La mejor consola clásica no es de Nintendo

Recordamos a la gran pieza de hardware californiana


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Ya he contado aquí que mis pininos en el gaming tuvieron que ver con Nintendo, pero podemos ir más atrás. Sí, todavía más. Seguro ya te diste cuenta de que no me cuezo al primer hervor, así que no te va a parecer raro que hable de que, cuando era muy pequeño, viví algo de aquella gloriosa era en la que el gaming se consideraba una moda pasajera. También fue un tiempo en el que se hacía mucho con poco. Había una gran cantidad de títulos olvidables, pero pude jugar unos que se quedaron marcados en mi memoria y que siempre me traen buenos recuerdos.

El Atari 2600 fue lanzado en 1977. El paquete original venía con 2 controles tipo joystick y otros 2 con perilla, así como un título que inicialmente fue Combat y después se cambió por Pac-Man. Más adelante se vendió un bundle con ambos. Así como existieron la era de piedra o la de bronce, en aquellos años se vivía la de la madera. Recuerdo que todas las cosas clasificadas como elegantes y lujosas tenían acabados en este material o algún otro que lo simulara. El originalmente llamado Video Computer System de Atari no fue la excepción, ya que en su parte frontal tenía una moldura con estas características que le daba una apariencia muy vintage. Más adelante aparecieron otros modelos de plástico con un diseño más moderno y menos voluminoso, además de contar con algunos títulos integrados. Me tocó tener también uno de estos y la verdad era un deleite jugar sin necesidad de insertar cartuchos, aunque hacerlo también tenía su encanto.

Un auténtico tesoro del gaming
Un auténtico tesoro del gaming

La trascendencia de esta arcaica pero significativa consola radica en haber llevado a casa muchos clásicos de Atari que antes sólo se conocían en los arcades. El formato elegido fue el del legendario cartucho que, aunque Atari no lo estrenó, sin duda sí se encargó de hacerlo popular. Recuerdo que mi hermano y yo teníamos una muy buena colección con distintos géneros. Él siempre ha sido fan de los deportes, por lo que teníamos uno de beisbol y otro de futbol americano, así como uno de tenis que a mí me encantaba por la fluidez de movimiento de los jugadores. Invertí muchas horas en Megamania, un título similar a Space Invaders pero con más dinamismo que se puede volver muy adictivo. También teníamos algunas rarezas como Oink! y Swordquest: Earthworld. Éste último merece un texto aparte, ya que representa uno de los proyectos de metajuego más ambiciosos de la historia. En cuanto a Oink! puedo decir que está basado en el cuento de Los 3 Cochinitos y el Lobo Feroz, pero no dejes que eso te desanime, porque es una experiencia que puede causar adicción.

Pasaba horas jugando Pac-Man. A pesar de ser uno de los peores ports que se han hecho de la franquicia, me divertía mucho y siempre estaba buscando romper mis récords. Hablando de récords, estos eran de lo más importante en esa época, ya que la mayoría de los juegos no tenían final, sino que consistían en bucles infinitos con dificultad creciente. Tal vez Space Invaders sea uno de los títulos más representativos de este fenómeno, ya que incluso se organizaron torneos en los que jugadores con habilidades aparentemente sobrehumanas se lucieron con puntajes fuera de toda proporción. Hoy todavía se pueden ver competencias de este estilo, aunque con formatos muy distintos.

El control del Atari 2600 era sencillo y sofisticado a la vez. Era una base rectangular con un botón rojo en la esquina superior izquierda y un joystick en el centro. No era muy ergonómico, pero funcionaba muy bien y en poco tiempo era posible acostumbrarse a usarlo. Me gustaba mucho la base de goma del joystick y lo flexible que era. Había un juego en particular con el que este artefacto sufría bastante y corría un alto riesgo de descomponerse: Decathlon. Es el único título que recuerdo en el que para correr había que mover la palanca rápidamente de lado a lado. Mi hermano y yo jugábamos frenéticamente y en más de una ocasión terminamos con ampollas en la palma de la mano, pero con la satisfacción de haber logrado un buen récord. Pocos juegos con temática olímpica son tan divertidos como Decathlon.

Diseño sencillo pero funcional
Diseño sencillo pero funcional

Otro título que absorbió gran parte de mi tiempo fue Berzerk, en donde controlas a un personaje que debe eliminar a una serie de robots al tiempo que evita sus disparos y las paredes, las cuales están electrificadas. Recuerdo que no avancé tanto, pero vaya que lo intenté y me sentí como un héroe cuando descubrí que se puede colocar al héroe de tal manera que los proyectiles enemigos pasen entre su cabeza y el resto de su cuerpo sin hacerle daño. Hoy sé que tiene más de 65,000 pantallas y que si te tomas demasiado tiempo en una escena aparece una carita feliz llamada Evil Otto que es indestructible. Con esto queda claro que la idea de Snow Bros. no fue original, aunque sí muy efectiva para darle un reto adicional al jugador.

Sin duda alguna el título más significativo del sistema es Space Invaders, un referente permanente e inamovible en la industria. Fue la primera killer app del gaming y estableció el género de los shooters inspirando grandes oleadas de títulos como Defender y Asteroids. Diseñadores de la talla de Miyamoto o Kojima reconocen el gran impacto de los invasores del espacio y cómo su mecánica de juego abrió la puerta para intentar cosas en las que antes no se había pensado, como el hecho de que los enemigos pudieran atacar al personaje o nave del jugador. La creación de Tomohiro Nishikado rompió el molde de los juegos con temática deportiva que predominaban en aquel entonces para dar paso a experiencias más enfocadas en la acción y aventuras desarrolladas en entornos ficticios. Es curioso cómo un proyecto que se generó hace tantos años sigue teniendo influencia hasta nuestros días.

Siendo un juego tan trascendente, tiene algunos mitos asociados, como el de la escasez de monedas de 100 yenes en Japón a finales de la década de 1970. Hay evidencias de que tal cosa no sucedió, sino que los dueños de los arcades constantemente depositaban esas monedas en el banco para mantenerlas en circulación. Hay un artículo muy interesante que analiza todo esto más a fondo y contiene datos muy precisos al respecto. De cualquier manera, podemos ver que la fiebre por un videojuego no empezó con Minecraft o Pokémon, sino que se ha podido documentar desde muchos años antes. La aparición de Space Invaders en Atari 2600 se tradujo en un aumento exponencial de sus ventas, las cuales se cuadruplicaron y eso provocó la fundación de Activision y algunos otros estudios third party que dieron gran apoyo a la consola hasta que llegó la famosa crisis de los videojuegos en 1983.

Es el logo no sólo del juego, sino de la industria entera
Es el logo no sólo del juego, sino de la industria entera

Irónicamente, Pac-Man fue el título mejor vendido de la consola, pero su pésima calidad provocó que la gente ya no estuviera tan emocionada con lo que la compañía producía. El mayor problema a mi parecer fue la producción desmedida de juegos que no tenían ningún control de calidad, con lo que el mercado empezó a saturarse de basura y poco a poco empezó a perder relevancia. Ahí entramos en una especie de vórtice cuya salida vendría de Japón pero, como diría el famoso comercial mexicano, esa es otra historia.

La palabra Atari fue sinónimo de videojuegos durante varios años. A pesar de que se produjeron varios modelos y versiones mejoradas como el Atari 7800, cuando la gente hablaba de la marca normalmente se refería al modelo 2600. Lamentablemente Atari nunca pudo superar el éxito de este sistema, a pesar de haberlo intentado en múltiples ocasiones. Actualmente se pueden adquirir consolas clásicas con una selección de los títulos más representativos. Así es posible revivir las experiencias en esos entornos tan rudimentarios y efectos de sonido tan peculiares que apelaban en gran medida a la imaginación de los jugadores.

Aunque era muy pequeño y no tengo tantos recuerdos del Atari 2600 como los tengo, por ejemplo, del NES o del SNES, lo considero un gran sistema que fue mi puerta de entrada a este maravilloso mundo en el que tanto nos gusta sumergirnos. Además tiene un valor especial para mí por ciertos momentos que pasé con mi familia en aquellos años. Siempre que veo un cartucho o alguna consola, es inevitable para mí pensar en la maravillosa simplicidad tanto del control como de los juegos, así como el hecho de que podíamos divertirnos con propuestas que ahora parecen ser de la prehistoria… y lo son.

¿Alguna vez has jugado o tienes un Atari 2600? Cuéntame en los comentarios y te espero la próxima semana para otro #ViernesRetro. ¡Feliz Navidad!

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