Hace unas semanas, Bobby Kotick anunció que la junta directiva de Activision Blizzard recuperaría el control de la compañía "(...) después de pactar la compra de 429 millones de acciones (más o menos 62% de la compañía) por cerca de $5.85 MMDD en efectivo; además de que un grupo de inversión [llamado ASAC II], encabezado por Bobby Kotick y del que forman parte otros ejecutivos, como Brian Kelly, y empresas, como Tencent, adquirieron 172 millones de acciones (aproximadamente 24.9% de la compañía), por $2.42 MMDD."
Aunque dicho movimiento parecía sonar como la respuesta a todos los problemas de la compañía, uno de sus accionistas minoritarios, de nombre Tod Miller, no está de acuerdo con este método. Miller interpuso una acción derivativa en contra de Activision Blizzard, su junta directiva y Vivendi alegando que el movimiento era una infracción a sus obligaciones fiduciarias y un desperdicio de activos corporativos, además de que la estrategia involucraba una oportunidad de enriquecimiento injusto para los demás accionistas.
Básicamente, lo que Miller afirma es que ASAC II adquiriría los 172 millones de acciones antes mencionadas con 10% de descuento sobre el precio que tenían cuando se anunció el trato, lo que representaría una ganancia inmediata de $664 MDD. Esto es prácticamente el equivalente, en una escala minúscula, a recibir un billete de $50 USD pagando sólo $45.
Y es que, según el documento interpuesto por el accionista, no hay una razón real para permitirle a Kotick y a sus asociados adquirir las acciones con dicho descuento, que debería ser un beneficio exclusivo de Activision Blizzard, por lo que sólo parece tener el propósito de mejorar la posición de Kotick y Kelly dentro de la empresa. Lo que Miller busca con la acción derivativa interpuesta es que la corte invalide el acuerdo de compra actual y prevenga que se vuelva a dar una solución unilateral de este tipo.
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