De acuerdo con un artículo publicado en el número de este mes de la revista Scientific American Mind, jugar videojuegos de disparos en primera persona, mejor conocidos como FPS, puede tener ventajas importantes en campos cognitivos, de aprendizaje y de visión, pese a su mala fama.
Categorías de evaluación como el razonamiento espacial, el enfoque espacial, la agudeza visual y la toma de decisiones mejoran sustancialmente luego de dedicarle algunos días al juego de disparos, toda vez que reajustan la conectividad entre diferentes áreas del cerebro, asegura la neurocientífica, Daphne Bavelier.
Pero los efectos van más allá. Investigaciones recientes demuestran que el juego de disparos contribuye a reducir la vista cansada e incluso mejora la destreza de los cirujanos laparoscópicos, esto según trabajos realizados por académicos de la universidad de Berkeley y la estatal de Iowa.
Puesto de otra manera, los beneficios del FPS trascienden las barreras de la prueba académica y hacen sentir sus efectos en actividades del mundo real, sin que sea necesario dedicarles años, pues algunos sujetos de estudio sólo jugaron por lapsos de 10 días.
Finalmente, la publicación se remite a otras investigaciones para descartar que exista relación entre la práctica de jugar títulos violentos y un incremento en la agresión.
Información de esta naturaleza resulta muy pertinente en los momentos que vivimos, dado que la industria del videojuego se encuentra bajo un auténtico ataque político de parte de múltiples senadores y funcionarios que pretenden culparlos por la masacre que se suscitó en Connecticut en diciembre pasado.
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