El 29 de septiembre de 1996 Nintendo lanzó en América una consola que marcaría un antes y un después para millones de jugadores: el Nintendo 64. Aunque en Japón había debutado unos meses antes, fue su llegada al mercado occidental lo que cimentó su estatus como una máquina legendaria. 29 años después, su influencia sigue presente, su biblioteca se recuerda con cariño y varios de sus juegos se consideran auténticas joyas de culto.
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La consola estaba adelantada a su tiempo. Apostó por los mundos tridimensionales cuando el resto del mercado aún dudaba, trajo un control revolucionario que muchos imitaron (a pesar de su curioso diseño), y nos entregó experiencias que se quedaron grabadas para siempre. Su catálogo fue menos extenso que el de otras generaciones, pero lo compensó con calidad, innovación y una dosis única de personalidad.
Para celebrar su aniversario, reunimos 10 juegos de culto que definieron una época y aún son profundamente queridos por los fans. Algunos rompieron barreras técnicas, otros desafiaron expectativas y todos, sin excepción, siguen siendo relevantes en la industria de los videojue¡gos.
1. Super Mario 64, el salto al 3D que cambió todo
Pocos juegos han sido tan influyentes como Super Mario 64. Además de ser el título de lanzamiento del Nintendo 64, podemos decir que redefinió por completo lo que significaba controlar un personaje en 3D. Con sus mundos abiertos, físicas fluidas y libertad de movimiento, el juego sentó las bases de diseño que se siguen usando en la industria. Saltar, correr y explorar en el castillo de Peach se sintió como magia pura en 1996.
Además, la forma en la que Super Mario 64 integró objetivos no lineales, secretos y coleccionables inspiró a toda una generación de plataformas. En la actualidad es uno de los títulos más celebrados de la franquicia, y su legado puede verse incluso en entregas recientes como Super Mario Odyssey. Fue la prueba de que Mario siempre supo adaptarse al futuro y dominarlo.
2. The Legend of Zelda: Ocarina of Time & Majora’s Mask, 2 caras de una obra maestra
Ocarina of Time es uno de los juegos más aclamados de todos los tiempos, y no es casualidad. Nintendo llevó a Zelda al 3D con una ambición que desbordó todas las expectativas. La historia, la atmósfera, los calabozos y ese mundo que se sentía vivo y peligroso hicieron de esta entrega una experiencia inolvidable. Por su parte, el sistema de combate con Z-Targeting revolucionó la forma en la que se manejaban las peleas en entornos tridimensionales. Y no olvidemos su historia que cautivó a la comunidad.
Majora’s Mask, su secuela directa, optó por un camino más arriesgado y oscuro. Con su sistema de tiempo limitado, máscaras con habilidades especiales, mayor dificultad y un tono melancólico, se convirtió en un juego profundamente único. Ambos títulos marcaron a la franquicia y demostraron el potencial narrativo y emocional de los videojuegos.
3. Mario Kart 64, la fórmula de la diversión multijugador
Mario Kart 64 tomó todo lo que había funcionado en SNES y lo elevó a otro nivel. Con circuitos en 3D, objetos más variados y soporte para hasta 4 jugadores en pantalla dividida, se volvió el alma de muchas reuniones. Era un juego donde la habilidad importaba, pero la suerte (y un caparazón azul) podía cambiarlo todo en segundos.
Al día de hoy, Mario Kart 64 sigue siendo un favorito para los fans más nostálgicos, y varios de sus circuitos han regresado en entregas modernas como Mario Kart 8 Deluxe. Fue la entrada que consolidó a la saga como un pilar de Nintendo y demostró que el caos en la pista también podía ser glorioso.
4. GoldenEye 007, el fenómeno que redefinió el multijugador
Antes de que los shooters dominaran las consolas, GoldenEye 007 ya lo había hecho. Este título, basado en la película de James Bond, sorprendió por su campaña sólida y variada, además de que se convirtió en un monstruo del multijugador local. Las partidas con 4 jugadores en pantalla dividida eran una experiencia inigualable.
Aunque su control hoy se siente algo torpe, en su momento fue revolucionario. Introdujo mecánicas como disparos contextuales, sigilo y objetivos dinámicos. Muchos consideran que sin GoldenEye, el éxito de franquicias como Halo o Call of Duty en consola habría sido muy distinto.
5. Perfect Dark, el título que voló cabezas
Desarrollado por Rare para seguir el camino de GoldenEye 007, Perfect Dark llevó todo un paso más allá. Contaba con un modo campaña más profundo, inteligencia artificial más elaborada, armamento futurista y una protagonista memorable: Joanna Dark. Era técnicamente impresionante para su época, especialmente si jugabas con el Expansion Pak de la consola.
Además de su modo historia, Perfect Dark ofrecía uno de los multijugadores más robustos de su generación, incluyendo bots configurables, modos personalizados y decenas de mapas. Fue una evolución natural del shooter en consola que hoy en día se sigue recordando con admiración.
6. Star Fox 64, un vuelo directo al corazón de los gamers
Star Fox 64 perfeccionó lo que su antecesor en SNES había comenzado. Con secuencias llenas de acción, voces completas y una narrativa ligera pero efectiva, ofreció una de las experiencias más cinemáticas de la era de los 64 bits. Su modo principal, aunque corto, era altamente rejugable por sus rutas alternativas y secretos.
También fue el debut del icónico Rumble Pak, que añadió vibración por primera vez en una consola de Nintendo. Gracias a él, sentir una explosión o un impacto tenía una nueva dimensión. Star Fox 64 sigue siendo la versión favorita de muchos fans de la saga.
7. Conker’s Bad Fur Day, la irreverencia como arte
Conker’s Bad Fur Day fue el cisne negro del catálogo del Nintendo 64. Rare dejó atrás los mundos coloridos y familiares para entregarnos un juego para adultos lleno de humor negro, parodias y un protagonista alcohólico. Su jugabilidad variada y su guion absurdo lo convirtieron en una experiencia única.
Aunque no fue un éxito comercial al principio, con el tiempo se convirtió en un título de culto adorado por su valentía. No había nada igual en consolas Nintendo, y eso lo hizo inolvidable. Es el ejemplo perfecto de cómo un juego puede romper moldes y ser amado por ello.
8. Paper Mario, cuando lo adorable también es profundo
Paper Mario llegó al final del ciclo de vida del Nintendo 64, pero se convirtió en uno de los RPG más queridos de la consola. Con su estilo visual encantador, sistema de combate por turnos con interacción y un guion lleno de humor, ofreció algo muy distinto al típico Mario.
La mezcla de sencillez y estrategia hizo que el juego fuera accesible pero también desafiante. A día de hoy, muchos lo siguen considerando el mejor título de la serie, por su equilibrio perfecto entre historia, estética y jugabilidad.
9. Banjo-Kazooie, el dúo más carismático de los 90
Rare volvió a brillar con Banjo-Kazooie, un plataformas en 3D que tomó el molde de Super Mario 64 y lo llenó de personalidad. Con niveles enormes, humor único y mecánicas divertidas gracias a la combinación de sus protagonistas, el juego se volvió un ícono inmediato.
Su secuela, Banjo-Tooie, expandió aún más la fórmula, pero fue la primera entrega la que capturó el corazón de los jugadores. A pesar de que la franquicia ha estado dormida por años, su legado se mantiene vivo y sigue siendo motivo de peticiones constantes por parte de la comunidad.
10. Super Smash Bros., el origen del caos bien organizado
Lo que comenzó como un experimento entre franquicias terminó siendo uno de los juegos más influyentes de la historia. Super Smash Bros. reunió a los personajes más icónicos de Nintendo en un juego de peleas que no se parecía a nada en el mercado. Su propuesta simple pero adictiva generó torneos, memes y amistades rotas.
La idea de hacer volar a Pikachu con un puño de Donkey Kong era demasiado buena para no funcionar, y el juego se volvió un éxito instantáneo. Hoy, la saga Smash es una institución, pero todo comenzó con esta pequeña gran entrega en el Nintendo 64.
El legado continúa: estos clásicos aún pueden jugarse
Casi 3 décadas después, muchos de estos títulos siguen disponibles gracias a Nintendo Switch Online + Expansion Pack, un servicio que permite revivir las joyas del Nintendo 64 en consolas actuales como Nintendo Switch y Nintendo Switch 2. Gracias a esto, los fans tienen una forma de preservar su legado y una oportunidad para que nuevas generaciones los conozcan y entiendan por qué son tan importantes.
El Nintendo 64 no fue sólo una consola, fue un punto de inflexión. Innovó, sorprendió y, sobre todo, dejó huella. Y mientras esos juegos sigan disponibles, su historia seguirá viva.
¿Qué otro juego agregarías a la lista dorada de la consola? Cuéntanos en los comentarios.
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