La firma de servicios financieros Fitch Ratings ha bajado la calificación crediticia de Sony de BBB- a BB-, es decir que de ser una compañía de media categoría con buen desempeño, pasó a ser una poco atractiva para invertir, pues resulta vulnerable ante los cambios de la escena macroeconómica. Cabe acotar que las calificaciones crediticias se agrupan en dos bloques: de nivel de inversión (investment rate) y chatarra (junk). Desafortunadamente, con la más reciente degradación, Sony ya entra en la segunda categoría, al menos en los estándares de Fitch.
La degradación refleja la creencia de que una recuperación significativa será lenta, dada la pérdida de liderazgo tecnológico que experimenta la compañía en productos clave, la elevada competencia, condiciones económicas débiles, mercados desarrollados y un yen fuerte, explicó Fitch. Creemos que las iniciativas estratégicas anunciadas en abril de 2012 para mejorar el negocio electrónico de la compañía son una aproximación adecuada, pero la ejecución está en riesgo y vientos fuertes así como intensa competencia podrían retrasar la recuperación de Sony, agregó. Para colmo, productos que se suponía ayudarían a la empresa, como el PlayStation Vita, han sido una decepción comercial hasta el momento.
Por otro lado, no es la primera vez que baja la calificación crediticia de Sony. Apenas en febrero, la firma de servicios financieros Standard & Poors, que la tenía catalogada como de nivel A con una situación económica delicada, la degradó a BBB.
Las calificaciones de cada órgano financiero son independientes, pero sirven como indicador para los inversionistas de qué tan saludable es una empresa y dado que es la segunda degradación que Sony sufre en el año, podríamos decir con certeza que el Gigante electrónico quizá dejó de serlo.
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