Los ilusionistas estadounidenses Pen Jillette y Raymond Teller revelaron en una reciente entrevista la razón por la cual crearon Desert Bus, quizás el juego más aburrido de la historia. En el título, el jugador debe mantenerse al frente de un autobús que se inclina ligeramente a la derecha cada cierto tiempo, lo que provoca que siempre haya que echar un ojo para no salirse del camino y perder.
Parece que el dúo de presentadores crearon el videojuego en 1995 para burlarse del lobby del congreso americano contra los videojuegos: "Cada cierto número de años los videojuegos son culpados una y otra vez de todos los males de la sociedad. Queríamos dar a la fiscal general (en ese entonces Janet Reno, fuerte crítica de la violencia en los videojuegos) una idea de cuán valioso es un videojuego que refleja la realidad tal y como es.", aseguró el usualmente silencioso Teller.
En 1995, la compañía de Nueva Jersey, Imagineering, creó el título como parte de una compilación llamada Penn & Teller Smoke and Mirrors, para el SEGA CD. Los ilusionistas iban a ofrecer una jugosa recompensa para quien obtuviera 100 puntos en el juego, lo que requeriría, dado que cada uno de los viajes entre Tucson y Las Vegas toma 8 horas, unas 800 horas de inversión en el endemoniado título. Nuestros lectores, ¿podrían tomar el reto Desert Bus?
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