¿Malos manejos e incompetencia en 343 Industries?

¿Qué sucede con el que debería ser el emblema de Xbox?


Microsoft anunció que realizará 10,000 despidos en los próximos dos meses, lo que representa un 5% de su fuerza de trabajo. No se sabe con certeza la cifra de despidos en cada división de la compañía; sin embargo, sabemos que, dentro de la división de gaming, los estudios internos fueron particularmente golpeados: la recién adquirida Bethesda sufrió despidos junto a veteranos como The Coalition, responsable de Gears of War. Sin embargo, un estudio sobre el que tenemos reportes más concretos es 343 Industries, responsables de Halo. Según reportes internos, hasta 60 empleados fueron despedidos, una cifra alarmante. Pero esto no es todo.

En Twitter, Patrick Wren, ex-diseñador del multijugador para Halo, de inmediato criticó la decisión y acusó a la dirección actual del estudio de incompetencia, especialmente durante el desarrollo de Halo Infinite: "Los despidos en 343 no debieron pasar y Halo Infinite debería estar en un mejor estado. La razón de ambas cosas es un liderazgo incompetente en la cima durante el desarrollo de Halo Infinite, que causó un estrés masivo en aquellos que trabajan duro para hacer de Halo lo mejor. La gente con la que trabajé día a día tenían pasión por Halo y querían hacer algo genial para los fans. Ayudaron a promover un mejor Halo y fueron despedidos por ello."

Por supuesto, los fans saben que estos eventos no son producto del azar. Son el resultado de un desarrollo accidentado que dio lugar a un producto lleno de problemas después de su lanzamiento: monetización abusiva, sistemas de progresión defectuosos, y sobre todo falta de contenido y diversidad, especialmente con el retraso de los modos de campaña cooperativa y Forge. El juego simplemente sigue incompleto, y el poco cuidado en asegurarse de lanzar el contenido a tiempo provocó un colapso del número de jugadores, que en el caso de su versión para PC, la única que podemos rastrear, pasó de 100 mil jugadores a 4 mil. En resumen: un fracaso

Pero la pregunta es... ¿qué pasó? Además de la crisis generalizada provocada por la pandemia, algunos señalan el abuso de contratos de corto plazo que, al parecer fue totalmente disruptivo, impidiendo una visión coherente y a largo plazo del desarrollo del juego. Otros acusan que justo el deseo de grandes ganancias para los ejecutivos, basados en condiciones disminuidas para los desarrolladores, simplemente impidió que se entregara un buen producto. El resultado, sea cual sea la causa, es el mismo: un fracaso, y quizás peor... ¿el fin próximo de Halo?

En general, vemos una tendencia alarmante en Microsoft, que, de seguir así, los convertiría más en una tumba de desarrolladores que en una casa para los grandes éxitos. Los propios fans expresan su preocupación al respecto, y acusan a la compañía de un mal manejo de la propiedad más icónica de Xbox. Sin embargo, para ser justos, esta tendencia no sólo afecta a Microsoft. Como dijimos la semana pasada, Ubisoft está en llamas. Blizzard, que todavía no es comprado por Microsoft, acaba de perder todo el mercado chino. Y desarrolladores como Riot, que entregó una pésima cinemática de inicio de temporada, usan como pretexto las mismas condiciones: talento que escapó, la pandemia, y una crisis no del mercado, sino de la industria, con el mismo resultado: más despidos. En fin, ya veremos qué pasa. Todos estos casos apuntan a una crisis interna en las relaciones de trabajo de los grandes estudios de videojuegos. Pero esto, señoras y señores, será seguramente el tema de otro Bits, en especial si más casas de desarrollo comienzan a estallar en llamas.

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