Contrario a lo que la mayoría podría llegar a pensar, Adam Boyes, vicepresidente de relaciones con distribuidores y desarrolladores de Sony Computer Entertainment, durante la expo IndieCade que se celebró el pasado fin de semana, sostuvo que las exclusivas de las consolas sólo sirven para presumir, pero que en realidad nadie sale ganando.
"En este momento, las exclusivas sólo son una forma que tienen los fabricantes para presumir con más ganas.", explicó Boyes. "Nadie gana con una exclusividad perpetua.", añadió, no sin antes aclarar que por eso Sony pugna por un modelo de distribución multiplataforma, donde los desarrolladores puedan tener éxito; algo que en última instancia beneficia a toda la industria.
"Los desarrolladores ahora tienen la opción de publicar en muchas plataformas. Queremos que ellos tengan éxito.", concluyó el ejecutivo.
Lo anterior tiene mucho sentido cuando recordamos que al inicio de un nuevo ciclo de consolas la base de consumidores a la cual se le puede llegar a vender un juego es muy pequeña; de modo que más que una fuente de auténtica ganancia, la exclusiva es, al comienzo, una inversión publicitaria.
Dicho lo anterior, la exclusiva también es decisiva para efectos de preferencia, por eso tanto Xbox One como PlayStation 4 tienen varias. Concretamente, en el caso de Sony hay un pronunciado soporte a las propuestas indie, mismas que además apuntalarán la sequía de títulos AAA que venga tras el estreno del aparato.
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