Desde hace muchos años, la premisa de los juegos deportivos ha sido dejar el estilo de juego casual por una simulación lo más cercana a la realidad. De entre estos juegos, la serie NBA 2K de 2K Sports ha sido de las más destacadas, borrando del mapa a la serie NBA Live de EA.
Con el avance tecnológico ha sido posible dotar de física realista a los jugadores y balones presentes en este tipo de juegos, además la conexión a la red y las constantes actualizaciones nos permiten tener al día las listas de nuestros equipos favoritos. Sin embargo, en estos días sucedió algo que nos deja en claro que la realidad, a veces, supera a la ficción.
DeMarcus Cousins, hasta hace unos días estrella de los Kings de Sacramento, fue intercambiado previo al Juego de Estrellas 2017, a los Pelicans de New Orleans, en un movimiento que nadie entiende, ni la liga, ni los medios especializados, ni los videojuegos.
Cousins, de 26 años es uno de los mejores jugadores esta temporada y en NBA 2K17 contaba con un score de 93. Tras el cambio en la vida real, muchos jugadores trataron de hacerlo manualmente en sus copias de NBA 2K17, obteniendo la negativa del juego para realizar la operación. Esto debido a que, incluso el videojuego, considera el cambio como ilógico y contraproducente para la versión virtual de los Kings de Sacramento, pues es cambiar a un jugador con excelentes cualidades a cambio de prácticamente nada.
A espera de la actualización que reciba NBA 2K17 donde ya pueda habilitarse el cambio de equipo, el juego sigue negado a realizarlo, llegando al punto en que el gerente general virtual le indica a los jugadores que Cousins es intocable y sólo se cambiaría por algo que sorprendiera al mismo.
Definitivamente es un caso curioso y extraño, sobre todo por la capacidad de gestión que los desarrolladores le otorgan a los videojuegos de deportes y que no esperan situaciones sorpresivas como esta.
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