Assassin’s Creed tiene un problema. Desde que Origins llegó en 2017, la serie ha avanzado muy poco. Odyssey y Valhalla nos dieron grandes aventuras de la mitología griega y nórdica, pero se sentían como un poco más de lo mismo después de jugar el viaje de Bayek por Egipto.
Esto es peligroso:Assassin’s Creed corre el riesgo de caer en el mismo bache en el que cayó por allá de 2015. Con base en entregas anuales, lo que alguna vez se vio como una de las mejores franquicias de videojuegos fatigó a los jugadores hasta que la vieron como una serie repetitiva y desangelada. Incluso entregas que hoy son celebradas por la comunidad, pasaron con más pena que gloria por el simple hecho de que la comunidad estaba cansada.
Así pues,Assassin’s Creed Shadows llega con un enorme peso sobre los hombros. Su responsabilidad es demostrar que los estudios de Ubisoft aún tienen emociones por entregar en sus enormes mundos abiertos. También tiene que superar toda polémica y enseñarnos que el primer título de la serie exclusivo de plataformas de nueva generación puede ser un paso hacia adelante.
¿Qué tiene que hacer para destacar? Ser interesante y atrevido; dicho de otra manera, mantener todas esas bases que hicieron a la trilogía RPG algo que valía la pena jugar y elevarla al siguiente nivel. Decirlo es más fácil que hacerlo, por lo que queda la duda, ¿lo consiguió? Aún es demasiado pronto para cantar victoria, pero después de jugarlo nos quedamos con buenas impresiones gracias a un acierto enorme: sus protagonistas.

Dos protagonistas, un camino
Lo primero que llama la atención sobre Assassin’s Creed Shadows es que, aunque tiene 2 protagonistas, no estás obligado a elegir si prefieres a uno u otro. Si jugaste Odyssey o Valhalla seguramente recuerdas que al inicio escoges a tu personaje: podías ser Kassandra o Alexios; Eivor o… bueno, Eivor hombre. Esta decisión era una skin glorificada con pocas diferencias más allá del aspecto físico del personaje, voz y algunas diferencias en diálogos.
En Assassin’s Creed Shadows la diferencia es mucho mayor, pero vamos por partes. Primero, es necesario presentarte a nuestros protagonistas. Por un lado, tenemos a Yasuke, un guerrero samurái alto y poderoso que llegó a Japón de una forma que descubrirás más adelante. Por otro lado, tenemos a Naoe, una shinobi talentosa y veloz.
La diferencia entre Yasuke y Naoe va mucho más allá de su origen y también impacta en el apartado jugable. Como shinobi, Naoe es una guerrera sigilosa y veloz al punto de ser la asesina más rápida de toda la franquicia. Es el personaje que está diseñado para hacerte sentir una sombra que sorprende al enemigo y lo elimina con un kunai directo a la cabeza. Efectiva, silenciosa y letal.
Por su tamaño y musculatura, Yasuke carece de las características necesarias para ser silencioso y escabullirse fácilmente. Afortunadamente, su forma física lo convierte en un guerrero sumamente poderoso que puede destacar en el combate con armas, como una clásica katana o un poderoso kanabō. Esto, sumado a su armadura, hacen de Yasuke el personaje perfecto para ir al combate directo y derrotar a grupos de varios enemigos.
Aquí, hay que aclarar algo: casi todo lo que puede hacer Yasuke, también puede hacerlo Naoe y viceversa. Por ejemplo, si vas con Yasuke puedes escalar para infiltrarse e incluso ser astuto para conseguir algunas bajas sigilosas; por otro lado, Naoe también puede librar combates cuerpo a cuerpo y salir victoriosa. El detalle se encuentra en que cada uno tiene una especialidad, por lo que es recomendable usarlos en el contexto adecuado. A esto hay que sumar que hay habilidades exclusivas como la que permite que Yasuke rompa puertas bloqueadas con su cuerpo o el gancho con cuerda de Naoe con el que puede trepar a lugares que de otra forma serían inaccesibles.

La forma en la que pelea cada personaje también es diferente. Más allá de la obviedad de que Naoe está pensada para el sigilo y Yasuke para la acción, cada uno tiene un arsenal diferente. Gracias a cada personaje y su variedad de armas, nos encontramos con un combate entretenido, que te da la opción de experimentar y poner a prueba sus límites.
Nuestro guerrero samurái está equipado con diferentes tipos de armas cortantes para atacar de diferentes formas. Por ejemplo, la katana te da movimientos muy tradicionales, pero si seleccionas una naginata obtendrás un mayor rango por sacrificar un poco de poder. También tienes la opción de usar un kanabo para dar golpes devastadores, pero de una forma muy lenta.
Por su parte, Naoe está enfocada en sacar provecho de las herramientas de un shinobi. Esto quiere decir que tiene armas ligeras que hacen menos daño que las de Yasuke, pero son igual de letales, si sabes usarlas. Con kunais, dagas, kusarigama, shurikens y más, Naoe puede aprovechar su velocidad y sigilo para eliminar prácticamente a cualquiera.
Es importante tener en cuenta que Assassin’s Creed Shadows te da la oportunidad de cambiar entre Naoe y Yasuke casi en cualquier momento. Hay momentos específicos de la historia donde tienes que elegir a uno de los 2 y vivir con tu decisión por un rato, además de que es imposible cambiar si estás en medio de una pelea. Dicho esto, casi en cualquier punto de exploración tienes la libertad de cambiar para aprovechar las fortalezas de uno u otro.
El poder cambiar de personaje es un acierto que permite que Assassin’s Creed Shadows vaya al ritmo de cada jugador al darle la oportunidad de elegir la forma en que prefiera operar. Como mencionamos, ambos personajes sirven casi en cualquier contexto, pero sus fortalezas hacen que cada uno se sienta como el apropiado para determinadas tareas. Así pues, te descubrirás cambiando entre ellos para explorar nuevas posibilidades y formas de hacer las cosas. No sólo eso, sino que entrega el balance entre el viejo y el nuevo Assassin’s Creed. Cuando eres Naoe recibes esa experiencia con el sabor clásico de la serie, mientras que Yasuke se presta más para los momentos intensos del estilo RPG.
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Más de lo mismo, pero mejor
Si bien las diferencias entre Yasuke y Naoe son una buena forma de refrescar la fórmula Assassin’s Creed, la realidad es que, en el fondo, sigue siendo muy similar a sus antecesores. Así pues, vas a encontrar la misma fórmula que Ubisoft nos ha entregado desde hace años en esta serie y otros de sus juegos. Vas a ver un mundo enorme, encontrarás torres que tendrás que trepar y deberás conquistar bases enemigas repletas de enemigos.
Así pues, Assassin’s Creed Shadows está lejos de revolucionar la fórmula, pero es evidente que tampoco intenta hacerlo. Más bien se enfoca en hacer un montón de cambios y ajustes pequeños para entregar una experiencia que se siente diferente.
Uno de estos cambios lo vemos en la forma en la que encontramos nuestros objetivos. Desde hace tiempo es agotador que los juegos de mundo abierto sólo te digan a donde ir, te hagan caminar un montón y eliminen toda sensación de descubrimiento. Si bien Shadows tiene una opción para jugar así, el núcleo del juego fue diseñado para que haya otras opciones de descubrimiento.
Por ejemplo, cuando una misión principal te dirige hacia un objetivo, únicamente te da una vaga pista sobre dónde puede estar. Si quieres más información tendrás que desplegar una red de informantes que te darán detalles adicionales sobre la zona en la que se ubica el objetivo. Lo importante es que no te dicen exactamente donde está, sino que te dan una idea general para que tengas que abrir el mapa e ir por tu cuenta.
También hay que considerar que, en general, la experiencia jugable se siente mejor. Hay varios ajustes pequeños que lo hacen más sofisticado que las entregas anteriores. Una de ellas es el combate —que ya mencionamos—, pero también está en otros elementos, como el sigilo, el parkour y la exploración. Todo el movimiento es más fluido y desapareció esa torpeza que sentíamos a veces. La mejor manera de definirlo es diciendo que se nota ese pulido que estuvo ausente en otros juegos de la serie.

Por otro lado, la ambientación en el Japón feudal se siente mágica. Ubisoft Quebec hizo un esfuerzo verdadero para que el mundo se vea bonito, pero también nos sintamos parte de él. Por ejemplo, mientras exploramos la provincia Harima encontramos bosques habitados por animales y podíamos acercarnos sigilosamente para dibujarlos. También había momentos en los que la naturaleza se sentía viva, como cuando una parvada decidió partir a su siguiente objetivo mientras pasábamos cerca de ella.
Algo que no queremos que pase desapercibido es el hecho de que Assassin’s Creed Shadows es brutal. La franquicia ya nos había enseñado ejecuciones subidas de tono, pero el salto gráfico de la nueva generación permitió que escalara otro nivel. El juego se ve fantástico y sus momentos más intensos son tan sangrientos, violentos y crudos que por momentos nos dejaron con la boca abierta.
Al final, Assassins Creed Shadows no intenta reinventar la rueda. Ubisoft sabe que tiene una fórmula que funciona y que lo que necesita es pulirla para mantener viva la sensación de asombro. Después de jugar Shadows cerca de 4 horas, consideramos que está haciendo un buen trabajo para conseguirlo porque tiene bases sólidas, es entretenido y la recreación del Japón feudal es hermosa. Con los cambios, se siente como un paso adelante y tiene el potencial de ser mejor que Origins, Odyssey y Valhalla. Dicho esto, sólo probamos unas cuantas horas de un juego que seguramente será masivo, así que reservamos nuestro juicio final para la reseña.
Assassin’s Creed Shadows llegará el 20 de marzo a PlayStation 5, Xbox Series X|S y PC. ¿Lo jugarás? ¿Qué es lo que más te emociona? ¡Cuéntanos en los comentarios!