo un toque agridulce que no merecemos como consumidores. Sé que no somos tantos los que queremos jugar los títulos de N64, Nintendo; no lo éramos hace 15 años en la Consola Virtual y no creo que seamos más ahora, pero vamos, puedes (y debes) hacerlo mejor.

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